Internacional

Relevo en la presidencia del gobierno español

Barcelona, España.– Después de ocho años como presidente del gobierno de España, José María Aznar, por voluntad expresa, no concurrirá a las elecciones legislativas que se celebrarán el 14 de marzo de 2004.

El Título III de la Constitución está dedicado a las Cortes Generales, que ostentan el poder legislativo y el IV al gobierno que encarna el poder ejecutivo.

La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria y la soberanía nacional reside en el pueblo español, de quien emanan los poderes del Estado.

La expresión de esta soberanía se desarrolla en el Parlamento, compuesto por dos cámaras conocidas como las Cortes que son el Congreso de los Diputados (Cámara baja) y el Senado (Cámara alta). Sus miembros son elegidos por los ciudadanos mediante elecciones que se convocan cada cuatro años o antes si se produce una disolución anticipada.

Los ciudadanos eligen directamente en las elecciones legislativas a los parlamentarios de las Cortes y son los diputados del Congreso los que elegirán, a propuesta del rey, al presidente del gobierno.

La legislatura está fijada en cuatro años, transcurrido este plazo el rey, a propuesta del presidente del gobierno, disuelve las Cortes y convoca las elecciones legislativas en los términos previstos en la Constitución.

Los ciudadanos votan en sufragio universal, libre y directo a los 350 diputados que integran el Congreso y a 208 de los 259 miembros del Senado pues el resto son elegidos por las asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas.

Proceso de elección

Los ciudadanos eligen a sus representantes por votación a partir de listas cerradas confeccionadas por los partidos políticos o coaliciones. El número de diputados y senadores elegidos por cada partido está en proporción al número de votos que cada lista ha recibido en cada circunscripción que son las 52 provincias en que se divide España.

La proporción está compensada en favor de la lista que recibe el mayor número de votos de acuerdo con la llamada Ley de Hondt, la cual adjudica un mayor número de diputados en el Parlamento a la lista que consigue más votos en las circunscripciones menores.

La ley se introdujo por consenso entre los diferentes partidos políticos para evitar la posibilidad de que un sistema estrictamente proporcional tuviera como resultado un número demasiado elevado de partidos en el Parlamento, lo que conllevaría unos gobiernos más inestables.

Asimismo, los españoles residentes en el extranjero pueden votar inscribiéndose en el Censo Electoral de Residentes-Ausentes que viven en el extranjero (CERA) señalando por qué provincia quieren votar. Las delegaciones provinciales de la Oficina del Censo Electoral envían de oficio la documentación necesaria para que los ciudadanos remitan su voto por correo certificado o lo depositen en la oficina consular antes de la fecha electoral.

Dentro de los 25 días posteriores a las elecciones se constituye el Congreso con los diputados recientemente elegidos cuya primera misión será la designación del presidente de la Cámara por mayoría absoluta.

En los días posteriores, el rey se reunirá con los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria para evaluar la correlación de fuerzas y el apoyo con el que cuenta cada uno de los candidatos. Una vez conocidas las preferencias de cada grupo político, el rey propone un candidato al presidente del Congreso de los Diputados.

Se inicia entonces el Debate de Investidura en el que el candidato propuesto expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del gobierno que pretende formar y solicitará la confianza de la Cámara. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos del total de los diputados) otorgare su confianza a dicho candidato, el rey lo nombrará presidente.

De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple (obtener un voto positivo más que los negativos emitidos). Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se repetirá el proceso designando el rey a otro candidato.

Transcurridos dos meses a partir de la primera votación de investidura sin que ningún candidato haya conseguido la confianza de la Cámara, el rey disolverá las Cortes y convocará nuevas elecciones.

Una vez que el Congreso ha expresado su confianza a un candidato, el presidente del Congreso lo comunicará al rey para que proceda a nombrarlo presidente del gobierno.

La intervención del rey en todos los procesos mencionados se basa en los llamados “actos debidos”, lo que significa que no puede actuar arbitrariamente sino que lo hace en cumplimiento de las prerrogativas que establece la Constitución.

Presidentes de la democracia

Adolfo Suárez

Las primeras elecciones democráticas se celebraron el 15 de junio de 1977 y dieron como resultado la victoria de la Unión de Centro Democrático (UCD), partido encabezado por Adolfo Suárez que ya era presidente por designación del rey.
Estas Cortes Constituyentes tenían la misión de redactar y aprobar una Constitución democrática. Una vez cumplido el objetivo y ratificada la Constitución por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978, se disuelven las Cortes en cumplimiento de lo establecido en la propia Carta Magna y se convocan elecciones para 1 de marzo de 1979.

En estos comicios la UCD revalida la victoria con el 48 por ciento de los votos y Adolfo Suárez se convierte en presidente de la que se considera la primera legislatura de la democracia. Nacido en Cebreros, Ávila, en 1932, se doctoró en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y ocupó diversos cargos de responsabilidad política durante el régimen franquista y fue ministro, bajo la presidencia de Arias Navarro, en el último gobierno de Franco y en el primero de la monarquía.

Destituido Arias Navarro a principios de junio de 1976, el rey nombra a Suárez presidente del gobierno. Con el transcurso del tiempo se evidenciaría el gran acierto en la elección ya que ambos formarían un gran equipo para llevar a buen término la transición hacia la democracia.

No obstante, el camino no fue fácil. El 29 de enero de 1981 Suárez dimite por críticas a su gestión y crisis internas. Había gobernado cuatro años y siete meses, con cinco gabinetes distintos, diversas remodelaciones y un total de 58 ministros diferentes.

