Más de 200 invitados acudieron al festejo, destacó presencia de diplomáticas árabes por los trajes típicos
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
“¿Y dónde está la comida árabe?”, se preguntaba molesto uno de los más de 200 invitados al banquete que la Embajada de Kuwait en México ofreció recientemente con motivo de su fiesta nacional, al darse cuenta que en el extenso bufé no figuraba ningún platillo tradicional de la alta cocina del Medio Oriente.
Una estudiante de la licenciatura en relaciones internacionales se atrevió a contestar a la pregunta del hombre enfadado: “Kuwait es de los pocos países árabes que todavía mantienen sus rituales, la comida uno de ellos, pero no se le olvide que hace 26 años Kuwait fue apoyado por muchos otros países no precisamente árabes, por ende, las políticas de ese pequeño país asiático adoptaron costumbres de otras partes del mundo, en Kuwait se consume comida de otros países”, afirmaba la universitaria.
Y eso es lo que hizo que Kuwait se abriera a los ojos del mundo, dejando de ser un pequeño, bélico y desconocido país árabe, para entablar relaciones diplomáticas con otras naciones, en donde los temas de negociación de petróleo y otros productos árabes, entran en las agendas bilaterales y acuerdos comerciales.
Para muestra, los detalles del embajador kuwaití en México, Muteb Saleh F. Almutoteh, quien primeramente, invitó a representantes del gobierno mexicano a acompañarlo al presídium, seguido de solicitar la compañía de embajadores de patrias árabes para partir el pastel conmemorativo por los 26 años de liberación de la nación kuwaití y, finalmente, darse tiempo para convivir con diplomáticos de otros países acreditados en México e incluso, acompañarlos a despedirlos hasta la puerta del hotel en donde se organizó la recepción.
El ambiente de Kuwait apoyado por otras representaciones árabes, estuvo presente por medio de fotos de sus paisajes, de sus líderes, de algunas artesanías y uno que otro postre, sin dejar de señalar a los llamativos trajes típicos árabes que hombres y mujeres de esos países portaban con orgullo.
Revista Protocolo
