Entrevistas

Entrevista al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu

La entrevista fue realizada por George Stephanopoulos de ABC

El primer ministro de Israel,
Benjamin Netanyahu

GEORGE STEPHANOPOULOS: Señor primer ministro, muchas gracias por hacer esto.

BENJAMIN NETANYAHU: Gracias a usted. Es bueno estar con usted, George.

STEPHANOPOULOS: Está muy claro que la relación de Estados Unidos con Israel ha… padecido algunas sacudidas en las últimas semanas. ¿A quién se debe culpar por ello?

NETANIAHU: Oh, Dios. Creo que en cualquier familia, en cualquier relación, en la relación con los aliados, aun con los parientes, habrá altibajos y desacuerdos. Pero creo que esta relación entre Estados Unidos y el pueblo de Israel es sólida como una roca. Nosotros… tenemos una gran… diría una gran comunión de intereses y valores que… nos harán sobrellevar esto. Y trataremos de abordar nuestro desacuerdo de la manera adecuada a dicho espíritu.

STEPHANOPOULOS: Hablemos de algunos de esos desacuerdos. El presidente: usted se encontró con el presidente el 23 de marzo. Fue una visita extraordinaria a la Casa Blanca, y no hubo fotos públicas. Aparentemente, el presidente lo hizo esperar mientras cenaba, y lo dejó esperando en la sala Roosevelt.
Y también se informó que el presidente efectuó algunos reclamos: que Israel congele todos los asentamientos en Jerusalén oriental y que Israel se prepare en estas conversaciones de paz indirectas para empezar a hablar en esencia sobre… las fronteras. Sobre Jerusalén. Sobre los refugiados. ¿Le ha dicho al presidente que… usted está preparado para cumplir los reclamos que él le presentó?

NETANIAHU: Usted sabe que hay muchas presunciones en este tema; permítame analizarlas. Primero: no sé cómo se percibió el encuentro, pero no creo que haya habido ninguna intención por parte del presidente. Pienso que tenemos algunos temas muy importantes que afrontar, y estamos tratando de resolverlos a través de canales diplomáticos, de la mejor manera posible.

En segundo lugar, con respecto a Jerusalén tenemos, no mi política personal, sino la de todos los gobiernos, incluidos Yitzhak Rabin, Golda Meir, Shimon Peres, durante los últimos 42 años. Ahora está el reclamo palestino, y yo no digo cuál es la posición estadounidense. Pero el reclamo palestino es que impidamos que los judíos construyan en los barrios judíos en Jerusalén. Como usted sabe, éste es un reclamo inaceptable. Si se hiciera en Londres, o en Nueva York o en París, la gente gritaría enloquecida.

El tema de Jerusalén será discutido en el acuerdo y en las negociaciones finales. Pero para hacerlo avanzar, decir que esos barrios forman parte de Jerusalén, no son colinas aisladas en la banda occidental. Están a unos cuatro minutos de viaje desde aquí. Unos 200 mil israelíes viven en ellos.

El barrio de (la pronunciación no es clara) que fue mencionado en los noticieros, fue poblado por Yitzhak Rabin, que no se oponía a la paz. Hasta un año atrás, ninguno de los otros primeros ministros se oponía tampoco a que hubiera edificios en esos barrios, esos barrios judíos en Jerusalén. Y los palestinos negociaron la paz con ellos. Este reclamo que ahora introducen los palestinos para detener toda la construcción, la construcción judía en barrios judíos en Jerusalén, es ciertamente un obstáculo al éxito de las negociaciones.

Porque lo que hace es impedir la paz. Supongamos que yo lo invirtiera. Supongamos que le dijera al líder de la Autoridad Palestina: “Sabe una cosa, en todas las negociaciones para un acuerdo de paz definitivo, el derecho al retorno, el flujo de refugiados a Israel no tendrá lugar”.

Supongamos que yo le dijera: “Quiero un indicio ahora, antes de entrar a las negociaciones indirectas, de que ustedes evacuarán algunos campos de refugiados. Evacuen cuatro casas de refugiados para demostrar vuestro compromiso”. Usted, ciertamente, diría: “Ah, Israel está tratando ahora de ‘hacer trampas’. Está tratando de no entrar en negociaciones”.

