El restaurante amalgama la gastronomía local con ingredientes de diversos orígenes, y conjuga una experiencia estética con una cocina de autor de alto nivel
Por Beniamin Chalupinski
El puerto de Mazatlán no es solo un destino turístico sensu stricto, al cual llegan los visitantes para buscar la playa, la arena y el sol, sino también es una localidad con vigor y energía, con una atractiva oferta cultural y gastronómica. En el mapa culinario de Mazatlán destacan varios restaurantes interesantes, entre ellos Casa 46, del chef Marino Maganda, localizado dentro de la célebre casa Machado, un edificio con historia y elegancia que refleja el pasado y las tradiciones del puerto.
El chef me habló sobre su visión de la cocina mexicana y particularmente sobre la cocina sinaloense: “Para mí, la cocina mexicana es una de las mejores del mundo ya que es muy compleja y variada. En cuanto a la cocina sinaloense, creo que no se le ha hecho justicia ya que debería estar a la altura de las más reconocidas del país, porque tenemos un sinfín de productos del mar y del campo. Sinaloa tiene la flota camaronera más grande del país y la flota atunera más grande de Latinoamérica, en Sinaloa se produce el 80 por ciento de tomate que se exporta, y se le reconoce como el granero de México por su alta producción de maíz, garbanzo y frijol, esto nos da como resultado una gastronomía rica en productos locales.”
Como me comentó Marino Maganda, el restaurante contribuye a la revaloración de la zona del centro a la vez que conjuga una experiencia estética con una cocina de autor de alto nivel, es un lugar donde se amalgama la gastronomía local con los ingredientes y sabores de diversos orígenes.
El menú manifiesta esta filosofía con los sabores y técnicas contemporáneas de la cocina sinaloense, mazatleca, pero también los de la cocina nacional e internacional como: chilorio de jaiba, robalo con risotto negro y alioli de chile guajillo, pescado zarandeado con pipían verde y ejotes tipo oriental, camarones confitados en la mantequilla de langosta servidos con cebada perla y muchos platillos más.
El restaurante cuenta con una terraza con una espléndida vista a la Plazuela Machado; se puede decir que cada rincón, que cada salón tiene historia, ya que se trata de un edificio construido en 1832, que lleva, al igual que la plaza, el nombre de su primer propietario: Juan Nepomuceno Machado, un comerciante que acumuló su fortuna en el comercio de plata y tela y el cual a su vez tuvo una gran aportación al pueblo y a la comunidad de Mazatlán. Actualmente la casona es propiedad de la familia Canobbio.
Para mi sorpresa, el lugar tiene también un pequeño detalle relacionado con mi tierra natal: cerca de la entrada a la cocina en Casa 46 se encuentra un retrato de Isaac Koppel Kochleski, un polaco que llegó a Mazatlán en 1878, el creador de Coppel Hermanos y el hilo conductor de las actuales tiendas Coppel, ya que fue su descendiente quien en 1939 estableció El Regalo, antecedente directo a los existentes negocios Coppel.
Los invito a que visiten Mazatlán, una ciudad con energía, una ciudad vibrante que tiene mucho que ofrecer, sobre todo en sentido gastronómico.
web: www.casa46.com.mx
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