La innovación tecnológica siempre ha sido de vital importancia para el Estado de Israel, y en ésta resaltan proyectos de importancia nacional por las necesidades internas y su posición internacional.
De igual forma que otros países, cuenta con políticas definidas hacia las actividades científicas y tecnológicas para mejorar así su capacidad competitiva. El objetivo es mantener un nivel mínimo de calidad en sus logros, en todas las áreas científicas y tecnológicas a fin de crear y fortalecer centros de investigación de vanguardia en áreas de interés vital para el desarrollo de su sector industrial.
El porcentaje de la población israelí que tiene que ver con la investigación científica y la tecnológica, así como la cantidad de recursos que se invierten en investigación y desarrollo, en relación con el producto nacional bruto, son de los más altos del mundo.
Inversiones
Expertos israelíes han señalado que el cambio más importante realizado en el te-rreno de la alta tecnología en su país en los últimos años es la creación, por primera vez, de un sector de capital de riesgo institucionalizado. De los cuatro mil millones de dólares en fondos de renta variable privada en Israel, cerca del 75 por ciento se dedica a las empresas de alta tecnología durante las primeras fases de desarrollo.
La actuación tanto del Estado israelí como la participación de Estados Unidos, han determinado la conversión del país en «el segundo Silicon Valley» (Valle del Silicio). Israel ha pretendido desarrollar y obtener el máximo de beneficios de sus industrias más rentables y sofisticadas como la electrónica, microelectrónica, industria de computadoras, satélites y equipos de telecomunicación.
Para lograr esto cuenta con laboratorios de primer nivel para el desarrollo de componentes microelectrónicos y de software, entre ellos los de Intel y Motorola. La nueva estrategia industrial prevé la transformación de gran parte de la industria militar en industria civil, y pone énfasis en los componentes electrónicos, informática y telecomunicaciones.
Factores favorecedores
La inversión en alta tecnología en Israel tuvo un repunte durante la década pasada. La explicación de esta afirmación la encontramos en argumentos como los siguientes:
El éxito de Israel en el ámbito de la alta tecnología se basa en su capital humano. Datos indican que este país cuenta con más doctorados e ingenieros per cápita que ningún otro, y esta cifra se ha incrementado por la llegada de migrantes de sólida formación científica procedentes del antiguo bloque soviético durante los años noventa.
Las investigaciones en el terreno militar han desarrollado un papel determinante en el campo tecnológico. El ejército cuenta con una formación técnica sofisticada y herramientas especiales. Por tanto, ha contribuido a la creación de empresas de alta tecnología. La innovación tecnológica militar se originó de una necesidad de enfrentarse al embargo de armas en los años sesenta. Israel, rodeado de enemigos, tuvo que improvisar su propio armamento rápidamente. La tecnología militar de comunicaciones que se desarrolló entonces, por ejemplo, fue trasladada más tarde directamente al sector de telecomunicaciones israelí.
El proceso de paz ha abierto muchos mercados a Israel, no sólo de los países árabes, sino también de extremo Oriente. En 1992, sólo el 4 por ciento del comercio de Israel se llevaba a cabo con Asia. Al final de la década pasada esa cifra llegó al 20 por ciento.
