El socialdemócrata Alan García ganó las elecciones presidenciales celebradas el 4 de junio en Perú por 55.45 por ciento frente a su rival, el nacionalista Ollanta Humala, a quien superó con casi 10 por ciento, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales.
Alan García, de 57 años, regresará al gobierno 21 años después de convertirse en el presidente más joven de Latinoamérica.
García asumió su victoria y prometió “concertación, coincidencia, diálogo y apertura”, además de que no olvidará a los “desposeídos”.
El candidato del Partido Aprista Peruano (PAP) expresó que “en esta segunda oportunidad, moriremos en el empeño de no fallar ni defraudar a los peruanos”, esto en referencia a las grandes críticas por la corrupción y caos económico y social que recibió su primer gobierno (1985-1990).
De acuerdo con diversos analistas, los resultados electorales en Perú expresan una polarización social a derecha e izquierda en la sociedad. A la misma vez ha traído mucho desencanto en el pueblo peruano más pobre del país que veía al líder nacionalista con expectativa de un “verdadero cambio”.
Alan García no dejó pasar la oportunidad de continuar la fuerte disputa que ha venido manteniendo con Hugo Chávez y, durante su discurso triunfalista en Lima, afirmó que el presidente venezolano es “el único derrotado” en Perú.
Chávez, quien apoyó decididamente en la campaña a Ollanta Humala, había anunciado su intención de cortar las relaciones diplomáticas con Perú en el caso de una victoria del socialdemócrata.
Revista Protocolo
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