De hecho, eso es exactamente lo que los palestinos nos están haciendo a nosotros. Yo quiero la paz. Quiero negociar la paz. Les digo: eliminemos todas las condiciones previas, incluidas las que se refieren a Jerusalén. Entremos a la sala y negociemos la paz sin condiciones previas. Ésta es la forma más simple de lograr la paz.

STEPHANOPOULOS: Señor, parecería que usted y el presidente Obama están aún en desacuerdo sobre este tema, si debe haber un congelamiento de asentamientos ahora mismo. Si éste es el caso, ¿cómo logrará reiniciar las conversaciones?

NETANIAHU: No, de hecho, yo soy quien inició, algo sin precedentes, el congelamiento de asentamientos en los territorios. Nuevamente, en Jerusalén estamos hablando de barrios, no de asentamientos, y de zonas urbanas junto a esta oficina, en el corazón de Jerusalén.

Pero, mire, cuando ingresé hice tres cosas y creo que la gente debe entender cuántas medidas de paz hemos tomado. La primera cosa es que dije, y pienso, que un (la pronunciación no es clara) líder, no me ha sido fácil. Dije que estábamos dispuestos a lograr una solución de paz con dos Estados para dos pueblos.

Después retiré cientos de barreras en las carreteras y puestos de control, lo que hizo florecer la economía de la banda occidental. Quiero decir, ellos tienen ahora cafeterías, centros de compras, restaurantes, negocios por internet. Usted lo ha dicho, es algo grande, pero no había sido logrado antes. Los hemos ayudado a que suceda por el cambio de la política.

En tercer lugar, de hecho he congelado la construcción nueva en los asentamientos por un periodo de diez meses, algo que nunca había sido hecho y que la secretaria de Estado Clinton ha definido como sin precedentes. Esto es lo que hemos hecho por la paz, porque queremos la paz.

Lamentablemente, hasta ahora los palestinos no han respondido positivamente, porque lo que han hecho fue nombrar una plaza pública en honor a terroristas que asesinaron a cientos de israelíes inocentes, incluidos estadounidenses inocentes.

Y están tratando de obtener ventajas con toda clase de reclamos y pedidos de condiciones previas que tornan imposible el inicio de las negociaciones. Espero que cambien de actitud, espero que entren en negociaciones. Y no creo que sea difícil hacerlo una vez que se eliminen todas esas condiciones previas que nunca antes habían sido impuestas. Creo que debemos volver a las negociaciones directas y sin condiciones previas. O indirectas, pero sin condiciones previas. Ésa es la forma de lograr la paz.

STEPHANOPOULOS: Sí. Como usted sabe, señor, muchos de esos barrios en Jerusalén oriental eran tierras vacías hasta 1993, cuando Ytzhak Rabin se encontró con Yasser Arafat en los jardines de la Casa Blanca. Están junto a barrios palestinos. No contiguos a otros asentamientos, lo que es una de las razones por las cuales el presidente Obama ha exhortado a un congelamiento. Está claro que ésta parece ser su posición ahora. Sólo quiero decir, ¿cuál sería su reacción si el presidente decidiera, como algunos le han aconsejado, poner sobre la mesa el plan de paz de Estados Unidos?

NETANIAHU: Bien, ante todo, en esos barrios que forman parte inseparable de Jerusalén y que no han desplazado a nadie, y a ningún palestino, los palestinos viven en sus barrios palestinos en Jerusalén. Los judíos viven en barrios judíos en Jerusalén.

Y en todos, en cualquier plan de paz que conozco, en cada uno, incluida la cumbre de Camp David de 2000 e incluso en otros programas propuestos, en cualquier plan de paz, esos barrios, esos barrios judíos, seguirán siendo parte de Jerusalén y parte de Israel. Y por eso, la pregunta real es por qué estamos discutiendo sobre algo que no es un argumento real. No creo que tenga ningún sentido.

En cuanto a la idea de un acuerdo forzoso, no creo que nadie piense seriamente que se puede imponer la paz. La paz debe provenir de las partes, que se sienten juntas para resolver sus diferencias. Y esto es lo que queremos lograr. Esto es lo que yo quiero lograr.

