La reunión de los líderes de América del Norte concluyó el pasado 31 de marzo con el compromiso de México, Estados Unidos y Canadá de trabajar juntos para impulsar la seguridad y el desarrollo regional.
Los presidentes de México, Vicente Fox, y Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, discutieron durante dos días en Cancún, Quintana Roo, México, asuntos de la agenda bilateral y regional, teniendo como temas principales la migración y la seguridad.
Los gobiernos de los tres países reafirmaron su compromiso por avanzar en la convergencia económica de Norteamérica y acordaron mantener su próximo encuentro en Canadá en 2007.
El presidente estadounidense afirmó que la justicia social en la región va de la mano del libre comercio y que los tres países deben «trabajar duro para lograr unas fronteras más seguras».
Los gobernantes analizaron fórmulas para impulsar la seguridad y la integración económica regionales.
Aunque no produjo grandes anuncios, la reunión sirvió para dar seguimiento a la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), una iniciativa lanzada en marzo de 2005 para mejorar la seguridad y calidad de vida de los más de 420 millones de habitantes de la región.
Los temas de la reunión se centraron en la competitividad económica, las respuestas conjuntas a desastres y emergencias, un frente común a una posible epidemia de la gripe aviar, estrategias energéticas y fórmulas para incrementar la seguridad fronteriza.
Las 10 mesas de trabajo que conformaron la ASPAN tuvieron como objetivo fijar metas y plazos específicos en las áreas de la competitividad económica, el flujo de bienes, estrategias energéticas, medio ambiente, comercio electrónico y servicios financieros.
También enfocaron sus trabajos en los esfuerzos para facilitar los negocios, la seguridad alimentaria, el transporte y la salud.
Revista Protocolo