El pasado 27 de mayo se llevaron a cabo elecciones municipales en España, en las cuales los resultados mostraron un avance significativo para el Partido Popular (PP), liderado por Mariano Rajoy. Por su parte, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero, no obtuvo los resultados que se esperaba, si se considera que es el partido gobernante.
Diana Torres Del Mazo
El PP logró captar un total de 155,991 votos, es decir, superaron con 40 mil sufragios el número de votos que obtuvieron en los comicios de 2003. Cabe destacar que por primera vez, el partido gobernante perdió las elecciones autonómicas y municipales, las cuales son consideradas por muchos analistas como la antesala de los comicios generales que se realizarán en 2008.
Estos comicios también sentaron precedente en la elección del presidente de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre (del PP) se convirtió en la presidenta más votada en la historia de la comunidad madrileña, con más de un millón y medio de votos. Asimismo, el PP consiguió 67 escaños en la Asamblea contra 42 del PSOE y 11 de Izquierda Unida (IU), por lo que continuará gobernando con mayoría absoluta.
La elección no sólo mostró el avance político de los partidos, sino también un severo abstencionismo. La participación ciudadana de 2007, que registró 63.82 por ciento, regreso a los niveles de abstencionismo de 1999. La Comunidad Autónoma de Cataluña fue la que mayor índice de abstención registró en toda España. En esta ocasión el abstencionismo en la región superó los 47 puntos porcentuales.
El panorama nacional e internacional de España ha tenido mucho que ver en el resultado electoral. Hay que recordar que en los comicios generales de 2004, España internamente estaba viviendo uno de los peores atentados terroristas de su historia. Asimismo, la sociedad española mostraba un alto grado de inconformidad por la participación del Estado en la guerra contra Irak, impulsada por los presidentes de Estados Unidos (George Bush), Reino Unido, (Tony Blair) y España (José María Aznar).
Por ello, no fue extraño el triunfo del PSOE encabezado por Rodríguez Zapatero, quien como primera medida de su gobierno solicitó el retiro de las tropas españolas del conflicto iraquí. No obstante, el gobierno del PSOE no ha conseguido llevar a cabo el resto de sus promesas de campaña, entre las que se incluyen la reforma al artículo 57.1 de la Constitución española, que hace referencia a la preferencia del varón sobre la mujer para acceder al trono, y la reforma al Senado. Lo que sí ha obtenido son severas críticas por su iniciativa de entablar negociaciones con la organización terrorista ETA y por su aprobación al matrimonio homosexual.
No podemos dejar de lado el hecho de que la política internacional también ha dado un giro importante. Paulatinamente hemos visto cómo se ha ido desmoronando el “Club” de las Azores, en el cual prácticamente sólo George Bush queda en pie. Sin embargo, se vislumbra que, en 2008, la Casa Blanca tendrá un nuevo inquilino y el gobierno de Estados Unidos un nuevo partido.
Asimismo, vemos cómo la agenda internacional ha comenzado a priorizar otros temas que van más allá de la intervención en Irak. Al parecer, el cambio climático está ocupando un lugar importante entre los temas mundiales por tratar. Del mismo modo, todo parece indicar que los estados desean retornar a los canales multilaterales y a la conciliación, prueba de ello son las negociaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur, entre la Unión Europea e Irán o aquellas que se han realizado para lograr una solución en el conflicto del Medio Oriente, encabezadas por Jordania, Egipto y Arabia Saudita.
Si los analistas tienen razón, posiblemente 2008 sea el año del regreso del PP al poder. Sin embargo, todavía quedan varios meses para que se celebren esas elecciones, por lo que los dos partidos nacionales de España aún tienen la oportunidad de volver a captar las simpatías de la sociedad española, que en definitiva será la que tendrá el as bajo la manga.
Revista Protocolo
