Por costumbre o porque se los contaron, es como la gente utiliza estos alimentos creyendo que reforzará o mejorará su vida sexual
Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
Aunque suene curioso, alimentos como las fresas, los camarones, el chile, el alcohol y los chocolates tienen algo en común… Aunque algunos se pueden mezclar entre sí para disfrutarse, su sabor no tiene nada que ver, mucho menos su textura, tamaño y hasta modos de sembrarse, recolectarse, tratarse o elaborarse, según sea el caso.
Lo que familiariza a estos alimentos es que están considerados como afrodisiacos, es decir, que despiertan el apetito sexual y provocan tener mayor pasión y entrega al momento de realizar un acto sexual.
Lamentablemente, la mayoría de la gente sabe que son afrodisiacos solo porque alguien se lo dijo o por seguir la costumbre, los comen a cantidades con la creencia estimularse o mejorar la vida sexual, sin embargo, desconocen las razones reales por las que esta comida está considerada como tal y si realmente tiene esos efectos.
Científica y biológicamente nada está comprobado, pero investigaciones han concluido que existen cuatro tipos: asociación sensual, excitación de vías análogas a las sexuales, por tradición cultural y por acción central, este último es el que más efectos tiene, pues hay todo un proceso químico para fabricar cápsulas, pastillas, hormonas o jarabes, que estimulan la hormona de la testosterona, causante de efectos en el sistema nervioso que logra altos grados de excitación al momento de tener una relación sexual.
Los afrodisiacos por las vías análogas a las sexuales, refieren a los perfumes, aceites y esencias, como un elemento más que gusta en la mayoría de las personas y que provoca atracción.
Mientras que por tradición cultural, son todos aquellos fetiches u objetos, que supuestamente tiene efectos mágicos o que complementan las relaciones sexuales, como los dildos u objetos sadomasoquistas, en ese punto, entran los aceites, las cremas, así como los chocolates o el alcohol para beber, siempre considerados elementos eróticos para acompañar la relación sexual.
Pero como se mencionó, todos estos son elaborados a partir de un proceso químico o que tuvo un procedimiento detallado para su fabricación, sin embargo no hay nada natural.
Los alimentos afrodisiacos naturales entran en el rubro de “por asociación sensual”, pues su forma es relacionada con los órganos sexuales, de ahí que el plátano, chile, camarón, pepino, ostras, entre otros, sean considerados en esta familia. En el caso de los frutos rojos (fresas, frambuesas y moras), hacen recordar a la mucosa genital.
Así que… ¡Buen provecho!…
Por cierto, la palabra afrodisiacos viene de Afrodita, diosa de la mitología griega relacionada con la fecundidad.
Revista Protocolo
