El ingeniero en mecatrónica ha lanzado al espacio dos pequeños satélites desde el laboratorio de propulsión espacial del MIT
Texto y fotografía: Luis Felipe Hernández Beltrán
Desde 1985, el nombre de Rodolfo Neri Vela sonaba como el primer mexicano relacionado a la industria universal aeroespacial gracias a haber sido uno de los tripulantes del transbordador espacial Atlantis, cuya misión fue poner en funciones algunos satélites comunicacionales.
Treinta y un años después, México vuelve a hacer historia en ese sector, pues ahora el joven originario del estado de Aguascalientes e ingeniero en mecatrónica Fernando Mier-Hicks, realiza en el Laboratorio de propulsión espacial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) el diseño de pequeños satélites para hacerlos levitar y llevar un control de su comportamiento en el espacio.
Si bien el camino no fue fácil, todo comenzó cuando Fernando hizo estancias de investigación en distintas instituciones universitarias de Estados Unidos. El joven mexicano realizó sus estudios de maestría en el mismo MIT, donde una de sus asignaciones fue crear un instrumento que simulara el vacío, la ausencia de aire, las condiciones de cero fricción y las partículas cargadas, todo en el espacio; así lo hizo, logrando prototipos de instrumentos o máquinas que pudieran simular esos aspectos y así lo ha trabajado hasta el momento exitosamente.
México lo ha reconocido con una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo federal que cubre un porcentaje de su beca de doctorado, para que siga con sus estudios; aun así, espera pronto poder realizar esas aportaciones aeroespaciales en nuestro país; mientras que la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Defensa del gobierno de EU, son los que hacen contribuciones monetarias para continuar con su proyecto, mismo que ya ha tenido aval de instituciones y científicos de todo el mundo.
“Tengo varias publicaciones con todos los resultados, esas las checan científicos de todas partes del mundo y ellos han avalado lo correcto de los resultados, además de haber probado los resultados con dos pequeños satélites que ya se han lanzado al espacio.
“Estos satélites podrían ayudar a detectar problemas de fenómenos naturales, muy comunes en México y todo el mundo.”
Si bien el camino es largo, Mier-Hicks sabe que a sus 27 años todavía le queda mucho por hacer, y apenas los dos satélites ya lanzados al espacio y confirmado su efectividad son solo el principio; y la historia de Neri Vela es parte de su inspiración, pues sabe que al igual que él, Neri también empezó joven, y llegar al espacio le costó mucho trabajo, no se rindió, hasta que logró convertirse en astronauta y emprender, hasta el momento, la historia que puso el nombre de México hasta el cielo.
Para conocer más la parte teórica de los proyectos de Fernando Mier-Hicks, se podrá navegar por la página de internet www.fernandomierhicks.com
Revista Protocolo
