Embajadas

Uniforman con bandas al cuello a asistentes a la fiesta nacional de Arabia Saudita

Hammad G. M. Al-Rowaily, embajador de Arabia Saudita, presidió el evento del 88 aniversario de la fiesta nacional de su país

Remarca embajador Al-Rowaily la felicitación que el rey y el príncipe heredero de Arabia Saudita le realizaron al presidente electo Andrés Manuel López Obrador por su triunfo en las elecciones pasadas

Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán

Hay quienes con tal de pasar pronto a las recepciones en las embajadas o el evitar hacer fila o por alguna urgencia en especial, suelen saltarse ciertos protocolos como el formarse para saludar al embajador anfitrión. Sin embargo, la tarde de ayer, martes 25 de septiembre, en el festejo por el 88 aniversario del Día Nacional de Arabia Saudita en la residencia del embajador saudita en México, Hammad G. M. Al-Rowaily, el ritual de entrada se volvió necesario.

Bandas blancas, similares a una bufanda, con la leyenda “Aniversario 88 del Día Nacional de Arabia Saudita 2018” escrito con letras verdes en español y en árabe junto con el escudo nacional de la nación asiática celebrante, fueron repartidas a los más de 200 asistentes al momento del registro previo al encuentro con el embajador para colgarlas del cuello, por lo que la reunión gozó también de uniformidad con el peculiar accesorio.

Tras el protocolo de inicio, el embajador Al-Rowaily señaló en su discurso la extraordinaria relación bilateral con México, en la que agradeció al presidente Enrique Peña Nieto la visita que realizó a Arabia Saudí en 2016, y reiteró las felicitaciones que el rey Salmán bin Abdulaziz y el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, le realizaron en su momento al entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por su triunfo en las pasadas elecciones presidenciales.

Mesas horizontales sirvieron para detener diversos platillos de la gastronomía árabe que la concurrencia disfrutó, además de una zona para shawarmas (tacos árabes) preparados en el momento y ni qué decir de la mesa central con cientos de dulces árabes y pasteles adornados con motivo de la celebración.

Al finalizar y una vez saliendo de la residencia árabe en México, fue notorio ver a varios asistentes, hombres principalmente, quitándose los sacos y las corbatas, pero eso sí, nunca quitándose sus bandas en el cuello, por lo que era motivo de orgullo, presumirlas por haber sido parte de la fiesta nacional de Arabia Saudita.

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