Agasaja Embajada de Serbia en México con arte pictórico, comida y música serbia… ¡y mexicana!
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Cuando todo indicaba que la fiesta terminaba… ¡Llegaron los mariachis!
Más de la mitad de los casi 200 asistentes que, recientemente, acudieron a la fiesta nacional de Serbia en la embajada de ese país en México se habían retirado y otros más estaban por irse, cuando de repente y de manera sorpresiva, los instrumentos de un grupo de mariachi comenzaron a sonar y con ello todo un repertorio de la tradicional música mexicana, al grado de que muchos de los que ya se habían ido, volvieron al convivio.
Y justo en la primera canción, las notas de “Cielito lindo” prendieron a los invitados haciéndole coro al mariachi, y tanta era la emoción del embajador serbio Goran Mesic, que le quitó el sombrero al cantante para lucirlo durante el tiempo que duró la emblemática canción, para después continuar con la algarabía mientras compartía con los convidados.
Previamente, el diplomático serbio, después de recibir en la entrada principal a la concurrencia, dedicó unas breves palabras para hablar sobre la historia de la relación bilateral de su nación con México. “Son países separados por la geografía pero unidos por la historia”, dijo, para después, ofrecer un bufé de comida serbia.
Durante el evento, los asistentes disfrutaron también de la exposición Íconos. Ventanas al cielo con obras pictóricas en las que se mostraban imágenes religiosas de la iglesia ortodoxa, religión del país europeo que celebraba diez años de su independencia, además de escuchar un recital de la reconocida cantante serbia Ivana Jordan quien estuvo acompañada por el pianista, también serbio, Milos Mihajlovic.
Así, al calor de la tarde, bajo un fuerte sol, se vivió un festejo serbio a la mexicana al que bien los invitados podrán decir “¿De qué manera te olvido?”.
