Etiqueta y Protocolo

La piel ¿Sabes cómo cuidarla?

La piel es el espejo del cuerpo, frontera permeable y coraza que protege de todos los estímulos recibidos del exterior.
También es el órgano más grande del cuerpo humano con dos metros cuadrados de superficie, cuatro kilos de peso y 0.2 milímetros de epidermis, cuya función es protegernos del calor, el frío, el polvo, así como de miles de bacterias y todo tipo de agresiones que siempre están al acecho.

La salud de la piel depende del estado de pureza que tenga la sangre. Los signos de la piel son señales evidentes del estado del cuerpo en toda su integridad. Aunque generalmente desconocemos la manera adecuada de mantener la piel sana, esto no es tan difícil.

Vitaminas poderosas

Las vitaminas y los minerales son una fuente muy importante para mantener la piel sana, aquí algunos ejemplos:

Beta-carotenos y vitamina A

Ésta es probablemente la vitamina que más contribuye a mantener la piel sana y ayuda al bronceado ya que favorece el desarrollo de pigmentos en la piel. La encontramos en las calabazas, mandarinas, zanahorias, tomates, albaricoques, espinacas, yema de huevo, alga espirulina y la alfalfa germinada.

Vitamina C y colágeno

La vitamina C es muy necesaria para la salud de la piel, activa sus defensas y otorga resistencia a las agresiones, particularmente intensas en verano, e interviene en la síntesis del colágeno, proteína que constituye el tejido cutáneo y le otorga sostén. La col blanca cruda en ensalada, el perejil fresco, el pimiento crudo, los kiwis, fresas y frutas cítricas son excelentes fuentes de vitamina C.

Azufre

El azufre favorece igualmente la pigmentación de la piel, que adquiere una coloración irregular en ausencia de este elemento. En particular guisantes, judías verdes, coles y ajo crudo son ricos en este oligoelemento, también las semillas oleaginosas, el queso tipo gruyere, el huevo, el pescado y la levadura de cerveza.

Silicio

Resulta fundamental en la biosíntesis del colágeno, de modo que su carencia produce estrías por pérdida de elasticidad de los tejidos, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel. Las cáscaras de las semillas, el salvado, la cebolla y los frutos secos son alimentos ricos en silicio.

Vitamina E y selenio

La vitamina E es un antioxidante por excelencia, protege y ayuda a mejorar el tejido celular, contrarresta con eficacia el envejecimiento, ayuda a mejorar la circulación sanguínea, un factor determinante para la salud de la piel. El alfatocoferol o vitamina E se encuentra fundamentalmente en aceites vegetales y en el germen de los cereales integrales. La vitamina E, el selenio y la vitamina A actúan en conjunto, como un grupo de viejos amigos, por esta razón es importante realizar una dieta muy variada que garantice la presencia de todas las vitaminas antioxidantes a la vez.

De Asia llega el espino amarillo

El espino amarillo (Hippophae rhamnoides) es un arbusto de ramas espinosas y bayas amarillas o anaranjadas, originario de Asia Central. Sus bayas tienen una alta concentración de vitamina C y un aceite rico en vitaminas A y E, además de ácidos grasos insaturados que presentan notables virtudes cosméticas y terapéuticas.

Desde el siglo VIII, la farmacopea tibetana manejaba más de 300 preparaciones a base de bayas de espino amarillo. Posteriores investigaciones científicas, realizadas en Rusia y China, han confirmado sus propiedades. Desde hace muchos años algunas empresas elaboran productos alimenticios con estos frutos, destinados a paliar carencias vitamínicas.

Muy apreciado en el norte de Europa, el zumo fresco de la pulpa de bayas de espino amarillo contiene 20 veces más vitamina C que la naranja.

Los cosméticos a partir del espino amarillo son muy apropiados para todo tipo de piel pero especialmente reflejan su eficacia en tres aspectos: elasticidad, tersura e hidratación.

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