Las declaraciones que el papa Benedicto XVI hizo sobre el islam, y de las cuales se disculpó el pasado 17 de septiembre, generaron protestas contra iglesias en el mundo musulmán.
Asimismo, la alerta se encendió y el Ministerio del Interior italiano pidió a todos los jefes de policía reforzar el nivel de seguridad en ese país tras las amenazas proferidas por algunos grupos islamistas. Los responsables policiales de Italia recibieron la orden de intensificar sus investigaciones en los entornos islamistas radicales, con el fin de evitar “manifestaciones o actos violentos”. La agencia AFP informó que un grupo armado iraquí, Jaich al Muyaidin, amenazó el 16 de septiembre con “golpear” Roma y el Vaticano para vengarse de las palabras del papa sobre el islam.
En Somalia, la monja italiana Leonella Sgorbati y su guardaespaldas fueron asesinados el 17 de septiembre en un ataque que generó especulaciones con el enojo del mundo musulmán ante las palabras del papa Benedicto XVI.
Por su parte, las escuelas teológicas iraníes cerraron el 17 de septiembre en protesta por las declaraciones del papa, consideradas por muchos musulmanes como una afrenta contra el islam.
El pasado 12 de septiembre el papa, en su discurso en Ratisbona (Alemania), citó un diálogo del siglo XIV entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo con un erudito persa: “Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba”, decía el emperador.
En su discurso, el papa explicó que “el emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma”.
Estas palabras desataron las críticas de los gobiernos de países musulmanes, así como de los líderes de comunidades musulmanas en países europeos. Desde entonces, miles de personas se han manifestado en las calles de varios países.
Pese al intento de Benedicto XVI de explicar sus palabras sobre el islam, continúa la inconformidad. Desde Qatar, el jefe de la Unión Mundial de Ulemas (Sabios) Islámicos, el egipcio Yusef al Qaradaui, instó a los musulmanes a “expresar su ira el próximo viernes” (22 de septiembre). Según Al Jazeera, el destacado clérigo insistió, sin embargo, en que los musulmanes deben evitar acciones de violencia como las que ocurrieron tras la publicación de las viñetas de Mahoma el año pasado.
“La unión pide a los musulmanes que hagan que el próximo viernes sea un día de ira, pero esa ira debe ser razonable y con sensatez”, dijo el jefe de la Unión Mundial de Ulemas Islámicos.
“Advertimos a los musulmanes que no ataquen a mezquitas ni a personas (cristianas). Abogamos por la sensatez. Quienes puedan manifestarse el viernes, pues que lo hagan y los que no puedan, que se sienten en las mezquitas”, recalcó.
En Basora (Irak), más de 500 personas prendieron fuego a un muñeco que representaba al papa y a varias banderas estadounidenses y alemanas, según informó el diario El Mundo en su edición digital.
Militantes islamistas de la región india de Cachemira convocaron para el 18 de septiembre una huelga en protesta por el discurso del papa. En la capital, Srinagar, la mayor parte de los comercios y puestos de la administración permanecen cerrados por el paro. Por otra parte, la Conferencia Episcopal turca estudia la conveniencia de la visita del papa en noviembre.
El sucesor de Juan Pablo II dijo que “lamentaba profundamente” la cólera que despertaron sus palabras sobre el islam y dijo que la frase que usó de un texto medieval sobre las guerras santas no reflejaba su opinión.
Asimismo, el Vaticano emitió un comunicado el 16 de septiembre en el que mostraba el pesar de Benedicto XVI por el impacto de sus palabras.
“Lamento profundamente la reacción en algunos países a algunos de los pasajes de mi discurso en la Universidad de Ratisbona, que fueron considerados ofensivos para las sensibilidades de los musulmanes. Éstos, de hecho, fueron una cita de un texto medieval, que no expresan de ningún modo mi opinión personal. Espero que esto valga para aplacar el ánimo y aclarar el verdadero sentido de mi discurso, que en su totalidad era y es una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco”, dijo a los fieles que acudieron a su residencia veraniega en Castelgandolfo.
Revista Protocolo
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