Internacional

Recuento de daños

Como desde hace varios años, el pasado 30 de mayo —aniversario del asesinato de Manuel Buendía— se presentó el informe de la situación que guardó el ejercicio del periodismo durante el año anterior en México. A continuación, un extracto. Saque usted sus propias conclusiones.

“El 2005 quedará inscrito como el año con mayor índice porcentual de ataques a periodistas en el último lustro en México. Si bien el número de actos contra las libertades informativas no varió respecto de 2004, los actos contra informadores han aumentado paulatina y porcentualmente durante los últimos cinco años: en 2001 se registró 47 por ciento de incidencias en ese rubro, en 2002 aumentó a 48 por ciento, en 2003 creció 50 por ciento, en 2004 subió a 73 por ciento, y para 2005 la cifra ascendió a 76 por ciento.

“La evidencia más grave e implacable de tal aserto se manifestó en el asesinato de cinco periodistas y una desaparición, tres de ellos aparentemente perpetrados por un actor que parece irse consolidando en los últimos años como presunto responsable de atentar contra las libertades informativas en México: la mafia del narcotráfico.

“Aunado a ello, aunque las agresiones físicas ya no se instalaron en primer lugar, ahora salta a la vista un dato también preocupante: las amenazas y actos de intimidación se posicionaron con 35 por ciento de incidencias (10 por ciento más que en 2004) como los hechos mayormente recurrentes por los poderes formales e informales para inhibir el libre ejercicio periodístico.

“Y una incursión preliminar a lo sucedido durante los primeros meses de 2006, arroja un saldo de continuidad en la violencia, pues hasta la primera quincena de mayo se consignaron 35 incidentes contra comunicadores: casi dos terceras partes fueron ataques públicos o embozados y entre ellos destacan cuatro homicidios.

“Las aseveraciones anteriores se desprenden del análisis hemerográfico y documental sobre los actos contra las libertades de expresión e información registrados en nuestro país durante 2005, realizado por la Fundación Manuel Buendía, el Centro Nacional de Comunicación Social y el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, como parte de las tareas emprendidas por la Red Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación, de la cual también son organismos miembros el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, el Centro de Periodismo y Ética Pública, la Fraternidad de Reporteros de México, la Academia Mexicana de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria.

“A lo largo de 2005, y de acuerdo con los criterios metodológicos de la Red, se registraron 93 incidentes contra las libertades informativas en todo el país: 76 por ciento fueron ataques públicos o embozados a periodistas, 18 por ciento lo constituyeron hechos que pueden significar inhibición o presiones a informadores, en tanto que el resto (6 por ciento) se concentró en ataques (2.5 por ciento) y eventos inhibitorios (3.5 por ciento) a medios de comunicación.

“Así, por ejemplo, en 2001 los ataques contra periodistas aglutinaron 47 por ciento de incidencias; en 2002 el mismo rubro aumentó muy poco al llegar a 48 por ciento; en 2003 subió a 50 por ciento, y para 2004 y 2005 la cifras se acrecentaron de forma notoria: 73 y 76 por ciento, respectivamente.

“Lo anterior no resulta gratuito, pues entre enero de 2004 y abril de 2006 se ha consignado el mayor número de asesinatos de periodistas del sexenio foxista, y el clima de intimidación se ha recrudecido particularmente en los estados norteños debido a las acciones del narcotráfico.

“Durante el año pasado se tuvo noticia de cinco asesinatos y una desaparición (que algunos, lamentablemente, ya adelantan como posible homicidio): Guadalupe García Escamilla, Raúl Gibb Guerrero, José Reyes Brambila, Julio César Pérez Martínez, Hugo Barragán Ortiz, y Alfredo Jiménez Mota. En por lo menos tres de ellos la presunta responsabilidad recae en los carteles del narco.

“El panorama de amedrentamiento y resquemor manifiesto en ciertos sectores del país durante 2005, y que desde luego no se limita al crimen organizado, queda de manifiesto al desmenuzar el universo de casos consignados (93): 35 por ciento fueron amenazas e intimidaciones, 24 por ciento agresiones físicas, 8 por ciento detenciones, 7 por ciento atentados, 7 por ciento demandas, 5 por ciento asesinatos, 3 por ciento bloqueos informativos, entre otros de menor cuantía.

“Como de costumbre, los reporteros siguen siendo los mayormente afectados por la naturaleza misma de su oficio al congregar 37 por ciento de incidencias, porcentaje superior al recogido el año pasado (26 por ciento), lo cual refrenda la tendencia de algunos de los poderes formales e informales por descargar sus baterías en contra de quienes tienen la misión de recoger y transmitir la información.

“Otro aspecto de particular importancia es el relativo a los temas abordados por los periodistas que fueron afectados en el ejercicio de sus libertades de expresión e información: en 2005, las fuentes política (52 por ciento) y policiaca (35 por ciento) concentraron la mayor cuantía que se recuerde en la última década: 87 por ciento. Incluso la tendencia en tal segmento ha ido en ascenso: ambas áreas sumaron 53 por ciento en 2001, 70 por ciento en 2002, 81 por ciento en 2003, y 83 por ciento en 2004.

“Quizá la efervescencia política-preelectoral y el enrarecimiento del clima sociopolítico por las acciones del narcotráfico en algunos estados del norte de la República Mexicana han generado el incremento de incidentes contra informadores de las fuentes política y policiaca, y particularmente de la prensa, pues 64 por ciento del total global analizado lo constituyen casos en que los agraviados laboran para medios impresos, en tanto que 23 por ciento está adscrito a medios electrónicos: 15 por ciento de radio y 8 por ciento de TV.”.

El texto completo del informe se puede consultar en: www.mexicanadecomunicacion.com.mx.

Revista Protocolo