Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
Después del éxito de la transmisión de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, Telesistema Mexicano, a través de sus canales de televisión y la estación de radio XEW, no se podía quedar atrás con otro acontecimiento importante en la historia de la humanidad: la llegada del hombre a la Luna.
Sí, televisoras estadounidenses estaban más que listas para que el mundo, desde el 16 de julio de 1969, atestiguara tal hazaña que comprendía el despegue del cohete Apolo 11 y cada paso que este daba hasta llegar a la superficie lunar, y se pudiera tener en México la transmisión de los medios de comunicación estadounidenses con alguien que, desde nuestro país, narrara el suceso.
Pero la ambición de Emilio Azcárraga Vidaurreta, entonces presidente de Telesistema Mexicano, iba para más y no dudó en enviar a Jacobo Zabludovsky y Miguel Alemán Velasco hasta Cabo Cañaveral a narrar todo lo que sucedería con lo que se convertiría en la hazaña más importante del mundo. En esa transmisión, ambos comunicadores fueron apoyados por el reconocido locutor estadounidense Kenneth “Ken” Smith.
El 20 de julio de 1969, millones de mexicanos seguían en sus televisores, algunos de estos a color gracias al invento de Guillermo González Camarena, y pudieron escuchar en tiempo real las palabras de Neil Armstrong, el primer hombre en poner un pie en la Luna: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para toda la humanidad”.
Pero la emotividad de Jacobo Zabludovsky no se podía quedar atrás, quien relataba así el acontecimiento: “Siendo en México las 8 con 56 minutos del 20 de julio de 1969, el primer ser humano ha puesto su pie sobre la superficie lunar. En estos momentos todavía está descendiendo por la escalerilla, podemos ver su pie izquierdo. La cámara está colocada en la parte de abajo y baja como canguro, se desliza con las dos manos. Nos sentimos sumamente emocionados. Está pisando la superficie lunar. Detenga usted su reloj si lo desea conservar como recuerdo.”
Posteriormente, interviene Miguel Alemán Velasco: “Es sencillamente extraordinario, señoras y señores. Nos sentimos sumamente emocionados, está pisando (Neil Armstrong) la superficie lunar, esto ha sido el instante, la fracción de segundos, el relámpago que divide dos épocas como en medio de un abismo.”
Los astronautas Neil Armstrong y Edwin Eugene “Buzz” Aldrin que consiguieron la hazaña de pisar y caminar sobre la Luna, así como el piloto italiano nacionalizado estadounidense, Michel Collins, regresaron a la Tierra el 26 de julio de 1969 y tal como lo indican los protocolos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) por temas de salud y psicología, los tres navegantes espaciales pasaron un periodo de cuarentena, encerrados en una cápsula, cumpliendo las órdenes médicas.
El encierro no perjudicó el que el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, acudiera hasta la cápsula donde se encontraban concentrados, para visitarlos, aplaudirles y felicitarlos por la proeza.
Una vez vueltos a la vida social, Armstrong, Aldrin y Collins realizaron una gira por diversas ciudades de Estados Unidos, para después continuar con su paseo “por el mundo” a otros países, en los que desde su llegada a los aeropuertos, fueron recibidos por las comunidades, quienes llenaban las plazas públicas para ver a los héroes, y después por los mandatarios en turno.
El 20 de septiembre de 1969, visitaron México, en el otrora Distrito Federal, donde se les hizo un desfile en un vehículo descapotable desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hasta el Palacio Nacional, en un recorrido durante el cual fueron ovacionados por las multitudes que atiborraron las calles y avenidas donde pasaba la comitiva, para después entrevistarse con el entonces primer mandatario Gustavo Díaz Ordaz quien les obsequió unos sombreros de charro, que portaron con orgullo en todos los festejos públicos que se les hicieron durante su breve estancia por nuestro país.
El 20 de julio de 1969, no solo el hombre llegó a la Luna, México también dio un gran salto en la historia de los medios de comunicación.
