Internacional

Con Biden, tiempo de relanzar la relación México-EEUU

Coparmex considera urgente fortalecer la relación comercial, política y social con EEUU

Revista Protocolo

Ciudad de México, 21 de enero de 2021.— La toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos representa una oportunidad para que su gobierno y el de México trabajen de manera articulada y coordinada, con el objetivo de retomar el entendimiento respetuoso y propositivo que ha caracterizado históricamente la relación bilateral.

Para la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), los desafíos son muchos y muy diversos. Sin embargo, con voluntad y mediante el entendimiento mutuo será posible alcanzar los consensos necesarios para afianzar una relación bilateral cordial, propositiva y colaborativa.

El organismo pidió, en carácter de urgente, iniciar un proceso para renovar los términos de la relación bilateral que es la más intensa e institucionalizada del mundo.

EEUU es el principal socio comercial de México. Cada minuto se comercia cerca de un millón de dólares entre ambos países. Aunque México ha fluctuado entre el primer y segundo socio en los últimos meses, ha ocupado de manera consistente el primer lugar en el intercambio con los estados de mayor relevancia en la unión americana.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en 2019, el intercambio comercial total de México con EEUU marcó un nuevo máximo histórico, ascendiendo a 614 mil millones de dólares.

En 2020, las remesas enviadas por mexicanos alcanzaron un máximo histórico, con aumento de 10.5 por ciento comparado con el año 2020. Esto representó el 3.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional.

En espera de recuperar el diálogo y construir acuerdos, la Coparmex propone los siguientes rubros en la agenda bilateral:

Robustecer el Diálogo Económico de Alto Nivel: Mecanismo que fue muy activo cuando Biden fungió como vicepresidente, y que puede ser una palanca a favor del crecimiento y competitividad, para continuar impulsando el desarrollo de inversión en materia de telecomunicaciones, energía y proyectos sustentables.

Influir en el rediseño de disposiciones legislativas: Habrá un esfuerzo legislativo en los próximos meses para dar un viraje a la política migratoria de Donald Trump. Reunificar a las familias y evitar el enfoque persecutorio en la agenda migratoria deben ser prioridades en las que México debe coadyuvar. El objetivo común debe ser una política migratoria humana en la que se consideren necesidades y contexto de la frontera común entre ambos países, así como mecanismos multilaterales en la materia.

Nueva estrategia de seguridad conjunta: Evitarse la desconfianza institucional y que se suspenda la cooperación e intercambio de información para el combate al crimen organizado. Renovar el enfoque y destino de recursos de la Iniciativa Mérida y asumir como prioridad el combate al tráfico de personas y armas, así como al narcotráfico.

No hay prosperidad sin salud: Atención a la pandemia por el covid-19. México y EEUU tienen una plataforma farmacéutica envidiable que debe ser aprovechada para producción de vacunas y habrá que sumar la voluntad de la iniciativa privada para su distribución. El objetivo es que la mayor cantidad de población sea vacunada en menor tiempo posible.

Impulsar el T-MEC: Aprovechar al máximo el potencial del tratado comercial, por lo que ambos gobiernos deben dar cumplimiento a los compromisos asumidos en materia comercial, laboral, medioambiental, anticorrupción y Estado de derecho.

Fortalecer la paradiplomacia, o diplomacia desde lo local: Revitalizar la agenda de trabajo de la Conferencia de Gobernadores Fronterizos para impulsar la recuperación económica en la frontera norte.

Diálogo: Será clave el papel que jueguen el nuevo embajador de México en EEUU, Esteban Moctezuma Barragán, y quien sea designado para encabezar la sede diplomática estadounidense en México. Deberán ser atendidas las recomendaciones y proyectos que desde las representaciones se presenten. Será fundamental promover un trabajo articulado con otros actores de gran incidencia para la relación bilateral: sector privado, diplomacia empresarial, academia y sociedad civil, etc.

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