La empresa italiana de camiones ASTRA –Veicoli Industriali– es una sociedad privada fundada en 1946, y desde 1986 pertenece a grupo IVECO, industria automotriz con presencia en muchos países de Europa y el mundo. En 1950 impuso en el mercado el primer camión de volcado posterior con características técnicas muy avanzadas.
IVECO es la fábrica de camiones de Fiat, así como la compañía que surte los componentes de todos los vehículos Fiat. IVECO-Fiat comprende toda la división de camiones, vehículos militares e industriales como es: IVECO (camiones y camionetas), IVECO Militar y el IVECO de trabajo pesado, llamado ASTRA, especializados en el ramo industrial y de la construcción.
ASTRAMEX es el representante exclusivo para México de estos camiones, una exclusiva industria de camiones para trabajos pesados tales como portadores de máquinas hormigoneras, bombas de hormigón de gran tamaño, cajas volcadoras importantes, volcadoras para túneles, dumpers de gran porte, entre otros.
En entrevista con Protocolo, Jorge Balestra, director de ASTRAMEX, comentó que él, como constructor, se vio en la necesidad de tener mejores vehículos y bombas de concreto, entonces compró un primer camión y sus refacciones en Italia hace diez años. “Fue el primer y único vehículo que había en el país, resultó tan bueno, que en todo este tiempo muchas de las refacciones aún siguen guardadas, por eso decidimos invertir”, señaló el director.
Más que por su ascendencia italiana, el director está en el negocio de la construcción desde los 14 años, junto con su padre. Sus necesidades los llevaron a implicarse en el negocio de los camiones ASTRA, tecnología muy distinta a lo que se conocía hasta entonces en México.
Con cuatro años de trayectoria aquí (constituidos en diciembre de 1999), y después de haber cubierto todos los requisitos ante casi todas las secretarías de Estado, el director comentó que fue difícil penetrar el mercado mexicano porque los camiones son todavía más ecológicos que los vehículos americanos, menos lujosos pero con mayor tecnología.
El vehículo soporta el doble que los vehículos americanos, cuesta 10 por ciento más, pero realmente vale el doble porque no necesita adaptaciones, reduce costos de trasportación y dura mucho, además de su amplia gama de refacciones y excelente servicio del personal calificado.
El precio de un camión varía entre 75 y 100 mil dólares, dependiendo también de los requerimientos que necesite el cliente, la tracción y el equipo. En el primer año se vendieron cinco camiones, el segundo diez y el tercero 15, sumando los 30 que ya están en el mercado, y se espera llegar a 80 o 90 camiones en 2003. Las ventas del año pasado ascienden a millón y medio de dólares.
“Estamos en la etapa de promoción, por el momento hemos tenido un solo cliente, que ha comprado 30 vehículos. Estuvimos en Expo Construcción y a la gente del ramo les pareció un camión maravilloso. Ya tenemos pedidos de Guadalajara, Monterrey, Veracruz, entre otros, creando la necesidad de una gama de distribuidores como plan de expansión”, señaló el director. Y agregó que por el momento no se han atacado todos lo sectores, enfocándose más a la construcción, pero que falta el sector minero, bomberos, recolección de basura, anfibios, etcétera.
Finalmente, Jorge Balestra señaló que la concesión no requirió demasiada inversión porque ya tenía un terreno (que es lo mínimo que se requiere para este negocio), con valor cercano al millón y medio de dólares, y en cuestión de los vehículos y refacciones, otros 300 mil dólares invertidos.
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