La razón por la cual el riesgo de desarrollar cáncer aumenta conforme se envejece puede ser explicada por una investigación recientemente publicada en la revista Science.
Científicos del Reino Unido y de Estados Unidos han descubierto cómo una proteína producida naturalmente para ayudar al cuerpo a protegernos del cáncer también puede determinar cuánto vivimos.
El descubrimiento abre una nueva vía de investigación sobre el proceso de envejecimiento como un factor de riesgo para el cáncer.
“Hemos descubierto que las proteínas que previenen el cáncer en humanos evitando que las células se dividan, si están dañadas, también determinan el ciclo de vida de la lombriz nematodo”, explica el doctor Gordon Lithgow, quien participó en la investigación en la Universidad de Manchester, Inglaterra.
“Nuestra investigación ha mostrado que estas ‘proteínas de control’, aunque operan solamente en las células que se dividen, están presentes también en células que ya no se dividen. El hecho de que parecen tener funciones dobles abre una nueva manera para estudiar la relación entre el envejecimiento y el cáncer.”
Los científicos sabían desde hace tiempo que, estadísticamente, el envejecimiento era un factor importante para el cáncer, pero hasta ahora no habían podido descifrar por qué.
El doctor Lithgow dijo: “Si tomamos a las proteínas de control como un mecanismo, hemos sabido por un largo rato que ellas manejan el motor del cáncer; ahora sabemos también que manejan el motor de la longevidad. Este descubrimiento tiene un importante potencial como área de investigación sobre posibles vínculos entre el envejecimiento y el cáncer.”
La investigación, completada en el Instituto Buck de California, donde trabaja actualmente el doctor Lithgow, involucra la remoción genética de la proteína control de la lombriz microscópica. De esta manera, los investigadores han podido alargar en un 15 a 30 por ciento la vida del gusano.
“Dado el papel que las proteínas control juegan en el desarrollo del cáncer —o en causar tumores donde las proteínas son defectuosas— los descubrimientos nos obligan a preguntarnos si las variaciones genéticas en estas proteínas en los humanos conllevan un mayor riesgo de cáncer para algunos individuos.
“A su vez, las proteínas control pueden fijar un curso genético para una vida más corta pero libre de cáncer.”
El doctor Dale Bredesen, director científico y ejecutivo del Instituto Buck, agregó: “Este trabajo aporta riqueza y mayor sofisticación en la manera en que concebimos las intervenciones para la longevidad.
“Podríamos diseñar estrategias para mantener a las proteínas control activas en células que se dividen y desactivarlas cuando las células ya no se dividen, tales como la células cerebrales.
“Al incrementar la supervivencia de las células cerebrales —o neuronas— podríamos crear un tratamiento para enfermedades neurodegenerativas tales como el Alzheimer”, concluyó.
Fuente: Richard Levick, UK/Next (publicación de la Embajada Británica en México y el British Council de México).
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