El escritor argentino propone penalizar los golpes de Estado en el orden jurídico internacional y crear de una convención contra los golpes de Estado
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| Al centro, Fabián Monges, durante la reunión que sostuvo con embajadores en la cancillería mexicana |
El embajador José Ignacio Piña, director general para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, junto al embajador de México en Honduras, Tarcisio Navarrete, e integrantes del equipo jurídico de la cancillería mexicana, recibieron al escritor Marcelo Fabián Monges, para hablar sobre sus propuestas para penalizar los golpes de Estado en el orden jurídico internacional y la creación de una convención contra los golpes de Estado.
El embajador José Ignacio Piña, quien pertenece al servicio exterior de carrera de la cancillería mexicana y quien se ha desempeñado como embajador de México en Cuba, Perú, Panamá y Guatemala, le aseveró al escritor que la cancillería estudiaría sus propuestas, porque existía una instrucción clara de la canciller Patricia Espinosa para considerar los mecanismos que puedan fortalecer la Carta Democrática Interamericana.
El escritor, quien llevó una amplia carpeta de documentación sobre la campaña y los fundamentos de las propuestas, sostuvo en la reunión que no había mejor momento, o circunstancia internacional que ésta, para impulsar las propuestas, por la coyuntura internacional que se está viviendo respecto a la situación y el golpe de Estado en Honduras.
Una opinión de peso, conjugada sobre la mesa, durante las conversaciones, fue la adhesión a las propuestas de Monges, por parte del jurista internacional Carlos Slepoy, quien ha trabajado con el juez español Baltazar Garzón en el proceso por el cual estuvo detenido el ex dictador chileno Augusto Pinochet. Slepoy, además ha sido el abogado de la acusación en el juicio a Ricardo Cavallo, el ex represor de la Escuela de Mecánica de la Armada, extraditado desde México a España, y ha sido el abogado de la acusación en el juicio a Adolfo Scilingo, un ex marino argentino que confesó haber tirado personas vivas al mar en los “vuelos de la muerte”. Scilingo fue condenado en España a mil 84 años de prisión.
En la carta que Marcelo Fabián Monges le entregó al embajador José Ignacio Piña, destaca que “lo sucedido en Honduras, dejó asentados dos elementos muy importantes: en primer lugar, que los golpes de Estado no son hechos o sucesos del pasado. En segundo lugar, que no existen mecanismos efectivos, desde la comunidad internacional, o los organismos internacionales, para resolver estas situaciones, todas las veces criminales, de una manera oportuna y real.”
El escritor solicitó y propuso formalmente, que sea el gobierno mexicano quien lleve dichas propuestas a la Cumbre del Grupo de Río a realizarse en febrero de 2010 en México, y así contribuir de una manera decisiva a la construcción de herramientas efectivas contra los golpes de Estado, que están más allá de las simples condenas formales o declarativas contra los mismos.
Durante la reunión, Monges también entregó otra carta dirigida a la canciller Patricia Espinosa, donde manifiesta lo que ocurrirá si no se construyen estos mecanismos: “creo que de no hacerlo, lo que sucederá, es que todos los gobiernos del continente, estarán frente a la misma disyuntiva, a la misma necesidad, y debiendo construir este tipo de herramientas, cuando ocurra el próximo golpe de Estado”.
Por ello, Monges afirma en su carta que “confiando en la consecuencia con la historia y la tradición que tiene el gobierno mexicano en la materia, es que le solicito formalmente que tomen ambas propuestas como propias y las lleven a los foros internacionales correspondientes, contribuyendo así a la construcción de un mecanismo efectivo para la defensa de la democracia, el Estado de derecho, las garantías individuales y los derechos humanos”.
Durante el encuentro, el embajador Tarcisio Navarrete narró cómo fueron los momentos previos y durante el golpe de Estado en Honduras, de cómo intervino para que la canciller de Honduras, Patricia Rodas, pudiera salir de la base de la Fuerza Aérea donde había sido llevada como detenida y ser acogida por el gobierno mexicano.
El embajador Tarcisio Navarrete, quien es profesor en derecho internacional, y quien se ha desempeñado como representante alterno de México ante la Organización de Estados Americanos con sede en Washington, le afirmó a Monges que “encontraban su propuesta muy interesante, y digna de ser estudiada, porque finalmente, se trata de fortalecer los mecanismos jurídicos que existen para que puedan evitarse rupturas del orden constitucional, que después conllevan a violaciones a los derechos humanos.”
Revista Protocolo
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