En el último año he tomado medidas, en palabras y en acciones, para lograrlo. Pienso que los palestinos deben demostrar su compromiso. La forma más rápida de hacerlo es retirar las condiciones previas, entrar a la sala y empezar a negociar.

No se puede poner fin a las negociaciones de paz sin haberlas empezado. Estoy a favor de empezarlas ahora mismo. Y usted sabe, George, recurro a su ayuda para volver a invitar a los palestinos. Resolveremos las diferencias a través de las negociaciones. Vengan y negociemos la paz. Estamos…
(Conversaciones superpuestas).

STEPHANOPOULOS: Permítame seguir con esto. El presidente Obama ha dicho muy claramente que cree que el progreso en esta paz y estas negociaciones constituye un interés de seguridad nacional vital para Estados Unidos. ¿Son un interés de seguridad nacional vital para Israel? ¿Hasta qué punto está usted preocupado ante la perspectiva de guerra expresada por el rey Abdullah de Jordania? Él ha dicho que si no se logran avances este verano, podría estallar una guerra.

NETANIAHU: Yo creo que nadie quiere una guerra. Y ciertamente Israel no la quiere. Israel quiere la paz. Nosotros ansiamos la paz. Es de interés vital para nosotros. Usted sabe que conocemos los sufrimientos de la guerra. La noche pasada fui al cementerio a visitar la tumba de mi hermano, que cayó en el rescate de los rehenes en Entebbe.

Yo mismo resulté herido en el combate para liberar un avión de Sabena secuestrado. En las guerras de Israel he perdido amigos y parientes. No quiero que mis hijos, ni los niños palestinos ni ningún niño, sufran en la guerra. Por eso debemos ser instados a la paz. Nosotros queremos la paz. El pueblo de Israel quiere la paz, reza por la paz, anhela la paz. Y yo quiero la paz. Ése es nuestro interés.

Creo que lo más importante es que haya una paz real. Una paz que podamos defender. En nuestra región, que es una región muy dura, la única paz duradera es la que uno puede defender. Paz con seguridad. Eso es algo que sólo podemos negociar con nuestros vecinos palestinos o con cualquiera de nuestros otros vecinos que quieran la paz. Sólo se puede hacer la paz con aquellos vecinos que quieren paz. Nosotros la queremos. Estamos preparados para la paz. Yo exhorto a la paz. Y espero que avancemos en la senda de la paz lo antes posible.

STEPHANOPOULOS: ¿No le preocupa que este verano pueda estallar una guerra?

NETANIAHU: Si depende de nosotros, no habrá guerra. He oído esos intentos de desestabilizar la región y no es un secreto que Irán acucia por medio de Hezbollah, están tratando de generar tensiones, probablemente para desviar la atención del mundo del avance de Irán y sus planes de desarrollo de armas nucleares. Están tratando de distraer la agenda con falsos cargos contra Israel.
(Breve pausa, después de la cual se reanuda la entrevista).

STEPHANOPOULOS: Señor primer ministro, gracias por volver a estar con nosotros. Hablemos de Irán. Un titular en The New York Times de hoy, sobre un memorando del secretario de Defensa Gates escrito en enero. Un memorando secreto en el que resaltó su temor de que Estados Unidos no tenga una política efectiva y de largo alcance para enfrentar el programa nuclear de Irán. ¿Comparte ese temor?

NETANIAHU: Y bien, estamos preocupados por Irán. No me meto en los cálculos internos de Estados unidos, pero usted sabe que hablé con el presidente Obama cuando era senador y visitó Israel. En aquel tiempo yo era el líder de la oposición, y le dije que si resultaba electo presidente, todos los temas que ocupen su escritorio serán un día puestos a un lado por este tema dominante.

Y así será si Irán trata de desarrollar bombas atómicas. Porque muy bien podrán usarlas o amenazar con entregarlas a terroristas, o aun darles algún dispositivo en bruto con material fisionable que pueda ser transportado en un barco. Y así podrá llegar a Manhattan o a cualquier otro puerto en Estados Unidos o en Europa o, en este tema, en Israel.

