La detención de su hermano y la investigación a su padre por vínculos paramilitares la obliga a dimitir
La ministra colombiana de Relaciones Exteriores, María Consuelo Araújo, renunció el 19 de febrero al cargo debido a la detención de su hermano Álvaro, uno de los ocho congresistas presos por vínculos con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia.
“Me voy del gobierno”, dijo la canciller durante una conferencia de prensa que convocó en la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá, luego de analizar con el presidente Álvaro Uribe el alcance del llamado escándalo de la “parapolítica”.
En la rueda de prensa, la ministra explicó que deja la cancillería porque no siente “apego por ningún cargo”, pero en su carta de renuncia la vinculó directamente con la detención de su hermano y la investigación abierta acerca de su padre, el ex ministro Álvaro Araújo Noguera.
“Me voy porque no estoy atada a ningún cargo, pero en cambio veo claramente la necesidad de que el proceso judicial esté libre de interferencias”, agregó Araújo.
La continuidad de la canciller quedó en duda el pasado 15 de febrero, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó la detención de seis congresistas, incluido el senador Araújo.
Cinco de los legisladores fueron arrestados entonces por funcionarios de la Fiscalía General, que no han dado con el paradero de otro, que salió del país.
A mediados de noviembre habían sido detenidos otros tres congresistas por el mismo motivo.
La situación de la familia de la ministra de Exteriores se complicó el pasado 16 de febrero, cuando la CSJ informó que el senador Araújo había sido procesado por acuerdo por delinquir y secuestro agravado, y que su padre estaba siendo investigado por los mismos cargos.
En su carta de renuncia ante el presidente Uribe, la ministra dijo: “la certeza de la inocencia de mi padre y de mi hermano me obliga a irme para tener la libertad de estar a su lado y apoyarlos como hija y como hermana”.
“Me voy del gobierno sin renunciar a mi compromiso de mujer con su empeño de hacer de Colombia un país mejor”, agregó la dimisionaria, quien observó que discutió su decisión el 18 de febrero por la noche en una reunión con el presidente colombiano Uribe.
En su momento, la ex canciller indicó que las denuncias contra su familia debían ser enfrentadas de forma individual por su padre, hermanos y primo. “Yo seguiré trabajando de la forma como lo he venido haciendo hasta ahora. Con responsabilidad, con dedicación, con respeto y con alegría”.
El presidente aceptó la renuncia de María Consuelo Araújo dos días después de que la defendiera de nuevo en un consejo gubernamental que encabezó en una localidad en el centro del país.
Uribe dijo entonces que “Colombia, que le ha perdonado a los dolosos, por razones de imagen no puede condenar a los inocentes”.
El mandatario colombiano señaló que la permanencia de María Consuelo Araújo en su gabinete estaba dada por su hoja de vida impecable y su capacidad para representar al país en el exterior. Sin embargo, la constante presión de la oposición que reclamaba la renuncia de la ministra, así como la detención de su hermano, obligaron a tomar la decisión de dimitir.
Revista Protocolo
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