Oroya es su nombre; sus notas son frutales, cítricas y florales que engloban la acacia, la flor de naranjo, la pera y la manzana: su color es amarillo pálido, casi paja, y su creadora es Yoko Sato, una de las contadas enólogas niponas que en años recientes ha presentado su creación.
Montserrat Piñeiro Guerrero
Un vino para sushi, peculiar entre los vinos, más raro que el icewine y que Único, el vino de Luis Miguel. Okaya se presenta en el escenario enológico como todo un suceso, un vino que posee las características adecuadas para combinar y contrarrestar el dominante sabor del wasabi, para acompañar pescados y mariscos, para liarse con el arroz y el ajinomoto e incluso, gracias a sus notas aromáticas y gustativas de melocotón, para acordar bien con la soya.
Desde La Mancha para Japón y el mundo este vino nos ofrece nuevas sensaciones para conocer horizontes inexplorados degustando el sushi, la pregunta es: ¿cuándo hará su arribo dicho vino a México?
Revista Protocolo
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