Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
El 15 de julio de 2016 Turquía vivió uno de los capítulos más sangrientos de su historia.
Presuntos integrantes de la organización terrorista FETO, que hasta la fecha dirige el activista islámico-turco Fethullah Gülen, se inmiscuyeron en el ejército turco para buscar dar un golpe de Estado al gobierno del presidente Recep Tayyip Erdoğan.
A tres años de distancia de aquel episodio, el embajador de Turquía en México, Tahsin Timur Söylemez, compartió la mañana de ayer, martes 15 de julio, en conferencia de prensa celebrada en su residencia en la colonia Lomas de Chapultepec, algunos detalles de cómo se planeó el intento de golpe de Estado y la situación actual de la organización FETO.
Utilizando diversos vehículos y armamentos, los hombres de FETO dispararon a soldados y a la población civil, dejando como resultado más de 250 muertos y más de dos mil heridos.
Aunque a través de internet y algunos medios de comunicación, Fethullah Gülen se ha deslindado el haber comandado y organizado el golpe de Estado, el gobierno de Turquía sigue insistiendo en que son los autores de dicha matanza, que bajo el adoctrinamiento de promoción de la cultura y la paz, dedican a reunir jóvenes para que se vuelvan parte de su movimiento.
La organización FETO tiene presencia en varios países y ciudades del mundo, entre ellos México, con sedes en la Ciudad de México y Guadalajara, Jalisco, donde promueve actividades culturales y artísticas, como el aprendizaje del idioma turco o clases de cocina con los platillos de aquel país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha buscado la forma de comprobar que FETO es una amenaza para el mundo, para lo cual, ya ha entrado en contacto con los gobiernos de los países en los que la organización tiene presencia, pero son respetuosos con los protocolos de justicia de cada nación.
En la conferencia de prensa del año 2018, el embajador Söylemez reconoció que el día del golpe de Estado, fue uno de los tantos ciudadanos turcos que salió a las calles a enfrentar a los golpistas. “Me tocó presenciar cómo el pueblo arriesgó su vida para defender la democracia”, dijo en aquella ocasión.