Es un peligro muy, muy grande. Es el tema más crucial que debemos enfrentar en estos tiempos. Y creo que el presidente ha expresado su entendimiento de cuán serio es este desafío. Todos los líderes del mundo debemos mancomunar esfuerzos para asegurar que ese desafío será afrontado, y que Irán no logrará obtener armas nucleares.

STEPHANOPOULOS: Pero si los esfuerzos actuales están destinados a lograr una resolución de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, ¿eso sí es efectivo?

NETANIAHU: ¿La resolución de la ONU los afectará, o el fracaso en aprobar la resolución de la ONU al respecto?

STEPHANOPOULOS: Hasta ahora hemos tenido tres resoluciones de la ONU, y los iraníes han seguido desarrollando su programa nuclear. ¿Cree que esta nueva ronda de sanciones discutidas en el Consejo de Seguridad de la ONU puede ser efectiva?

NETANIAHU: No sé sobre el Consejo de Seguridad. Espero que sea así. Y ciertamente la comunidad internacional puede imponer sanciones muy severas. Permítame decirle cómo son. Si se impide que Irán importe petróleo refinado, Irán simplemente no tiene capacidad de refinar y este gobierno hará un alto. Creo que son sanciones severas. Ahora, si el Consejo de Seguridad de la ONU no las aprueba porque suaviza esa resolución para lograr el beneplácito de sus miembros, ciertamente Estados Unidos y otros asociados de buena voluntad en la comunidad internacional pueden hacerlo desde afuera. Pueden implementar esas sanciones fuera del Consejo de Seguridad. Hay una forma de aplicar esas sanciones severas. Esto debe ser hecho ahora.

STEPHANOPOULOS: Pero…

NETANIAHU: En cualquier caso, se deberá aclarar a Irán el mensaje de que no se le permitirá desarrollar armas nucleares.

STEPHANOPOULOS: Pero, señor primer ministro, usted sabe que China no quiere seguir avanzando con estas sanciones draconianas. La semana pasada hablé con el presidente ruso Dimitri Medvedev, que aclaró que no quiere seguir con estas sanciones severas. Entonces, ¿dónde quedan ustedes?

NETANIAHU: Quedamos con hacerlo fuera del Consejo de Seguridad. Hay una coalición de voluntades y se pueden lograr sanciones muy enérgicas. Creo que éste es un requerimiento mínimo ahora mismo; no enviar mensajes sino lograr que este régimen empiece a tomar decisiones.

Porque ahora sienten que no deben tomar decisiones. Ellos entienden que los reflectores los señalan, pero no hacen nada. Y creo que lo fundamental es que hay un entendimiento en Washington, ciertamente en Jerusalén y en algunas otras capitales del mundo, de que se debe emprender alguna acción muy contundente para que Irán se detenga. Creo que un futuro de paz, de estabilidad y de seguridad en el mundo está en riesgo.

STEPHANOPOULOS: Tiene razón en que hay mayorías que creen, en ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos, que han expresado la voluntad de aprobar esas sanciones. Pero por ahora, el presidente Obama no se ha unido a ellas. ¿Le ha dado a usted una garantía de que quiere buscar sanciones como ésas?
(Conversación lejos del micrófono).

STEPHANOPOULOS: Una mayoría en ambas cámaras del Congreso ha expresado la voluntad de seguir con esta clase de sanciones petroleras que usted ha señalado, pero hasta ahora el presidente Obama no ha querido declararlo públicamente. ¿Le ha dado alguna seguridad de que quiere avanzar hacia sanciones más enérgicas?

NETANIAHU: Bien, lo que Estados Unidos ha dicho es que está decidido a evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Y yo pienso que es una declaración importante. Yo, mire, vengo hablando de esto desde hace 14 años. Cuando fui elegido primer ministro por primera vez, tuve la oportunidad de dirigir la palabra a ambas cámaras del Congreso.

En aquella ocasión dije que la mayor amenaza contra la humanidad es el intento de Irán de desarrollar armas nucleares. Muchas cejas se alzaron 14 años atrás. No se alzan ahora. Y creo que el presidente de Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos, ha captado la situación. Hay varias formas de bloquearla: sanciones draconianas sobre las importaciones de petróleo. Pensamos que la importación de petróleo es una de ellas. También hay otras.