Leopoldo Calvo Sotelo

Unos días después, el 23 de febrero, durante la sesión de investidura del nuevo presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, se produjo el asalto de un comando de guardias civiles dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero Molina al Congreso de los Diputados, que mantuvo secuestrados a los diputados durante 16 horas. La intentona golpista fracasó con la decidida intervención del rey en defensa de la democracia, al comparecer, con uniforme de capitán general del ejército, en la televisión para comunicar a los ciudadanos que había dado órdenes a la Junta de Jefes de Estado Mayor para que tomaran todas las medidas necesarias a fin de mantener el orden constitucional.

Dos días después Leopoldo Calvo Sotelo era investido presidente. Este ingeniero de caminos nacido en Madrid en 1926 había ocupado varios ministerios en los últimos años de la dictadura y en los gobiernos de Suárez. Su mandato fue convulso y breve.

Felipe González

El 28 de octubre de 1982 se celebran nuevas elecciones y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) alcanzó la mayoría absoluta. Era la primera vez desde los tiempos de la Segunda República que un partido de izquierda llegaba al poder en España y Felipe González es nombrado presidente del gobierno. Sevillano, nacido en el seno de una humilde familia de vaqueros en 1942, es licenciado en derecho y desde joven participó en movimientos obreros clandestinos. La modernización del país, el fomento del empleo y la entrada de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en la Comunidad Económica Europea (CEE) son algunos de los hechos más relevantes de sus años al frente del gobierno.

Revalidó su mayoría absoluta en las elecciones de 1986 y 1989. Su partido fue a partir de 1992 foco de disensiones y acusaciones de corrupción que afectaban a algunos de sus más importantes miembros pero contra todo pronóstico, consiguió una ajustada victoria en 1993 que gracias a pactos políticos con el partido catalanista Convergencia i Unió (CIU) liderado por Jordi Pujol, permitió a Felipe González seguir gobernando.

José María Aznar

No obstante, el descrédito del Partido Socialista, unido al desgaste político de 13 años en el poder y la galopante crisis económica de esos tiempos, provocan la derrota del PSOE en las elecciones de 1996 en las que venció el Partido Popular (PP), de ideología conservadora, liderado por José María Aznar. Nacido en Madrid en 1953, tras licenciarse en derecho consiguió una plaza de inspector financiero y tributario mediante oposición.

De 1987 a 1989 fue presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. En 1989 fue elegido presidente del Partido Popular y candidato para este instituto político a la presidencia del gobierno. Al ganar las elecciones de 1996 por una ajustada mayoría pactó con el CIU para conseguir la investidura como presidente. Esta legislatura se caracterizó por el fiel cumplimiento de todos los requisitos económicos necesarios para incorporarse a la Unión Económica y Monetaria de Europa.

El éxito económico de estos años, cuyo artífice fue también el ministro de Economía Rodrigo Rato, propiciaron que en las elecciones del año 2000 Aznar revalidara su gobierno por mayoría absoluta. Esta segunda etapa se ha caracterizado por el éxito en la lucha antiterrorista y la alianza de España con Estados Unidos en política internacional.

José María Aznar será recordado como un presidente que a pesar de contar con escaso carisma personal ha sido un brillante gestor que ha situado a España entre los países más avanzados económicamente. Apodado como “el hombre tranquilo” por su seriedad, capacidad de trabajo y determinación, incluso en momentos desfavorables, Aznar cumplirá con la promesa, que empeñó antes de ser elegido por primera vez, de no ser presidente más de dos legislaturas.

Los dos principales candidatos serán Mariano Rajoy (PP), vicepresidente del gobierno desde 1996, y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE).

Biografías

Mariano Rajoy Brey, nacido en Santiago de Compostela hace 48 años. Licenciado en derecho se convirtió en registrador de la propiedad, puesto que abandonó en 1981 para ser diputado por Alianza Popular (actual PP) en las primeras elecciones legislativas que se celebraron en su natal Galicia. Contrajo matrimonio con Elvira Fernández Balboa en 1996 y son padres de un niño.

Desde el primer gobierno de Aznar ha ocupado diversas carteras ministeriales y la vicepresidencia hasta que en septiembre de 2003 fue elegido por Aznar como su sucesor a la presidencia del gobierno, valorando su probada lealtad. Su disposición al diálogo le ha permitido resolver situaciones de crisis negociando con sus oponentes provisto siempre de un exclusivo puro que fuma con deleite.

Apasionado ciclista e hincha de futbol sus partidarios destacan de él su buen sentido del humor y su carácter “todoterreno”, que le convierte en gran conocedor del funcionamiento de la política y del gobierno, capaz de salir airoso tras enfrentarse a las situaciones más delicadas que sus detractores achacan a la ambigüedad que utiliza en sus discursos para evitar cometer errores.

José Luis Rodríguez Zapatero, nacido en Valladolid en 1960, su ideología política de izquierdas hunde sus raíces en el recuerdo de su abuelo, el capitán Rodríguez Lozano, fusilado en 1936. A los 16 años asistió a un mitin de Felipe González que constituyó el factor desencadenante para afiliarse poco después al PSOE.

Rodríguez Zapatero se licencia en derecho y con 22 años empieza a impartir clases de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de León, época en la que conoce a Sonsoles Espinosa con quien contrajo matrimonio; son padres de dos niñas. En 1986 se convierte en el diputado más joven del Parlamento y desde entonces es legislador de manera ininterrumpida. Ocupa diversos cargos dentro del PSOE hasta que en julio de 2000 es elegido secretario general del partido y candidato a la presidencia del gobierno.

El sector crítico de su propio partido ha criticado su estilo de hacer oposición que consideran demasiado tenue. Es definido como un hombre fiel a sus principios, de tono moderado, metódico y tranquilo, características que seguramente ha aprendido por su afición a la pesca de la trucha.

En primavera ambos políticos se enfrentarán en dura lid como candidatos de sus partidos a la presidencia del gobierno.

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