Internacional

Inauguran nueva embajada de EU en Berlín

El ex presidente de Estados Unidos George Bush (padre) inauguró el pasado 4 de julio la nueva embajada de su país en Berlín, situada en la Pariser Platz, junto a la emblemática Puerta de Brandeburgo.

Bush y el embajador William Timken cortaron simbólicamente la banda roja dando así por inaugurada la nueva sede diplomática que supuso una inversión de cerca de 130 millones de dólares.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, recordaron, con motivo de la inauguración, la aportaciones que hizo Estados Unidos a la reunificación de Alemania.

Merkel además recordó la importancia del Plan Marshall para la reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial y el puente aéreo con que los estadounidenses rompieron el bloqueo a Berlín Occidental que había querido imponer la antigua Unión Soviética.

“Sin el apoyo de Estados Unidos con el Plan Marshall, sin el puente aéreo de los aliados occidentales y su decisión de defender la libertad de Berlín Occidental, la historia alemana hubiera sido distinta”, dijo Merkel.

La nueva embajada del gigante norteamericano es uno de los edificios más caros y ambiciosos de los últimos años, y sus necesidades de seguridad alterarán la zona que rodea la célebre Puerta de Brandeburgo.

«Para Estados Unidos, Berlín es la ciudad más interesante de Europa”, sostuvo Gary Smith, director de la American Academy.

«La sociedad de Berlín no es estática ni cerrada como la de muchas otras grandes ciudades europeas, y de este dinamismo se beneficia toda Alemania”, agregó.

Con la nueva embajada estadounidense «los lazos entre Alemania y Estados Unidos se reforzarán”, opinó Smith sobre el edificio que se inauguró el día de la independencia estadounidense.

La embajada fue construida en el mismo solar de la legación estadounidense antes de la guerra, con lo que retorna a su lugar histórico.

Ya en 1992, Estados Unidos había manifestado su voluntad de construir la nueva embajada en ese solar pero el proyecto tuvo muchos contratiempos debido a las dificultades para compaginar las exigencias de seguridad con el respeto al marco urbanístico.

Se llegó incluso a discutir la posibilidad de desviar el curso de una calle y recortar parte del parque Tiergarten, lo que fue rechazado por las autoridades municipales berlinesas.

El conflicto entre la seguridad y las consideraciones urbanísticas se agravó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, pese a ello el proyecto logró llevarse a feliz término.

Las exigencias de seguridad hacen que el edificio tenga cierto aspecto de fortaleza, por lo que ha recibido algunas críticas.

Revista Protocolo

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