Internacional

Presidentes acuerdan creación de la nueva Unión Latinoamericana

Suman a Cuba y dejan fuera a Estados Unidos y Canadá

Mandatarios de América Latina y el Caribe aprobaron el 23 de febrero por aclamación constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que incorpore a todos los países del hemisferio, sin Estados Unidos ni Canadá.

El nuevo organismo que derivará del Grupo de Río, reúne a 33 países. La secretaría pro témpore de la instancia multilateral será asumida por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero el proceso será conducido desde el 11 de marzo por el debutante presidente derechista Sebastián Piñera.

El magnate chileno es identificado en el concierto latinoamericano como un aliado de Estados Unidos y cercano a las posiciones del presidente colombiano Álvaro Uribe, uno de los gobernantes que concentra los más duros conflictos de la región.

Los presidentes y altos representantes de 33 países asistentes a la denominada Cumbre de la Unidad que se llevó a cabo del 21 al 23 de febrero en Quintana Roo, México, acordaron lanzar el nuevo bloque, aunque su funcionamiento formal ocurrirá cuando se hayan acordado sus estatutos.

El objetivo será proyectar a escala global a la región con fundamento en el respeto al derecho internacional, igualdad de estados, respeto a los derechos humanos y la cooperación, señaló el presidente de México Felipe Calderón, anfitrión del encuentro.

“Están dadas las condiciones para avanzar hacia la constitución de una organización regional puramente latinoamericana y caribeña y que represente a las 33 naciones independientes de la América Latina y el Caribe”, añadió en una reunión plenaria de los mandatarios.

El presidente cubano Raúl Castro calificó la creación del nuevo mecanismo como “de trascendencia histórica”.

En la Riviera Maya, el debate de los gobernantes del Grupo de Río y los 15 del Caribe se centró en la transformación de este mecanismo de consulta y concertación política en una nueva Unión Latinoamericana, paralela a la Organización de Estados Americanos (OEA) y sin la presencia de Estados Unidos y Canadá, en la búsqueda de lograr una mayor gravitación en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en sus relaciones con los países del norte y la Unión Europea. La meta es ambiciosa.

“Es un ejercicio de gran trascendencia que pretende poner en una sola sintonía sistematizada una agenda de trabajo para la región en su conjunto por primera vez”, dijo la canciller mexicana, Patricia Espinosa Cantellano.

Por cierto, en las cancillerías de los países involucrados hay dudas sobre la iniciativa. La propia cancillería mexicana admitió que hay opiniones que alertan sobre la conveniencia de estructurar un bloque que podría ser visto “con reservas” por Washington.

Pero es una idea mayoritaria que éste es el momento más propicio, luego que el propio presidente Barack Obama declarara que Estados Unidos debe establecer una nueva relación con América Latina, postergada en la agenda de George Bush que dio prioridad a la “guerra contra el terrorismo”.

A la Cumbre en la Riviera Maya llegaron los gobernantes y representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, así como la Comunidad del Caribe o Caricom, integrada a su vez por 27 países de la región.

El único mandatario que no fue invitado a la cita es el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cuyo país fue suspendido de la OEA el año pasado, luego del golpe de Estado de junio que derrocó a Manuel Zelaya.

El presidente saliente de Costa Rica, Oscar Arias, lamentó que “en esta cumbre de la unidad se encuentre ausente el gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo sino auxilio”.

Aunque los mandatarios estuvieron de acuerdo en la nueva entidad, las opiniones aún son divergentes sobre si debe sustituir o no a la OEA, un organismo que algunos han señalado como ineficaz para resolver disputas regionales y en el que sí participan Estados Unidos y Canadá.

“Es muy importante no pretender reemplazar a la OEA. La OEA es una organización permanente que tiene sus propias funciones”, declaró el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera.

Los gobernantes acordaron realizar una cumbre en Venezuela en 2011 y otra en Chile en 2012 para caminar hacia la constitución total de la comunidad. Los líderes superaron las diferencias iniciales sobre el nombre que debería llevar el grupo, aunque el presidente Felipe Calderón dijo que aún podría revisarse.

“El nombre puede ser lo de menos y en todo caso en el curso de las cumbres que habrán de realizarse primero en Venezuela y en Chile el año posterior, probablemente en Santiago, podemos en todo caso visualizar un nombre, pero es importante ir dándonos identidad”, dijo Calderón.

Hasta en tanto no se constituya en su totalidad el nuevo organismo la cumbre de la unidad será “un foro unificado” que preservará el Grupo de Río y a la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), que por primera vez se desarrolló en 2008 en Brasil y donde se habló de manera formal de la necesidad de avanzar hacia un nuevo mecanismo.

