Coretta Scott King, quien convirtió una vida destrozada por el asesinato de su marido, Martin Luther King, en una consagrada a promover su legado a los derechos humanos y la igualdad de razas, ha muerto, dijo el 31 de enero el ex alcalde de Atlanta Andrew Young a la cadena NBC.
Coretta falleció a la edad de 78 años en una clínica en Playa Rosarito, Baja California, México.
La viuda del incansable defensor de los derechos civiles estaba en México, donde recibía cuidados especiales para una enfermedad incurable cuando le sobrevino la muerte en la clínica Santa Mónica, muy cerca de la frontera con Estados Unidos.
Coretta King fue una lugarteniente fiel de su esposo durante las jornadas más agitadas de la lucha por los derechos cívicos. Se casaron en 1953.
Después del asesinato de King en Memphis, Tennessee, el 4 de abril de 1968, mantuvo vivo su sueño al tiempo que crió a sus cuatro hijos.
Coretta Scott King, quien fue conocida como “la primera dama del movimiento por los derechos civiles”, siempre se mostró como una entusiasta activista por los derechos humanos.
Dedicó la mayor parte de su vida a luchar en favor de las minorías en su país, así como a llevar el mensaje de paz y justicia alrededor del mundo, lo que incluye una visita que hizo a México en 1992 en la cual develó una estatua en honor de su difunto esposo.
Revista Protocolo
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