Tras casi 4 años al frente de la Embajada de Nueva Zelanda, se despide Clare Ann Kelly de México
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
“De Nueva Zelanda. Excepcional riqueza de nuestra tierra a la tuya”, nunca se supo si esa frase, que aparecía en algunas mantas colocadas en el salón de fiestas “Torre del Lago” de la residencia de Nueva Zelanda, hacía referencia a un anuncio promocional de vino neozelandés o un mensaje del gobierno de aquel país al enviar como máxima representante en México a Clare Ann Kelly, como embajadora.
Y es que, tras tres años y once meses, la diplomática termina su labor en México, pues el gobierno de su país le ha asignado el cargo de directora general de Negociaciones Comerciales en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio.
Para ello, se realizó una sencilla despedida a la que acudieron diplomáticos, empresarios, directivos de empresas neozelandesas establecidas en México e invitados especiales; quienes desearon a la embajadora Kelly mucho éxito en su vida laboral con la esperanza de verla pronto cuando regrese a tierras aztecas a saludar a los amigos, y, seguramente, así será, ya que su nuevo cargo implicará muchas giras de trabajo por distintas partes del mundo.
En su mensaje de despedida, al hablar de los logros al estar al frente de la sede diplomática de Nueva Zelanda, subrayó uno que sobresalió ante los demás: “La relación bilateral (con México) se ha fortalecido tanto que durante mi tiempo aquí, la embajada pasó de tener dos diplomáticos, a tener cuatro. Un crecimiento del cien por ciento del personal diplomático, sin duda, indica una relación positiva”, palabras que fueron interrumpidas con risas de la concurrencia.
Si bien la estancia de Clare Ann Kelly en México pudo resumirse en su mayoría a logros y firmas de acuerdos comerciales de su país con México, nuevamente, las mantas promocionales de las bebidas alcohólicas neozelandesas, pudieron simplificar su trabajo: “Vino de Nueva Zelanda. Una experiencia como ninguna otra”.
Revista Protocolo
