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Chile y México Socios cercanos con desafíos comunes

A casi 16 años de que se reanudaron las relaciones diplomáticas entre Chile y México, Eduardo Aninat Ureta, embajador de Chile en México, reconoció sentirse afortunado de, por medio de su trabajo, “venir a consolidar la relación histórica y de gran tradición que existe entre ambas naciones”.

Tras la reanudación de los vínculos diplomáticos, en 1990, los contactos bilaterales fueron muy intensos y orientados a recuperar, primero, y superar, después, el nivel que tradicionalmente tuvieron los lazos entre los dos países.

Se ha ido reconstruyendo, de esta manera, una sólida y rica relación bilateral, basada en un frecuente y eficaz diálogo político al más alto nivel, así como reuniones de consulta e importantes y fluidos nexos entre los parlamentos de ambos países y otros líderes políticos, empresariales y de muy diversos estamentos de las sociedades chilena y mexicana.

En entrevista con Protocolo, Aninat subrayó que un punto importante que une aún más la relación entre Chile y México es el hecho de que ambas naciones celebran, con tan sólo dos días de diferencia, el aniversario de su independencia, México el 16 de septiembre y Chile el 18 del mismo mes. “Estamos muy cercanos y eso es un símbolo muy importante que se traduce en que los chilenos aman a los mexicanos y viceversa, y se ha producido una sinergia que ha permitido que la relación política se vaya construyendo, pero sobre todo la económica, la comercial y la cultural. Yo en este momento califico las relaciones entre ambos países como excelentes.”

Estrechando lazos

La década pasada fue testigo del florecimiento de los vínculos entre ambos países. La solidaridad de muchos años y la presencia de un gran número de chilenos en México fueron cruciales a la hora de restablecer las relaciones en 1990.

El desarrollo del comercio, de las inversiones, del turismo y de la cultura ha creado un marco en el cual Chile y México se han transformado en socios cercanos, dispuestos a emprender también desafíos comunes en la arena internacional. Ejemplo claro de ello ha sido, recientemente, la coincidencia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Comercio en aumento

En el ámbito del comercio, el embajador sostuvo sentirse muy orgulloso de una anécdota que le ocurrió en 1997, cuando, en calidad de ministro de Hacienda del ex presidente chileno Eduardo Frey, participó en las negociaciones con el equipo de funcionarios mexicanos, que en esa época estaban dirigidos por Herminio Blanco, para establecer los acuerdos bilaterales del TLC entre ambos países.

Ese tratado, apuntó el diplomático, es uno de los mejor diseñados y más concretos, y es así como al cierre de 2005 se va a superar la cifra de 2,100 millones de dólares de intercambio bilateral (exportaciones e importaciones), esto –enfatizó Aninat– es varias veces más que las relaciones comerciales cuantitativas que existen entre México y otros países.

Respecto a los productos mexicanos que los chilenos exportan destacan las artesanías, obras culturales, servicios varios, automóviles y autopartes, así como algunos productos agrícolas, indicó.

Por su parte, Chile exporta a México: vinos, frutas, quesos, elementos industriales, así como varios servicios financieros.

En el sector de las inversiones, Chile tiene presencia en México en varios rubros entre los que sobresalen de manera especial los de servicios financieros. “En el pasado, tuvimos presencia en los fondos de pensión, que son mejor conocidos en México como Afores”, aclaró Eduardo Aninat.

“En el campo del transporte marítimo en Veracruz hay alrededor de 38 remolcadores que han sido abanderados como mexicanos pero que tienen origen chileno; en el campo de la minería Chile también tiene presencia y amplio conocimiento y tecnología que comparte con México.” El embajador reconoció que pese a los buenos resultados hay que seguir buscando oportunidades de negocios y diversificarse.

Coincidencias

Chile y México han trabajado juntos en el Foro de Cooperación Económica AsiaPacífico (APEC), las instituciones interamericanas y las organizaciones internacionales de comercio, sustentando en general principios comunes.

En el comienzo del nuevo milenio, con los gobiernos de los presidentes Lagos y Fox, se abrieron expectativas importantes de una cooperación aún mayor. Ambas naciones han aceptado los desafíos de la globalización y realizado enormes esfuerzos por adecuar no sólo sus economías, sino también su accionar político a las nuevas demandas de progreso que impone la comunidad internacional. La integración, las relaciones hemisféricas, la democracia, la soberanía y la autodeterminación, la vigencia de los derechos humanos, la cooperación sobre la base del respeto mutuo, la preocupación por el medio ambiente y la seguridad social, son principios que ambos países comparten y se espera seguir desarrollando a futuro, sentenció.

Turismo

En este sector, el embajador sostuvo que Chile tiene mucho que aprender de México; poseemos bellezas naturales y paisajes extraordinarios, los mexicanos pueden ayudarnos y enseñarnos a dar un mayor impulso a este rubro.

“Nuestros pueblos tienen el mismo idioma y vienen de una cultura y tradiciones muy similares, se entienden en lo anímico, en lo sentimental y en lo histórico, por lo tanto hay que seguir impulsando la relación bilateral para avanzar fuerte.”

Mecanismos vigentes

Los mecanismos bilaterales políticos existentes entre ambas naciones, se encuentran totalmente vigentes y en actividad creciente: Comisión Binacional bianual, Reunión Interparlamentaria anual, consultas políticas y los diversos mecanismos creados para la solución de controversias y discusión de temas de importancia mutua.

Todos los presidentes chilenos, desde el retorno a la democracia en 1990, han visitado México en giras de trabajo, las cuales han traído un considerable incremento de los vínculos. Lo mismo ocurre en el caso de México, con las visitas a Chile de los ex presidentes Salinas de Gortari y Zedillo y el actual mandatario Vicente Fox.

A 13 años de reiniciadas las relaciones diplomáticas, se vislumbra un futuro alentador para las mismas, a través de la continua coincidencia de opiniones y posiciones en los grandes temas de relevancia regional y mundial. Asimismo, ha quedado de manifiesto la concordancia de roles que ambos países están cumpliendo en sus respectivas subregiones; México en la frontera norte de América y Chile en el extremo sur del continente.

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