Por Montserrat Piñeiro Guerrero
Existen recipientes especialmente diseñados para resaltar las cualidades de esta espumosa bebida
Esa agradable sensación refrescante que aborda el paladar al sentir el cosquilleo de las burbujas, ha hecho de la cerveza una bebida altamente codiciada por la comunidad masculina mundial, mientras que gran parte del público femenino ha cedido a la tentación.
Los días calurosos, el cada vez más globalizado Oktoberfest y una reunión con los amigos, suponen excelentes ocasiones para disfrutar de este néctar enriquecido con lúpulo, sin embargo, gran parte de los devotos consumidores desconocen que pueden maximizar su experiencia degustando su bebida en un recipiente especialmente diseñado para resaltar sus cualidades.
Los belgas, como buenos maestros cerveceros, fueron quienes dieron inicio a este arte, siendo imitados por numerosas empresas del ramo que incluso patentaron la marca y forma de sus vasos, asociándolos únicamente a su producto.
El incremento de variedades de malta y lúpulos utilizados en la fabricación de esta bebida ha dado paso a la existencia de una mayor variedad de vasos y copas que se adaptan a las propiedades de cada tipo de cerveza. A continuación mencionamos los tipos de vaso más conocidos y las cervezas que se ven favorecidas gracias a su estructura.
Choop o tarro: Su asa permite mantener la temperatura adecuada de la bebida. Es ideal para cervezas de cebada y kellerbier, suaves, livianas y de sabor sutil. Las cervezas tiradas encuentran de igual forma un aliado en este tipo de vaso. Sus paredes gruesas garantizan un recipiente más resistente en comparación a otros vasos destinados para consumir este néctar, lo que permite brindar con mayor confianza.
Tumbler o pinta: Es uno de los vasos más clásicos utilizados en los pubs, permite la formación de una espuma consistente gracias a la cresta que posee en la parte superior. Es indicado para cervezas inglesas de alta fermentación y cervezas negras. Existen dos medidas: 16 y 20 onzas, esta última variedad es indicada para cervezas con espuma abundante.
Hoegaarden: Especial para cervezas de trigo o blancas. La historia afirma que este vaso se diseñó con una forma que permite desencajar el recipiente con una llave inglesa de las manos de los bebedores al final de la noche.
Copa tipo balón o snifter: Diseñada para cervezas tipo gueuze, saison o de trigo belga. Es ideal para cervezas que producen más espuma de lo común y que necesitan que el borde de la copa o vaso la sostenga. Igualmente, captura los aromas potentes de este tipo de néctares.
Weissbier: Adecuado para cervezas alemanas de trigo. Su forma alargada ayuda a que el gas carbónico se mantenga por más tiempo en la cerveza y sus paredes delgadas permiten deleitar la vista con la abundante espuma que se ve favorecida por la anatomía del recipiente. La capacidad tradicional de estos vasos es de 500 mililitros, conservando ese aroma a fenol propio de las cervezas elaboradas con trigo fermentado.
Copa de cáliz: Diseñada para cervezas de abadía, tipo escocés, de alta fermentación, ales belgas o bock alemanas. Debido a su forma, los aromas se despliegan en la superficie y el néctar se oxigena fácilmente. El diseño de esta copa favorece la formación de una corona densa de espuma y soporta hasta dos centímetros de la misma por encima del borde.
Copa de tulipa: Gracias al estrechamiento del cuello de este vaso, la cerveza dilata en calentarse. La capa de espuma se conserva con un mayor grosor, los sabores se concentran y la formación de burbujas se ve favorecida. Las cervezas belgas de alta fermentación, encuentran en estos vasos su mejor aliado, sin por ello olvidar las cervezas de frutas o bieres de garde. Los vasos thistle entran dentro de la clasificación de copas de tulipa, sólo que su forma ha sido modificada para asemejar la forma de la flor nacional escocesa.
Pilsener o pilsen: Angosto en la base y con un ensanchamiento en la parte superior. Promueve la retención de compuestos volátiles, realzando su percepción. La claridad y los colores de una pilsen se aprecian a través del cristal, dando una impresión casi artística.
Pokal: Es un vaso pilsener con pie.
Oversized: Se trata de vasos abiertos fabricados con el cristal utilizado para las copas de vino. Empleados en lugares elegantes más que en bares. Ideal para cervezas trapenses o de abadía. Su forma y tamaño permite un lugar libre para la espuma.
Stange o tubo: Es un vaso similar al high ball, sólo que con mayor altura y un formato ligeramente cónico. Su forma exalta los matices del lúpulo y permite una mayor concentración de sabor, facilitando la formación de espuma. Es ideal para cervezas aromáticas, lager y pilsen.
Flauta: Similar a la copa utilizada para el champagne pero con una altura menor, esta copa garantiza una carbonatación lenta y realzada, liberando volátiles rápidamente logrando la percepción de aromas intensos.
Revista Protocolo
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