Gourmet

¿Qué resultado nos da la suma de una fábrica, un pollo y una cerveza?

El ir a comer alitas de pollo a una obra en plena construcción nunca había sido tan divertido y original

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Gabriela González y Nina Mayagoitia, propietarias de Wings Factory Azcapotzalco, con el chef Javier González
Gabriela González y Nina Mayagoitia, propietarias de Wings Factory Azcapotzalco, con el chef Javier González

Desde hace algún tiempo en México, sin tener preciso algún año en especial, la moda por comer y/o botanear alitas asadas de pollo y bañadas en salsa, generalmente agridulce, creció impresionantemente.

El origen está en Estados Unidos, país donde inventaron tan suculento platillo y con él, como en otras tantas cosas, conquistaron el mercado de México. Sin embargo, en la búsqueda de darle ese sabor auténtico y diferente a lo tradicional y desde luego, muy mexicano, desde 2008 nació el concepto Wings Factory, en el que las alitas de pollo están bañadas por 13 diferentes tipos de salsas dulces o saladas, a elegir, todas recetas originales y auténticas de la casa, que no se encuentran en ningún otro lado.

Tanto ha sido el éxito de esta cadena restaurantera, que recientemente las empresarias Nina Mayagoitia y Gabriela González se asociaron para inaugurar la sucursal ubicada en Plaza Parque Jardín de la delegación Azcapotzalco en la Ciudad de México, y para dar a conocer su propuesta, organizaron una degustación especial para representantes de medios de comunicación.

Entre las novedades que mostraron y a su vez ofrecerán a sus clientes, aparte de la especialidad de la casa, están las 80 diferentes marcas y sabores de cerveza, previa explicación de cómo servirla y tomarla, así como el grado de alcohol que contiene cada una.

También el concepto original de simular una construcción, en donde se recibe y atiende a los clientes como se merece, mientras comen rodeados de un ambiente entre cascos, chalecos y algunos objetos que solo se encuentran en el ambiente de los obreros constructores.

Aunque todas las personas son bienvenidas, su principal clientela es el Godin market, en referencia a como coloquialmente se le llama a los oficinistas, pues éstos son los que más acuden a los Wings Factory tanto en sus horarios de comida como al término de sus labores para relajarse y convivir con los amigos mientras comen unas alitas de pollo acompañadas de una buena cerveza. Según las dueñas, algunos consumidores acuden hasta dos veces a la semana.

Pero si usted no tiene antojo de alitas, ¿qué tal una hamburguesa de res o de pollo? ¿O no se le antojaría un hot dog? ¿O quizá su estómago le pida a gritos unos deditos de queso o aros de cebolla o unas papas a la francesa? Y para terminar… ¿No va a querer un postre? Pues sí, toda la comida es auténtica y única de Wings Factory, que usted, no encontrará en ningún otro lugar.

Entonces, ¿gusta comer unas alitas de pollo con alguna salsa especial? Acuda a Wings Factory Azcapotzalco.

¡Buen provecho!

 

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