Internacional

La llegada y salida de un jefe de misión

Regularmente el reemplazo de los jefes de misión sucede después de un cambio en el gobierno que lo envía o bien por algún hecho inesperado, como la renuncia o la muerte del anterior representante.

En cualquier caso, las formalidades que deben seguirse para la entrada y la salida del jefe de misión serán las mismas. Una vez designado por el presidente de la República –por recomendación del secretario de Relaciones Exteriores– el nuevo delegado deberá presentarse ante su nueva adscripción a la brevedad posible y antes de la fecha señalada por el Estado receptor, si así lo hubiera fijado.

Conviene que antes de llegar a la adscripción, el representante se empape de la información necesaria que le será de utilidad durante su gestión, como es conocer qué tipo de relaciones llevan su país y el que lo recibe; saber a qué tratados internaciones y a qué organizaciones está suscrito el país receptor, así como estar al tanto de datos sociales, culturales y religiosos.

Antes de partir, el jefe de misión deberá proveerse de los documentos que le sirvan para su acreditación y desempeño, como son: sus cartas credenciales, el de plenos poderes (si llegase a ser su caso), pasaporte o salvoconductos (si se encontrara adscrito a una misión que estuviera en guerra o que requiera de éste) y obviamente de las instrucciones u objetivos que le dicte el gobierno.

Por cortesía el jefe de misión puede visitar a su homólogo acreditado en el país (en este caso México) que corresponda a la adscripción que se le ha enviado, con el fin de intercambiar información sobre ambos países y de pedir el visado correspondiente, tanto para él como para sus acompañantes (familiares).

El Ministerio de Relaciones Exteriores del país del jefe de misión, deberá comunicarle a la representación diplomática de la nueva adscripción del embajador, la hora, el día y la forma de llegada de éste. Asimismo, la representación deberá comunicárselo a su ministerio, con el fin de que la oficina de protocolo determine el tipo de ceremonial que se llevará a cabo para recibir al nuevo representante.

Se recomienda que sea un funcionario del área de protocolo quien le dé la bienvenida al nuevo jefe de misión en nombre del jefe de Estado y del secretario de Relaciones Exteriores. A este recibimiento, se le pueden unir los empleados de la embajada que estará a su cargo como muestra de bienvenida y ceremonial. Pero no es un requisito indispensable.

Será hasta la “entrega de despacho” (cuando se hará un reporte detallado del Estado de la embajada) que el anterior funcionario dejará la adscripción.

Cartas credenciales

Al llegar al país en donde ha sido acreditado, el jefe de misión deberá enviar una nota diplomática a la cancillería anfitriona, por medio de la cual comunicará su llegada y pedirá una audiencia con el secretario de Relaciones Exteriores, la cual comúnmente se realiza previa a la entrega de cartas credenciales ante el jefe de Estado. Para dicha gestión, el jefe de misión podrá comunicarse con la oficina de protocolo de la cancillería en cuestión.

Para el caso mexicano, la entrega de las cartas credenciales ante el secretario de Relaciones Exteriores se realizará de la siguiente manera:
“La entrega se efectúa en el despacho del señor secretario de Relaciones Exteriores. En la fecha y hora fijada, un funcionario del Protocolo se encargará de esperar al nuevo jefe de misión en el vestíbulo de la cancillería y lo conducirá hasta la sala de espera del despacho del C. secretario, donde será recibido por el director general de Protocolo quien, a su vez, lo introducirá al despacho del señor secretario. Al acto asistirá únicamente el embajador, salvo que fuera necesario un traductor. La audiencia tendrá una duración aproximada de diez minutos.”

¿Qué son las cartas credenciales?

Las cartas credenciales son un documento que elabora el Ministerio de Relaciones Exteriores y que está firmado por el jefe de Estado y refrendado o ratificado por el ministro de Relaciones Exteriores. Por medio de esta carta al jefe de misión se le acredita ante el Estado receptor en esa calidad. En el caso de los embajadores, nuncios y ministros, las cartas credenciales van dirigidas al jefe de Estado. Para el caso de los encargados de negocios ad hoc, las cartas credenciales tendrán la forma de una carta de gabinete y serán dirigidas al ministro de Relaciones Exteriores de un homólogo hacia otro.

El contenido de las cartas credenciales

Las cartas credenciales deberán contener el nombre completo del acreditado, sus títulos, categorías y el objeto de su misión; queda asentado también que todo cuanto diga en el nombre de su gobierno habrá de dársele fe. La redacción y el contenido de las mismas pueden variar dependiendo el país.

Si el anterior funcionario no pudo entregar sus cartas de retiro, será el nuevo jefe de misión quien se encargue de ello ante el jefe de Estado y al secretario de Relaciones Exteriores.

Si por algún motivo ajeno a él, el jefe de misión no pudiera entregar sus cartas credenciales, el gobierno del Estado receptor podrá otorgarle un permiso provisional para que desarrolle sus funciones, en tanto tenga la capacidad de realizar la presentación de sus cartas.

La entrega de cartas credenciales no es exclusiva de los representantes diplomáticos, se puede llevar a cabo en los siguientes casos:
• Cuando un soberano asume un título que los demás países no reconocen.
• Cuando un jefe de misión es promovido sur place.
• Si se produjera la muerte o la abdicación de un soberano.
• Cuando un régimen cercano al cual fue acreditado el enviado, es derrocado por otro.

Entrega ante el Jefe de Estado

El jefe de misión, durante la entrega de sus cartas credenciales al ministro de Relaciones Exteriores, pedirá (de forma oral o escrita) que le solicite al jefe de Estado, el día y la hora en que lo recibirá en audiencia oficial, para la entrega de sus cartas.

El jefe de misión esperará la respuesta o comunicación de la cancillería de la nación receptora, sobre la audiencia con el jefe de Estado. El desarrollo protocolario de la audiencia del jefe de misión con el jefe de Estado, puede variar de un país a otro, ya que cada uno tiene el derecho de fijar sus normas protocolarias en este sentido.

En México, el presidente de la República debe de portar la banda presidencial durante la entrega de las cartas credenciales de los embajadores y los ministros que sean acreditados por el gobierno mexicano.

También en el caso mexicano –y frecuentemente en muchos otros países– el jefe de misión que entregará las cartas credenciales al jefe de Estado, se acompañará por el jefe de Protocolo (en este caso, el director general de la Oficina de Protocolo de la Secretaría de Relaciones Exteriores) durante la audiencia, este mismo será el encargado de anunciarle al jefe de misión el día, la hora y las formalidades del protocolo que deberá seguirse durante la entrega de las cartas. Asimismo, un funcionario de la oficina de Protocolo deberá acompañar al embajador desde la puerta de su domicilio hasta el lugar fijado.

Las audiencias de entrega de cartas credenciales en México se pueden realizar en la residencia oficial de Los Pinos o en Palacio Nacional, donde la entrega se hará en el Salón de Embajadores.

En estas audiencias de cartas credenciales se requiere de igual manera la presencia del ministro de Relaciones Exteriores. Una vez que el jefe de misión presente al jefe de Estado sus cartas credenciales, éstas se le entregarán al ministro de Relaciones Exteriores. Al término de la conversación entre el jefe de Estado y el embajador, éste hará la presentación de su personal, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores será el encargado de presentar a los miembros del gobierno presentes al nuevo embajador.

Antes de la entrega de las cartas credenciales (en el momento de su arribo a Palacio Nacional) y después de la entrega de las mismas (a la salida de la ceremonia), se debe de interpretar a la entrada el Himno Nacional Mexicano y a la salida el himno nacional del Estado representado.

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