Internacional

EstadosUnidos Y después de las elecciones, ¿qué?

Sin duda ésa es la pregunta que nos hacemos no sólo los mexicanos sino la sociedad internacional en su conjunto. Las elecciones del 2 de noviembre de 2004 en Estados Unidos arrojaron un resultado que hasta cierto punto no esperá-bamos. Aunque las encuestas previas daban alguna pista de cómo quedarían las elecciones, la incógnita se mantuvo hasta el final.

La reelección de George Bush se debió a muchos factores, uno de ellos fue el tema de la seguridad nacional. De alguna manera la “guerra preventiva” que inició Bush con el ataque a Afganistán y después a Irak, son una muestra de la importancia que tiene la seguridad nacional en los temas locales de Estados Unidos. Es difícil predecir cuál será la línea de política exterior de la nueva administración, aunque todo parece indicar que con la llegada de Condoleezza Rice al Depar-tamento de Estado, no habrá cambios sustanciales. Sin embargo, todo dependerá del escenario que se presente y de los intereses estadounidenses.

Lo que prácticamente se puede asegurar es que el tema de la seguridad nacional, seguirá siendo la base no sólo para los asuntos exteriores del país sino también para los internos. Sin lugar a dudas dos de los temas que tienen que ver estrechamente con la seguridad nacional son la migración y la seguridad en las fronteras.
Migración

La migración es un fenómeno mundial que debe de ser visto desde muchos ángulos (racial, religioso, económico, cultural, político), los beneficios que aporta la migración tanto para el país receptor como para el emisor son muchos, pero de igual manera lo son los problemas que hay que enfrentar.

En el caso de México, las divisas provenientes de las remesas envia-das por los mexicanos que trabajan y radican en Estados Unidos, son uno de los agentes que más contribuyen a la economía mexicana. En años anteriores se logra-ron captar más de 15 mil millones de dólares, los cuales sólo han sido superados por la venta del petróleo.

Por su parte Estados Unidos no puede negar que también se favorece del trabajo de los inmigrantes, sin embargo, el asunto de la migración ha suscitado muchas posturas, algunas de ellas racistas, como la que señala en su artículo “Desafío Hispano” Samuel P. Huntington o la propuesta que se acaba de aprobar en Arizona denominada Propuesta 200, la cual es un remanente de aquella propuesta 187 que limitaba los servicios de educación y salud sólo a aquellos que pudieran comprobar su estancia legal en Estados Unidos.

Adiós a “la enchilada completa”

Antes de los ataques del 11-S la administración Bush se mostraba abierta y dispuesta a iniciar una negociación bilateral respecto al tema de la migración, tópico que nunca se ponía en la agenda. En julio de 2001 el presidente Fox presentó un proyecto que incluía cinco puntos, lo que se llamó “la enchilada completa”: 1) la lega-lización de los inmigrantes que ya habían cruzado la frontera y vivían en Estados Unidos; 2) la exención para México —y Cana-dá— del sistema de restricciones normales para la entrada de inmigrantes legales; 3) la negociación de un programa de trabajadores temporales; 4) mayor cooperación bilateral para disminuir el número de decesos que ocurren en la frontera, y 5) promover el desarrollo de las comunidades con mayor índice de expulsión de migrantes.

Este plan fue bien acogido tanto por el gobierno estadounidense como por la opinión pública y los sindicatos. La apro-bación o al menos la negociación de este proyecto representaba votos seguros para los comicios de 2004, dada la importancia que los latinos y sus organizaciones tienen en Estados Unidos.

Sin embargo, todo aquel progreso alcanzado se vino abajo con los atentados terroristas. Después de ellos ni la relación bilateral ni el mundo en su conjunto serían lo mismo. Aunque el tema de la migración se mantuvo en la agenda de las reuniones de la Comisión Binacional y las reuniones de los propios mandatarios, lo cierto es que pasó a ocupar un lugar muy bajo en las prioridades de Estados Unidos. Además, las controversias suscitadas por la intervención en Irak enfriarían la relación bilate-ral, la cual tardaría en volver a sus cauces normales y retomar el asunto de la migración tan prioritario para el gobierno de México.

Seguridad

El tema que sí ocupó un lugar destacado en las negociaciones fue la seguridad en la frontera. El intercambio de información entre las organizaciones estadounidenses y mexicanas se incrementó, este hecho ha permitido conocer datos respecto a organizaciones no sólo terroristas, sino también de tráfico de personas o narcóticos. Es casi seguro que la negociación de la seguridad en la frontera continúe y se siga incrementando conforme vaya avanzando la nueva administración con el fin de prevenir un nuevo ataque.

De hecho, con miras a reanudar el diálogo respecto a la migración pero basado en la seguridad fronteriza, en enero de 2004 el presidente Bush propuso un plan que consistía en tres puntos, los cuales ya habían sido incluidos en la pro-puesta mexicana: 1) un programa de trabajadores huéspedes que ofreciera garantías civiles y derechos laborales; 2) un programa de lega-lización (que no de amnistía) para los trabajadores indocumentados, y 3) un programa de cruce en la frontera ordenado y seguro. Este programa no ha sido autorizado por el Congreso estadouni-dense, por lo que hasta el momento es un acuerdo de papel.

Frontera segura

En la última reunión que sostuvieron los mandatarios de México y Estados Unidos durante la XII Reunión de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se llevó a cabo en noviembre de 2004, la postura de George Bush respecto al tema de la migración fue afinar el proyecto de la reforma migratoria para volvérsela a plantear al Congreso a principios de 2005, pero recalcando que su preocupación se basa en tener una frontera segura. Los logros que se puedan obtener de este nuevo plan migratorio dependerán de la seguridad en la frontera.

El gobierno de México sabe que ya no es posible alcanzar la “enchilada completa” y de alguna manera se conforma con lo que se pueda conseguir desde la negociación de la seguridad en la frontera. Como bien dicen, el gobierno de Estados Unidos ha mostrado mucha voluntad por negociar el tema migratorio, desgraciadamente pese a la voluntad son pocos los progresos.

Hay que tomar en cuenta que en el plano nacional el tema de la migración tampoco tiene muchos puntos a su favor, porque tenemos una elección en puerta bastante adelantada, pero que ha acaparado los asuntos nacionales.

Para México, la migración no es un tema de seguridad nacional es un tema económico, de desarrollo de comunidades y de oportunidades de empleo. Si regresaran a México los millones de inmigrantes que hay en Estados Unidos, el país tendría que afrontar grandes problemas que nadie ha visto ni quiere ver: sobrepoblación, escasez de alimentos y medicinas, falta de espacios en los niveles escolares básicos, aumento en la inseguridad, falta de infraestructura urba-nística, etcétera.

Como lo señala Rafael Fernández de Castro (analista político) “la migración es mucho más que una válvula de escape. Es uno de los principales motores de la economía nacional”.

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