Gourmet

Amante del buen comer y el buen beber

El vino de Puerta del Lobo se produce en un viñedo con más de 165 hectáreas que ha logrado más de 30 medallas nacionales e internacionales

Ciudad de México, 31 de octubre de 2023.— En el bullicio de la Ciudad de México cada esquina ofrece una historia gastronómica diferente. Entre tantas ofertas puede ser fácil perder la noción de lo que significa el buen comer y el buen beber, pero no se debe olvidar que este arte forma parte de los mayores placeres de la vida.

Para muchas personas una comida no es suficiente, esta debe ofrecer, por lo menos, un viaje de sabores sin fronteras y, por supuesto, ir coronada con una bebida extraordinaria. Para esas personas, Puerta del Lobo y Migrante han creado una experiencia que invita a disfrutar de una deliciosa comida y un excelente vino, el 15 de noviembre.

Migrante es un ciudadano del mundo que comparte historias a través de deliciosos e innovadores platillos, resultado de un intercambio cultural gastronómico que traspasa fronteras. Su propuesta, encabezada por el chef Fernando Martínez Zavala, transmite la diversidad gastronómica del mundo y ofrece sin purismos posibilidades infinitas y llenas de sabor. Es por ello que ofrece un menú de cinco tiempos que se maridan a la perfección con las etiquetas de Puerta del Lobo.

Puerta del Lobo es un viñedo que nace de la pasión por esta bebida y las tierras queretanas, específicamente las del municipio del Marqués. A través de sus etiquetas demuestran que, en manos expertas y llenas de amor por la tradición vinícola, la región puede producir vinos de calidad excepcional.

Un menú extraordinario

La propuesta comienza con una Ostra fresca mignonette de melón, sake y X.O, cebollín fresco y mandarina. Esta obra de arte se marida con Verdejo, un vino blanco de paso ligero y marcado en boca. Sus notas herbales, una piel de naranja verde y una singular nota de cera de abeja le brindan una acidez y final medios que complementan perfectamente el sabor del plato.

Lo siguiente en el menú es un Ceviche de camarón “amaebi” y tomatitos confitados, emulsión de melón y salsa X.O. Acompañado de un Verdejo Finca se confirman los frutos deshidratados y una acidez equilibrada.

Endivia pochada en mantequilla de sake, kimizu con espuma de poro y ostra kimizu y trufa es el tercer plato del menú que se ofrece a los comensales. Se marida con un Syrah Rosado que conjunta una acidez media y una nota verde agradable en su final, con persistencia intermedia que vira hacia la fresa y los recuerdos herbales.

El pato asado a la sartén, jus de pato, sumac y pu-erh, zanahorias de temporada y berries fermentados componen el cuarto tiempo. Para acompañarlos puede elegirse entre un Tío Neto, un vino equilibrado y pulido con acidez presente con taninos suaves y maduros. O bien, un Merlot con un aroma complejo y fresco con frutos rojos.

Para el dulce final, el Bizcocho de aceite de oliva, espuma de yuzu y helado de calpis puede disfrutarse con un vino Finca Brut Nature, con aromas de manzana amarilla, piña fresca y melocotón blanco.

Cada uno de estos platillos, diseñados por el chef Fernando Martínez, tienen un solo objetivo: generar un menú que tenga empatía con los sabores presentes en los vinos de Puerta del Lobo.

Esta experiencia gastronómica es una oportunidad para disfrutar de lo mejor del mundo: su comida; y la mejor promesa de México: su vino.

Fotografía: Migrante

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