Revista Protocolo

Presidentes acuerdan creación de la nueva Unión Latinoamericana

Suman a Cuba y dejan fuera a Estados Unidos y Canadá

Mandatarios de América Latina y el Caribe aprobaron el 23 de febrero por aclamación constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que incorpore a todos los países del hemisferio, sin Estados Unidos ni Canadá.

El nuevo organismo que derivará del Grupo de Río, reúne a 33 países. La secretaría pro témpore de la instancia multilateral será asumida por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero el proceso será conducido desde el 11 de marzo por el debutante presidente derechista Sebastián Piñera.

El magnate chileno es identificado en el concierto latinoamericano como un aliado de Estados Unidos y cercano a las posiciones del presidente colombiano Álvaro Uribe, uno de los gobernantes que concentra los más duros conflictos de la región.

Los presidentes y altos representantes de 33 países asistentes a la denominada Cumbre de la Unidad que se llevó a cabo del 21 al 23 de febrero en Quintana Roo, México, acordaron lanzar el nuevo bloque, aunque su funcionamiento formal ocurrirá cuando se hayan acordado sus estatutos.

El objetivo será proyectar a escala global a la región con fundamento en el respeto al derecho internacional, igualdad de estados, respeto a los derechos humanos y la cooperación, señaló el presidente de México Felipe Calderón, anfitrión del encuentro.

“Están dadas las condiciones para avanzar hacia la constitución de una organización regional puramente latinoamericana y caribeña y que represente a las 33 naciones independientes de la América Latina y el Caribe”, añadió en una reunión plenaria de los mandatarios.

El presidente cubano Raúl Castro calificó la creación del nuevo mecanismo como “de trascendencia histórica”.

En la Riviera Maya, el debate de los gobernantes del Grupo de Río y los 15 del Caribe se centró en la transformación de este mecanismo de consulta y concertación política en una nueva Unión Latinoamericana, paralela a la Organización de Estados Americanos (OEA) y sin la presencia de Estados Unidos y Canadá, en la búsqueda de lograr una mayor gravitación en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en sus relaciones con los países del norte y la Unión Europea. La meta es ambiciosa.

“Es un ejercicio de gran trascendencia que pretende poner en una sola sintonía sistematizada una agenda de trabajo para la región en su conjunto por primera vez”, dijo la canciller mexicana, Patricia Espinosa Cantellano.

Por cierto, en las cancillerías de los países involucrados hay dudas sobre la iniciativa. La propia cancillería mexicana admitió que hay opiniones que alertan sobre la conveniencia de estructurar un bloque que podría ser visto “con reservas” por Washington.

Pero es una idea mayoritaria que éste es el momento más propicio, luego que el propio presidente Barack Obama declarara que Estados Unidos debe establecer una nueva relación con América Latina, postergada en la agenda de George Bush que dio prioridad a la “guerra contra el terrorismo”.

A la Cumbre en la Riviera Maya llegaron los gobernantes y representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, así como la Comunidad del Caribe o Caricom, integrada a su vez por 27 países de la región.

El único mandatario que no fue invitado a la cita es el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cuyo país fue suspendido de la OEA el año pasado, luego del golpe de Estado de junio que derrocó a Manuel Zelaya.

El presidente saliente de Costa Rica, Oscar Arias, lamentó que “en esta cumbre de la unidad se encuentre ausente el gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo sino auxilio”.

Aunque los mandatarios estuvieron de acuerdo en la nueva entidad, las opiniones aún son divergentes sobre si debe sustituir o no a la OEA, un organismo que algunos han señalado como ineficaz para resolver disputas regionales y en el que sí participan Estados Unidos y Canadá.

“Es muy importante no pretender reemplazar a la OEA. La OEA es una organización permanente que tiene sus propias funciones”, declaró el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera.

Los gobernantes acordaron realizar una cumbre en Venezuela en 2011 y otra en Chile en 2012 para caminar hacia la constitución total de la comunidad. Los líderes superaron las diferencias iniciales sobre el nombre que debería llevar el grupo, aunque el presidente Felipe Calderón dijo que aún podría revisarse.

“El nombre puede ser lo de menos y en todo caso en el curso de las cumbres que habrán de realizarse primero en Venezuela y en Chile el año posterior, probablemente en Santiago, podemos en todo caso visualizar un nombre, pero es importante ir dándonos identidad”, dijo Calderón.

Hasta en tanto no se constituya en su totalidad el nuevo organismo la cumbre de la unidad será “un foro unificado” que preservará el Grupo de Río y a la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), que por primera vez se desarrolló en 2008 en Brasil y donde se habló de manera formal de la necesidad de avanzar hacia un nuevo mecanismo.

Revista Protocolo

Palabras relacionadas: Grupo de Río, nace, Unión Latinoamericana

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