Internacional

Theresa May determina la fecha del Brexit

El gobierno británico planea limitar la contratación extranjera y buscará requerir a las empresas que declaren el número de extranjeros que contratan

Por Beniamin Chalupinski

Destaca Theresa May oportunidades del Reino Unido tras su partida de la UEBirmingham, Reino Unido.— El gobierno británico activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa que iniciará formalmente el proceso de su salida de las estructuras europeas antes de finales de marzo de 2017; así lo confirmó Theresa May durante la apertura de la conferencia anual del Partido Conservador en International Convention Centre en Birmingham. Eso quiere decir que el factual Brexit puede suceder ya en 2019.

El tema del Brexit domina la conferencia

No obstante la conferencia de los conservadores haya tocado varios aspectos, el tema predominante resultó ser aquel ligado a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Tras la anunciación de la premier que puso fecha al Brexit y sobre todo con una percepción general que se tratará de un “Brexit duro”, sin compromisos, la libra bajó drásticamente y se mantiene muy débil. Durante su discurso Theresa May notó las oportunidades que tiene el país después de su partida de la UE: “Llegó el momento de construir un futuro nuevo, un futuro más audaz.”

Determinando la data del Brexit, May, de hecho, sitúa esta maniobra en un contexto bien preciso, pues el próximo año serán las elecciones en Francia y Alemania, lo que puede influir en las negociaciones. Tratándose de temas que podrían afectar los votantes, como por ejemplo la exportación de sus productos al Reino Unido, ni Angela Merkel ni Francois Hollande podrán permitirse ser demasiado duros en cuanto a los términos del Brexit. Estas declaraciones de la premier, que pueden sugerir una posición firme durante el diálogo con los colegas comunitarios, fueron también pronunciadas con el propósito de calmar a los euroescépticos, no solamente los de su propio partido. Eso no necesariamente debe indicar la determinación para la salida dura, sin compromisos y de consecuencia sin el acceso al mercado común, sino es parte de un juego político.

Reducir la inmigración

El gobierno británico planea limitar la contratación extranjera, declaró la ministra de Interior, Amber Rudd. Una de las ideas, con el fin de promover el empleo nativo y como una medida de presión, es requerir a las empresas que declaren el número de extranjeros que contratan, lo que podría afectar la imagen de los negocios con alta contratación foránea.

La ministra notó también la necesidad de endurecer las reglas para que los estudiantes extranjeros puedan frecuentar los cursos de “baja calidad”; actualmente todos los estudiantes, independientemente del tipo de curso o nivel de la universidad, tienen las mismas perspectivas de obtener el trabajo una vez terminen sus estudios. Amber Rudd expresó la importancia de revisar este aspecto, para analizar si de verdad la situación actual que favorece todas las universidades tiene el aspecto positivo para la economía.

Por otro lado, declaró que los bancos y los arrendadores tendrán que revisar si sus clientes tienen derecho de estar en el Reino Unido. Todo este esfuerzo tiene como objetivo reducir la inmigración neta al país, a partir de marzo de 2017.

Estas ideas fueron criticadas por varios analistas, dado que, sobre todo en el caso de los estudiantes extranjeros, los beneficios para la economía son muy evidentes. Esa decisión podría afectar a muchas instituciones académicas que están en crisis desde que el gobierno de David Cameron en 2012 recortó los subsidios para los estudiantes británicos y comunitarios que cubrían una parte significativa del costo anual de los estudios. Todo eso hizo que las universidades subieran los precios de las tasas, como consecuencia bajó el número de estudiantes locales en algunas facultades. En realidad, muchos de los ingresos provienen de los estudiantes extracomunitarios, limitar su cantidad puede constituir un golpe muy fuerte para los presupuestos de varias universidades británicas.

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