Internacional

La IX Cumbre de Norteamérica

“Los protagonistas obvios de esta cumbre son los tres mandatarios, pero hay un protagonista invisible. Me refiero nada más y nada menos que a Xi Jinping, el mandatario chino”

Aribel Contreras Suárez*

Ciudad de México, 19 de noviembre de 2021.— Ayer se celebró la edición número nueve de la Cumbre de Líderes de América del Norte en Washington, Estados Unidos. Después de una pausa de cinco años, al fin se retoma esta reunión al más alto nivel de los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México.

Cuando se creó este diálogo en el año 2005, fue con la intención de que se realizara anualmente en alguna ciudad rotando geográficamente los tres países. Sin embargo, por la era Donald Trump, esta cumbre quedó en pausa. Hoy pudiéramos decir que el encuentro ya llega tarde. ¿Por qué? Porque si bien es cierto que Joe Biden asumió la presidencia hecha un caos, también lo es que las prioridades han sido muchas pero retomar esta cumbre con sus vecinos, amigos y socios del norte y del sur es indispensable. Por eso me parece que se ha perdido tiempo muy valioso durante este año sin haberla hecho antes.

Se ha especulado mucho sobre los temas de la agenda trilateral y aunque hay anuncios oficiales sobre lo que sí y lo que no se hablará, tenemos certeza de que una de las grandes preocupaciones que ocupa a los gobiernos de Joe Biden y el canadiense Justin Trudeau es la reforma energética presentada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al Congreso el pasado 30 de septiembre de 2021. Esta reforma no solo es la modificación a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución mexicana, sino que representa un impacto directo en la cadena de valor del sector de los hidrocarburos, es decir, más allá de ser un tema de la agenda doméstica, es un tema vinculado a los compromisos internacionales establecidos en el Tratado México-EEUU-Canadá (T-MEC). Por lo que por más que digan que no está en la agenda, yo digo que sí lo está.

Otro tema interesante es la parte laboral que tanto ha sacado salpullido a empresas. Recordaremos que fue un tema lleno de espinas durante la negociación y que ya sabíamos que, aunque se había hecho una reforma a Ley Federal del Trabajo, nos quedábamos cojos en esta parte porque aún hay mucho por hacer.

Si nos movemos al cambio climático, no solo es un tema multilateral donde observamos en los pasados días que los tres países pasaron lista en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP26) allá en Glasgow, Escocia. Digo “pasaron lista” porque en muchos momentos, mecanismos e instrumentos, algunos países envían a funcionarios solo a pasear, a sacarse la foto y a firmar declaraciones. Este rubro es vital porque mientras Canadá y EEUU están alineados a que los objetivos sean alcanzados, México aún presenta un déficit en los avances necesarios. Un ejemplo claro es el sector automotor. Mientras que el T-MEC ha presentado sus complejidades de interpretación para obtener el contenido del valor regional en dicho sector, la cadena de suministro está orientada a los automóviles convencionales. Pero en estos días, el presidente estadounidense dijo que daría estímulos de no pagar los impuestos correspondientes por la adquisición de autos eléctricos siempre y cuando estos estén hechos cien por ciento en la Unión Americana, es decir, el enfoque es diferente.

Otra arista sumamente importante que fue abordada ayer es la de las cadenas de suministro. Sabemos que, para el inquilino de la Casa Blanca, es un tema prioritario y que por eso solicitó a principios de año una investigación (primero de cien días y luego de un año) para analizar los productos y sectores estratégicos que son sensibles a la dependencia de proveeduría china. México ha manifestado su intención de sumarse a las cadenas de suministro, pero yo no he encontrado algún documento donde se especifique cómo. Aquí hay una gran área de oportunidad para nuestro país para que entonces voltee a ver cómo convertirse en el proveedor sustituto de algunos productos.

Los protagonistas obvios de esta cumbre son los tres mandatarios, pero hay un protagonista invisible. Me refiero nada más y nada menos que a Xi Jinping, el mandatario chino. Es protagonista invisible porque, aunque no está invitado a la reunión, seguramente se hablará de él y de su país. Esta gran dependencia que el mundo tiene con China, la crisis sanitaria cuyo epicentro fue en este gigante asiático, la crisis de las cadenas de suministro originada por la pandemia, la crisis de los contenedores como consecuencia de la disrupción en las cadenas de suministro y donde aún vemos que China no está retornando los contenedores y la nueva crisis de los energéticos en Europa, China y la India, que afectarán a América del Norte, me lleva a pensar que es vital hablar de un anexo dentro del T-MECsobre manejo de crisis (sanitaria, financiera, climática, etc.) y otro anexo sobre integración de cadenas de suministro.

Si los tres mandatarios se atreven a salirse del guion para no enfrascarse en temas como el de Cuba, Venezuela, derechos humanos, democracia y migración, y se arriesgan a innovar para crear una agenda sostenible, integral y global para América del Norte, para hacer frente a los retos y a las amenazas regionales y globales, habrá valido la pena la larga espera.

* Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana

aribel.contreras@ibero.mx

Twitter: @AribelContreras

Instagram: aribeldiplomatique

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