El Congreso de Paraguay aprobó recientemente una ley antisecuestros que contempla penas para los autores de 15 a 30 años de cárcel.
El senador Emilio Camacho, del opositor Partido Encuentro Nacional (PEN), informó que «quienes resulten responsables de plagios, de acuerdo con la gravedad de los hechos, recibirán condenas entre 15 y 25 años de cárcel, pero quienes llegaren a matar a sus víctimas, estarán 30 años encerrados».
Los secuestros con fines de extorsión aparecieron en Paraguay en 2001 y la primera víctima fue Edith Debernardi, familiar del ex ministro de Economía Enzo Debernardi. Por su liberación con vida fue pagado un rescate de dos millones de dólares.
De acuerdo con reportes de la policía paraguaya, de 2001 a septiembre de 2004 ocurrieron 27 plagios denunciados oficialmente, sin embargo, es probable que ocurrieran más casos que no fueron comunicados a las autoridades.
El 21 de septiembre de 2005 se cumplió un año del secuestro de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas, quien finalmente fue encontrada muerta. La víctima, de 25 años, fue hallada en un pozo de dos metros de profundidad en febrero de este año, pese a que la familia pagó 800 mil dólares como rescate.
Aunque actualmente cesó este tipo de secuestros, la inseguridad permitió que florecieran las empresas privadas que ofrecen servicios de guardaespaldas y vigilantes para residencias y oficinas.
El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, quien en julio pasado recibió una amenaza de muerte a través del correo electrónico, dijo recientemente que «terminaron los secuestros» y anunció que en 2006 habrá mil «agentes urbanos, que a partir de 2007 saldrán a la vía pública a colaborar con la seguridad ciudadana».
Revista Protocolo
