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Petróleo, gripe aviar y proteccionismo, los mayores riesgos para la economía mundial: Rodrigo Rato

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, advirtió el pasado 24 de marzo que el alto precio del petróleo, las tendencias proteccionistas de algunos países y la gripe aviar son los mayores riesgos para la economía mundial.

El directivo del FMI pronosticó que los elevados precios del crudo se van a mantener en el mediano plazo, por lo que, dijo, los países deben «adaptarse a precios altos de la energía», lo que requiere que el consumidor «sea consciente» de que debe pagar más.

Rato, quien visitó el puerto de Acapulco, México, para participar en la LXIX Convención Bancaria de México, advirtió que otro riesgo es la evolución de los desequilibrios mundiales ligados a las diferencias entre el ahorro y la inversión entre los países.

A este respecto, indicó que puede ser «un serio problema para la economía mundial» si se reducen los flujos de financiación del déficit de Estados Unidos, por lo que instó a ese país a «aumentar su tasa de ahorro interna», y a Europa y a Japón, a tener «una posición más importante» en el panorama económico mundial.

También sostuvo que existe el riesgo de que, si no hay una resolución positiva de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial, aparezcan tensiones proteccionistas en algunos países.

En este ámbito, llamó a los países desarrollados a ser «responsables» y no perjudicar sus intereses por decisiones que «no tienen ninguna base en el interés de sus consumidores».

Finalmente, dijo que una posible epidemia de gripe aviar podría tener consecuencias «intensas pero de corta duración» en la economía mundial, por lo que recomendó tomar medidas financieras de liquidez.

El ex ministro español de Economía indicó que el FMI debe revisar su papel de cara a la estrategia «decidida de muchas de las economías emergentes» de constituir grandes reservas de divisas y realizar acuerdos regionales de mutua ayuda financiera.

Asimismo, consideró que es una necesidad revisar el peso de algunos países emergentes dentro del FMI, porque en los últimos 15 años «han dado un salto en su peso relativo dentro de la economía mundial».

Tener mayor peso en cuanto a voto en el Fondo «no es cuestión de reconocimiento o de posibilidad de acceso a crédito, sino de responsabilidad en la economía mundial», aseveró Rato.

Advirtió que Turquía, el mayor deudor del FMI, tiene «serias vulnerabilidades» como el nivel de su deuda pública e inflación, los cuales podrían llevar a la economía a un periodo de «dientes de sierra» (subidas y bajadas constantes).

Rato criticó las últimas medidas del gobierno turco —disminución de impuestos y aumento del gasto público— porque «se alejan de los acuerdos» establecidos entre el país y el FMI.

Reiteró la importancia de que Turquía «mantenga una línea coherente» para conservar la credibilidad de su política macroeconómica «en su propio beneficio», y que lleve a cabo una reforma en las pensiones que es «indispensable para la sostenibilidad del presupuesto».

También reconoció que los niveles de préstamos del FMI son «históricamente bajos» por lo que ha planteado modificar la política de ingresos de la institución y buscar opciones en el mediano plazo como las cuentas de inversión o que los países paguen por la asistencia técnica que brinda el FMI.

Rato se refirió además a la política monetaria de China, que evolucionó de un sistema con tipo de cambio fijo a uno flexible en relación a una bolsa de monedas, y destacó que en las últimas semanas se ha visto una evolución «relativamente más dinámica» en la actuación de las fuerzas de oferta y demanda en la fijación del precio del yuan.

En relación con América Latina, dijo que necesita permitir que el sistema financiero traslade «oportunidades y financiación a todos los ámbitos de la sociedad y no sólo a las grandes compañías», porque sin esa medida el potencial de crecimiento de la región se verá reducido.

Acerca de México señaló que el país necesita una economía «más dinámica» que debería crecer a tasas del 4 o 5 por ciento, y disminuir su dependencia de los ingresos del petróleo, porque ello impide que se adelante una reforma fiscal profunda.

Fuente: EFE.

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