El dirigente del PT fue consultado sobre la nueva situación surgida en Brasil tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada el lunes pasado por el presidente Morales.
Según Walter Pomar, “a corto plazo no debe haber alteración en el precio del gas ni tampoco un impacto políticamente relevante sobre la inflación. Claro que en el mediano plazo algo debe cambiar, porque los precios que pagamos por el gas boliviano son bajos y deben subir”.
Actualmente el millón de unidades térmicas británicas (BTU) que se vende a Brasil está en 3.26 dólares y el millón de pies cúbicos de gas a Argentina en 2.6 dólares, pese a que el incremento en los precios internacionales del petróleo cotiza el millón de BTU en nueve dólares.
Morales dijo que “quisiéramos subir en dos dólares” el precio del gas boliviano que se comercializa a los mercados vecinos, que representará un importante ingreso para el erario nacional.
El incremento de un solo dólar representa más de 300 millones de dólares adicionales anuales y, de establecer un aumento de dos dólares se conseguirá más de 600 millones de dólares que permitirán —dijo— afrontar los problemas económicos como el déficit fiscal.
Este déficit diferencia entre los ingresos y egresos, asciende a más de 300 millones de dólares. Ante estos problemas los “gobiernos siempre han ido a mendigar (al exterior)”, pero ahora —aseguró Morales— la recuperación de los recursos naturales permitirá resolver estos temas internamente.
El Decreto Supremo 28701, de nacionalización de los hidrocarburos, otorga un plazo de 180 días a las empresas petroleras para firmar nuevos contratos en función a la nueva realidad legal energética. Hasta el momento la empresa Repsol-YPF fue la primera en iniciar este proceso de diálogo.
Fuente: hoybolivia.com
