Ornamentan con detalles desérticos la residencia del embajador de Argelia para celebración de fiesta nacional
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Entrar, recientemente, a la residencia de Rabah Hadid, embajador de Argelia en México, era viajar mágicamente al desierto del Sahara.
Sala, pasillos y el atajo que conducía al jardín principal, mostraban fotografías, en su mayoría, de paisajes donde lucía en su magnitud la zona argelina de tan emblemático lugar para el continente africano.
Una vez llegado a la zona verde, una instalación de una tienda de campaña tradicional del desierto sostenida con palos de maderas rústicas y en su interior ornamentación y una sala forrada con telares característicos del país africano, tal como antiguamente vivían los habitantes del área desértica. Maniquíes con el traje típico para mujeres de Argelia, complementaban la instalación.
Eso fue solo el preámbulo con el que el embajador Hadid, su esposa Farida y el personal de la embajada argelina en nuestro país, pretendieron hacer sentir como en casa a más de 200 asistentes a la fiesta nacional de Argelia y ¡vaya que lo consiguieron!
Teniendo un púlpito en el que lucía un colorido arreglo floral enviado por la Embajada de la Delegación Especial de Palestina, Rabah Hadid señaló en su discurso, entre otros detalles, que la adjudicación del desierto del Sahara se elegirá a través de un referéndum, apoyando así a la República de Saharaui Democrática quienes desde hace tiempo, han solicitado la independencia del Reino de Marruecos.
Un suculento bufé de comida árabe, sobresaliendo los deliciosos postres, fue lo que disfrutaron los invitados.
