El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en la sesión del lunes, por unanimidad, la declaración que da luz verde al inicio de las negociaciones para determinar el futuro de Kosovo, provincia de Serbia que en 1999 quedó bajo la administración de la ONU y el control militar de la OTAN.
El Consejo aprobó la recomendación del secretario general Kofi Annan y el informe del enviado especial de la ONU en Kosovo, el diplomático noruego Kai Eide. Este último explicó en detalle que los estándares democráticos exigidos en Kosovo para autorizar las negociaciones no se cumplen, pero que una demora en su comienzo puede causar problemas en la región.
Si bien tanto las autoridades de Serbia como las de Kosovo saludaron la decisión de la ONU, las posiciones de ambos permanecen en orillas opuestas y unos y otros esperan que la mediación internacional pueda encontrar una solución aceptable para las dos partes. Para el gobierno de Belgrado, la independencia de la región es inaceptable, mientras que para los albaneses el único tema posible para llevar a la mesa de negociaciones es la independencia de Kosovo.
Belgrado se encuentra dispuesto “a conceder una amplia autonomía en el marco de Serbia y Montenegro”, declaró ayer el primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica.
Entre tanto, el ministro de Exteriores de Serbia y Montenegro, Vuk Draskovic, agregó que “una amplia autonomía es el compromiso máximo posible”. Diametralmente opuestas son las ambiciones del gobierno albano-kosovar, que sostiene que la decisión de la ONU es “la última fase de definición del estatuto (final), que para nosotros debe ser la independencia”.
También Tirana exige la independencia de Kosovo, pidiendo formar parte del equipo negociador.
Todas estas razones y ambiciones hacen pensar que el estatuto definitivo de Kosovo será, al término de las negociaciones, el que la comunidad internacional decida e imponga.
Protocolo
Fuente: BBC