STEPHANOPOULOS: ¿Cuánto tiempo tenemos? Quiero decir, la cúpula militar de Estados Unidos se ha dirigido esta semana al Congreso y ha dicho que prevé que Irán contará con los materiales para desarrollar un arma nuclear dentro de un año, aproximadamente. Y que es probable que esté en condiciones de desarrollar esas armas en un lapso de dos a cinco años. ¿Usted también lo estima así?

BENJAMIN NETANIAHU: No quiero entrar en estimaciones concretas. Solo diré que cada día que pasa tenemos mucho menos tiempo. Y lo más importante es usar el tiempo disponible para emprender una acción internacional poderosa a cargo de Estados Unidos. Si se puede, por medio del Consejo de Seguridad; si no se puede, fuera del Consejo de Seguridad.

Pero hay varias maneras de detener esto. Y si la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos o una comunidad de naciones, de naciones preocupadas, lideradas por Estados Unidos, está seriamente determinada a ponerle freno, se pude lograr.

STEPHANOPOULOS: Sé que la política de Israel es la de evitar que Irán obtenga un arma nuclear, pero ¿cuál es la línea específica que no pueden cruzar? Si llegan hasta la línea de producir un arma, tienen el material para las armas pero no las producen, no los ponen juntos, ¿es algo con lo que Israel podría vivir?

NETANIAHU: Y bien, no quiero entrar en esos detalles. Creo que todos entienden un programa nuclear cuando lo ven. Lo vemos en proceso. Todos entienden que si no se pone freno a Irán, sino que sigue avanzando y fabrica bombas nucleares, se convertirá en un régimen terrorista.

Usted sabe, esto realmente implica el mayor peligro para nosotros. Que el régimen más peligroso del mundo, con los allegados terroristas más peligrosos del mundo, pueda obtener las armas más peligrosas. Que algo debe ser frenado. No podemos parcelarlo y empezar a analizarlo parte a parte. Entendemos qué están haciendo. Ellos entienden que nosotros entendemos qué están haciendo. Y la opción de las naciones líderes del mundo, por supuesto, con el liderazgo de Estados Unidos, es ponerle freno.

STEPHANOPOULOS: ¿Pero está bien decir que Israel no permitirá, en su opinión, que Irán cuente con armas nucleares?

NETANIAHU: Nuestra preferencia es que la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, detenga este programa de armas nucleares. Habiendo dicho esto, diría que, usted sabe, estamos en vísperas del Día de la Independencia de Israel. Y el destino del pueblo judío fue tal que nunca pudimos defendernos hasta la creación del Estado judío. Hemos pagado un precio terrible en el Holocausto, y antes de él. Y por supuesto, ahora hay un Estado judío que siempre preserva el derecho de defender a la nación judía.

STEPHANOPOULOS: Como usted sabe, el presidente Ahmadinejad convocó (¿?) su propia conferencia nuclear en Irán esta semana. Y en esa conferencia ha llamado a Israel “un microbio al borde del colapso”. Pienso que una interpretación de sus palabras, y uno de los puntos que quiso dejar sentados, es que Israel es hipócrita. Ellos han desarrollado su propio programa nuclear. Muchas veces ha dicho que él cree que Israel cuenta con armas nucleares. ¿Por qué no responder a esa baladronada, firmar el tratado de no proliferación y acatar el tratado de no proliferación?

NETANIAHU: Bien, tenemos una política de larga data y no vamos a cambiarla. Pero permítame decirle algo. Hay pueblos que firmaron el tratado de no proliferación nuclear, el TNP. Eso no garantiza nada. ¿Sabe quién lo firmó? Iraq bajo Saddam Hussein, cuando construyeron el reactor nuclear de Osirack. Lo violaron aunque eran signatarios.

Libia, que tiene un programa nuclear secreto, es signataria del TNP. Y sin embrago, lo ha violado. De hecho, Siria (que) recientemente construyó un reactor, un reactor secreto en violación del TNP, también fue signataria del TNP.

