Presentan la tercera edición del evento más importante del sector vitivinícola en el país en el que participaron más de 80 bodegas y 10 restaurantes
Revista Protocolo
Ciudad de México, 4 de noviembre de 2019.— Nación de Vinos, el evento de vino y cocina mexicana más importante del país, presentó, recientemente, su tercera edición en un centro de convenciones de la Ciudad de México.
La celebración reunió a diez prestigiados restaurantes y a más de 80 bodegas de diferentes estados productores de vino en México, tales como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas.
De acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola, el consumo de vino en México se ha duplicado durante los últimos cinco años. Ante este crecimiento, Nación de Vinos busca generar una experiencia única para sus visitantes al contar historias sobre el vino y gastronomía de voz de los propietarios y enólogos de las bodegas y los sueños que han conformado la historia de la industria vitivinícola de nuestro país.
“Nación de Vinos busca acercar el vino mexicano a los mexicanos. Es un proyecto que exalta el talento mexicano que le ha dado vida a una escena vitivinícola rica y robusta, resultado de décadas de trabajo en el campo y en la promoción. El corazón de este evento demuestra que los mexicanos hacemos y bebemos buen vino”, comentó Valentina Ortiz Monasterio, creadora del concepto.
Durante el evento se recibieron a más de dos mil 400 asistentes, superando la cifra récord de la edición 2018, quienes disfrutaron de exposiciones, conferencias, talleres didácticos y catas. Además, se contó con la presencia de una oferta gastronómica que se vincula de la mejor manera con el vino mexicano.
Nación de Vinos es un exclusivo evento por invitación que se nutre del apoyo de marcas comprometidas con México y su oferta gastronómica.
De acuerdo con los datos de la industria vitivinícola, después de años de trabajo, actualmente, el vino mexicano es el que más se consume en México y la labor realizada entre productores, patrocinadores y participantes hace que esta inercia siga sucediendo en pro de la industria vitivinícola mexicana.
