En Kazajstán, gracias a su actual gobierno, se está cambiando gradualmente el formato de los eventos oficiales que se están volviendo más públicos, entre otros beneficios para la comunidad kazaja
Revista Protocolo
Ciudad de México, 19 de junio de 2020.— En 2019 continuó la tendencia de protesta global que fue el resultado de las tendencias globales y la expresión de la desincronización de los procesos políticos y económicos. En cierto sentido, Kazajstán se quedó en una bifurcación porque el curso posterior del desarrollo dependía de las acciones de las autoridades. El presidente Kassym-Jomart Tokayev rechazó un modelo de respuesta simple (“apretar las tuercas”) basándose más bien en un diálogo racional.
Se proclamaron los nuevos paradigmas políticos internos: “el Estado que escucha”, “diferentes opiniones – nación unida”, “reformas económicas exitosas son imposibles sin la modernización de la vida sociopolítica del país”, “presidente fuerte – Parlamento influyente – gobierno responsable”.
Según el nuevo tiempo, fueron introducidos nuevos mecanismos en la cultura política. El Estado rechazó la práctica de bloquear internet y dispersar violentamente a los manifestantes, se realizaron manifestaciones autorizadas en las ciudades de Kazajstán. El poder inteligente basado en el diálogo completo y la comunicación tolerante se está convirtiendo en una nueva tendencia en el espacio político de ese país.
El mundo no se estanca, actualmente, el campo de las comunicaciones se está convirtiendo en uno de los más importantes en el diálogo entre autoridades y sociedad. Al ser un usuario activo de las redes sociales, Tokayev evalúa rápida y personalmente todos los eventos actuales que tienen lugar en el país. Además, habló abiertamente sobre todos los asuntos resonantes dando una señal directa a los ciudadanos de que tenía el control de los asuntos de interés público. Gracias a esto, la autoridad del líder está creciendo.
A pesar de la tendencia al diálogo y la liberalización, el presidente Tokayev ha mantenido la gobernabilidad del aparato estatal y su disciplina ejecutiva. En el país se está cambiando gradualmente el formato de los eventos oficiales que se están volviendo más públicos. Todos esos pasos son importantes desde el punto de vista de la cultura política que establecen nuevos estándares para el modelo de comportamiento del establecimiento administrativo y aumentan el nivel para la élite gobernante.
En el país se proclamó el principio de un “Estado que escucha”, se eliminan en mayor medida posible las barreras burocráticas y los ciudadanos tienen oportunidad de hacer preguntas directamente a los organismos autorizados y recibir rápido respuestas sobre los aspectos de sus preocupaciones.
(Próximo lunes 22 de junio, tercera de cinco partes)