Y el propio Irán, que viola el TNP a diestro y siniestro, aunque organiza visitas guiadas a las centrifugadoras, es signataria del TNP. Por ello, eso no ayuda realmente. Usted sabe, si el mundo cambia, si, usted sabe, un día el Medio Oriente alcanza la era mesiánica en la que el león yacerá con la oveja, en ese entonces vuelva a preguntarme esto, George.

STEPHANOPOULOS: Pero usted, entonces, ¿Israel no firmará el TNP a la brevedad?

NETANIAHU: No, no cambiaremos nuestras políticas. Quiero dejarlo en esos pueblos, esos países que han firmado el TNP y lo han violado a diestro y siniestro. Y el Medio Oriente, el problema en el Medio Oriente no radica en este tratado u otro, en estos signatarios u otros.

El problema es… esos regímenes que exhortan directamente a la destrucción de Israel están desarrollando armas atómicas, armas de muerte masiva, para lograr esa destrucción. Por eso, no importa si nosotros firmamos el tratado, o si ellos lo firman y son signatarios. El problema es cómo podemos impedir que esa gente, esos países, esos gobiernos, esos líderes como Ahmadinejad obtengan armas nucleares. Ése debe ser el foco principal de la comunidad internacional. Y ciertamente ése es —ése debe ser— el foco de quienes se preocupan por la paz y la seguridad.

STEPHANOPOULOS: Una última pregunta, señor, al principio usted comparó la relación Estados Unidos-Israel con una familia, una familia que atraviesa altibajos. ¿Qué llevará a Estados Unidos e Israel a ser nuevamente una gran familia feliz? ¿Y cuándo espera que empiecen las conversaciones de paz con los palestinos?

NETANIAHU: Espero que empiecen lo antes posible. He exhortado a las conversaciones de paz desde el primer día. Tiendo la mano a los palestinos. He hecho todas estas cosas que le digo. Gestos por la paz. Eliminar las barreras en las carreteras. Exhortar a la solución de dos Estados que estoy esperando, y desear que regresen.

Si piensan que no se les pedirá que dejen a un lado todas las condiciones previas que negocien, no lo harán. Y yo estoy, nosotros estamos hablando con Estados Unidos. Hemos estado hablando, yo he hablado con el presidente. Hemos hablado a través de canales diplomáticos; espero que podamos lograrlo juntos.

Pero debe quedar claro que hay entre nosotros un lazo que, pienso, se sobrepone a estas cuestiones. Y creo que lo más importante es usar ese lazo para lograr que todos los enemigos de la paz y todos los enemigos de Estados Unidos retrocedan.

De hecho, en esta región hay una gran controversia no sólo con los palestinos. Creo que ésa es la parte menor. Y pienso que con las buenas intenciones que tenemos, y con la ayuda de Estados Unidos, podremos lograr la paz. Pero hay una gran fuerza del islam radicalizado que quiere erradicar la paz. Que quiere erradicar a Israel. Que quiere erradicar cualquier presencia norteamericana en el Medio Oriente.

Ellos odian a Norteamérica por lo que ella representa. Ellos dejarán de odiar a Norteamérica sólo cuando Norteamérica deje de ser Norteamérica. Cuando deje de apoyar una sociedad libre, el pluralismo, el debate abierto. Eso es lo que ellos aborrecen. En realidad, ellos no odian a Norteamérica a causa de Israel. Ellos odian a Israel a causa de Norteamérica. Porque nos ven como una avanzada de esa civilización libre y abierta que ustedes representan. ¿Sabe qué? Tienen razón.

Cuanto más estrecha sea la relación entre Norteamérica e Israel, más retrocederá el islam militante. Cuantos más observadores laterales entiendan nuestra coalición, junto con los países árabes moderados, ganaremos.

En la medida en que tenemos riesgos, ellos piensan de otra manera. Ellos pueden pensar de otra manera ahora, pero están equivocados. Esta coalición es fuerte. Nuestra búsqueda de paz es fuerte. Y nos opondremos a esos extremistas hasta derrotarlos definitivamente.

STEPHANOPOULOS: Señor primer ministro, muchas gracias por su tiempo.

NETANIAHU: Gracias a usted.

Fuente: Transcripción por cortesía de ABC News, 19 de abril de 2010; partes enfatizadas por El Proyecto Israelí.

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