En los primeros seis meses de la administración del presidente Vicente Fox, la cancillería mexicana, bajo el mando de Jorge Castañeda, inició el proceso de renovación del cuerpo diplomático con la designación de 34 embajadores ante países y organismos internacionales y 18 cónsules generales, que conforme a la Constitución en su artículo 76, fracción II, han sido ratificados por el Senado de la República y por la Comisión Permanente conforme al artículo 79, fracción VII, durante los recesos de aquél.
Esta nueva conformación de la diplomacia mexicana obedece en mucho a la política exterior que el país asume en estos tiempos cambiantes en el mundo y en el quehacer político nacional, que son los de la elección federal del 2 de julio del 2000.
El Congreso de la Unión, Legislatura LVIII, en el diferente equilibrio de poderes que se evidencia, ha estado atento a los nuevos perfiles que integran el cuerpo diplomático, llevando a cabo las comparecencias respectivas con objeto de ratificar los nombramientos presidenciales.
Coordinación y Enlace
La cancillería mexicana desde 1998 creó la Unidad de Coordinación y Enlace con objeto de atender, entre otras acciones, las relaciones con el Poder Legislativo, y es precisamente por conducto de esta área que se han presentado las 52 ratificaciones ante las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado de la República por regiones del mundo y de organismos internacionales, así como ante la Segunda Comisión de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, según estén en periodo de sesiones.
En entrevista con Protocolo, Miguel Ángel Orozco Deza, quien está al frente de la Unidad de Coordinación y Enlace de la Secretaría de Relaciones Exteriores, destacó el carácter diverso de la nueva conformación que el secretario Jorge Castañeda ha presentado para cubrir las sedes diplomáticas en las principales representaciones y misiones de México en el mundo.
Señaló que nuestro país sostiene relaciones diplomáticas con 175 países que son cubiertos por 70 embajadas, que tienen a su vez naciones concurrentes, además de 33 consulados generales y 24 consulados de carrera (20 consulados generales, 22 de carrera y tres agencias consulares, se encuentran en Estados Unidos). Existen además dos oficinas de enlace en Estrasburgo y Taiwán (Taipei, China).
También existen representaciones diplomáticas denominadas misiones ante organismos internacionales como la de Nueva York en la Organización de las Naciones Unidas (ONU); la de Ginebra ante diversos organismos internacionales; la de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París; el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi, Kenia; ante la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) en Montreal.
Además de misiones regionales de gran importancia, como la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, y la de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica, así como la de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en París; la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, Suiza, y la Organización para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina (OPANAL) en México.
Los designados
A finales de mayo pasado, 34 embajadores fueron designados por el Poder Ejecutivo y ratificados por el Legislativo, de los cuales 18 son del servicio exterior mexicano, otros son destacados políticos de los tres principales partidos (PAN, PRI y PRD), los hay quienes habiéndose desempeñado en la administración pública son ahora embajadores y se cuenta también con académicos, empresarios y creadores artísticos, así como hombres y mujeres de la política que no pertenecen actualmente a alguna organización partidista.
En los 18 consulados generales, se designaron ocho miembros del Servicio Exterior Mexicano (SEM) y los restantes son creadores artísticos, académicos, mujeres y políticos. Diez mujeres, de los 52 nombramientos, son representantes diplomáticas en embajadas y consulados generales, de ellas algunas con gran experiencia diplomática, política y también jóvenes que contribuyen al dinamismo de la estructura de la diplomacia.
Orozco Deza destacó que este proceso de ratificaciones es muy dinámico porque pese a que ya se ratificaron casi la mitad de las embajadas de México en el mundo, existen continuamente nuevas designaciones, según las necesidades de atención prioritaria en las diversas regiones y también porque algunos diplomáticos de carrera han optado por sus jubilaciones respectivas.
En el periodo transcurrido –sostuvo Orozco Deza– son de reconocerse las excelentes relaciones entre la cancillería mexicana y el Congreso de la Unión, puesto que el secretario Jorge Castañeda ha comparecido en seis ocasiones ante las distintas comisiones de Relaciones Exteriores, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, y una manifestación de este entendimiento la constituye la autorización de los viajes presidenciales al extranjero, que constitucionalmente tienen que aprobar las cámaras legislativas o la Comisión Permanente.
Viajes presidenciales
Se autorizaron viajes a Davos, Suiza; Milán, Italia; Francfort, Alemania del 24 al 30 de enero del presente año. Posteriormente, una visita de Estado a Canadá, del 18 al 24 de abril; y una intervención en la Conferencia de Líderes del Comité Judío Americano en Washington, Estados Unidos, del 3 al 5 de mayo.
Asimismo, se autorizó realizar una visita de Estado a Colombia y la participación en la Reunión de Jefes de Estado del Grupo de los Tres (Colombia, Venezuela y México) en Caracas, Venezuela, del 5 al 8 de abril.
Además se aprobó el viaje por Asia con visitas de Estado a Corea y China, y de trabajo a Japón del 1 al 9 de junio. Así como visita de Estado a El Salvador y Panamá, para participar en una reunión del Diálogo de Tuxtla del 14 al 17 de junio y finalmente, una visita al medio oeste de Estados Unidos (Chicago y Detroit), del 14 al 17 de julio del presente año.
Orozco Deza insistió en que la comunicación política entre el Congreso de la Unión y la Secretaría de Relaciones Exteriores es respetuosa y de una alta madurez entre las partes, lo que permite orientar una política exterior de Estado.
