Internacional

Nueva era para el principado de Mónaco

El 12 de julio de 2005, Alberto II asumió el principado de Mónaco, tres meses después de la muerte de su padre, Rainiero III.

El príncipe Rainiero III Grimaldi fue el trigésimo príncipe de Mónaco, descendiente directo de Francois Grimaldi, quien, disfrazado de monje franciscano junto con sus hombres, se apoderó en 1297 de la fortaleza (actual Palacio Principesco) que entonces pertenecía a Génova. Desde los inicios se alió con Francia y bajo su protectorado, la familia Grimaldi fue apoderándose de las tierras aledañas hasta formar el territorio que hoy ocupa Mónaco.

A lo largo de los siglos el principado defendió su identidad y conservó su independencia gracias a la firmeza de sus príncipes.
Considerado como un reducto feudal en pleno siglo XXI, el carisma de Rainiero III situó a Mónaco en las principales plazas financieras mundiales. Negocios y ocio son las características que definen hoy al principado.
Rainiero III y su descendencia

Rainiero III, nacido en 1923, sucedió a su abuelo, el príncipe Luis III en 1949. Siete años después contrajo matrimonio con la actriz estadounidense Grace Kelly, uno de los iconos del mítico mundo de Hollywood, que convirtió definitivamente a Mónaco en un principado de película donde la fortuna y la desgracia se entrelazan eternamente.
Del matrimonio nacieron tres hijos: la princesa Carolina (1957), el príncipe Alberto (1958) y la princesa Estefanía (1965).

Sus biografías han llenado las páginas de las revistas de sociedad de todo el mundo, la mayoría de las veces mostrando la desdicha de una de las familias más conocidas en los cinco continentes.

El cuento de hadas empezó a empañarse con la muerte de la princesa Grace en un accidente automovilístico en 1982. Entonces su primogénita, la princesa Carolina, la sucedió de facto como primera dama del principado. Casada desde 1978 con Philippe Junot, pronto se divorció para unirse con Stefano Casiraghi en 1983 con quien tendría tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre. La desgracia volvería a visitar palacio en 1990 cuando falleció Stefano en un accidente acuático en 1990.

En 1999 volvió a contraer matrimonio, esta vez con el príncipe Ernesto de Hannover, perteneciente a una de las casas reales más antiguas de Europa, y de cuya unión nació la princesa Alexandra en 1999.

La vida de su hermana Estefanía no es más afortunada. Sus escarceos amorosos son frecuentes. Su primer marido fue su guardaespaldas Daniel Ducruet con quien tuvo dos hijos: Luis y Pauline. Tras su divorcio tuvo una niña, Camila, con otro guardaespaldas y sus parejas sentimentales se han ido sucediendo.

El “soltero de oro”

El príncipe Alberto se ha granjeado una merecida fama de soltero de oro. Único hijo varón, es el sucesor de su padre en la responsabilidad al frente de Mónaco. Las revistas continuamente le han atribuido romances, sobre todo con jóvenes actrices y modelos pero ninguna ha llegado a convertirse en su esposa.

Pocos días antes de su juramento como príncipe de Mónaco, reconoció ser el padre de un niño nacido de su relación, hasta entonces secreta, con la azafata Nicole Coste. Desde palacio se anunció expresamente que el pequeño Alexandre no ostenta derechos sucesorios.

El príncipe Rainiero III falleció el 6 de abril de 2005 a los 81 años de edad tras 56 al frente del pequeño principado y su único hijo varón se convirtió en el príncipe Alberto II. Aunque la solemne ceremonia de entronización se celebrará el 19 de noviembre con la asistencia de las casas reales mundiales, el 12 de julio inició su mandato en una emotiva ceremonia en la que el alcalde de la ciudad le entregó simbólicamente las llaves del principado.

En el primer discurso a sus súbditos, el príncipe Alberto manifestó su determinación de hacer que Mónaco sea “a su manera, una gran potencia”, y recordó las palabras de su padre, a quien gustaba decir que “no hace falta ser un gran país para tener grandes sueños”.

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