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¿Por qué comemos tamales en año nuevo?

La tradición viene desde la época prehispánica con el culto que las antiguas civilizaciones indígenas les rendían a los dioses

La Maya Comunicaciones

Ciudad de México, 2 de febrero de 2022.— Como cada año, según la ideología cristiana, los días 2 de febrero se conmemora la presentación del niño Jesús en el templo después de la cuarentena. De acuerdo con el cronista franciscano fray Bernardino de Sahagún, esta fecha también se acercaba al día del nacimiento o presentación del sol en el calendario azteca (12 de febrero).

De algún modo ambos festejos se fusionaron en uno relacionado con el fuego: candelas o velas de la Virgen de la Candelaria y el nacimiento del sol de los indígenas, que además coincide con el inicio de temporada de siembra.

¿Por qué comer tamales?

Para agradecer por el inicio de la temporada de siembra, los aztecas realizaban rituales en honor a los dioses Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl. En estos ritos se servían productos elaborados con maíz, entre ellos los tamales, como ofrenda para las deidades.

A partir de la conquista, el sincretismo de diversas celebraciones religiosas mantuvo como costumbre este platillo que con el tiempo se volvió emblemático de la cultura mexicana.

El maíz es, según el libro de la cultura maya, el Popol Vuh, el elemento que usaron los dioses para la creación de los hombres y darles vida. De ahí la importancia de este alimento sagrado desde la época prehispánica, y su enorme valor como regalo para quienes lo reciben o lo preparan.

Durante la conquista de México por los españoles, los frailes se dieron a la tarea de evangelizar, por lo que se mezclaron las tradiciones prehispánicas y católicas, dando paso a rituales como el ofrecer tamales en el Día de la Candelaria.

La Candelaria es una celebración que proviene de la religión católica. Este rito inicia con la Navidad que es cuando nace el niño Jesús y se coloca en el pesebre donde estará hasta el día 2 que se levanta y se viste para presentarlo a la iglesia. Antes del 2 de febrero, se lleva a cabo la partida de la Rosca de Reyes, que entre otras cosas representa la ofrenda que los Magos de Oriente hicieron al Niño Jesús que está representado como un niño de plástico que se esconde en el pan.

A quien le salga el “Niño de la Rosca” automáticamente se convierte en padrino y por ende deberá ofrecer una fiesta para levantar al niño del pesebre y por eso se ofrecen tamales que son en realidad una ofrenda al Niño Dios, como antiguamente lo hicieran a Quetzalcóatl, Tláloc y Chalchiuhtlicue.

(Fotografías: Pixabay)

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