México

En el 208 aniversario, recordemos hoy…

Imagen de un cuadro de don Miguel Hidalgo, misma que capté en interior del Museo de Dolores Hidalgo en Guanajuato

Reflexionemos del lingüista, crítico literario, filósofo, hispanista y poeta alemán Friedrich Schlegel: “La suprema bendición del alma humana es el amor, y el amor más noble es la devoción a nuestra patria”

Por: Eunice María Castillo Espinosa de los Monteros de Vernis

Mail: sucedeque1939@yahoo.com.mx

El 16 de septiembre de cada año, celebramos en México nuestra Independencia, y como un homenaje a este hecho histórico, la Marina Armada de México, el Ejército, la Fuerza Aérea Mexicanos, la Policía Federal y la Federación Mexicana de Charrería reafirman su lealtad al pueblo de México, lo cual hacen patente en el desfile militar conmemorativo, en el que vemos a los hombres y mujeres que integran las fuerzas armadas mexicanas desfilar con pundonor. Todos los mexicanos agradecemos y reconocemos la importante labor que realizan.

Septiembre, mes de la patria, mes de la mexicanidad en el que recordamos y tenemos presente que hace 208 años, se generó la gesta que nos dio la autonomía como nación, movimiento independencista que naciera en ciudades del Bajío y en la que compatriotas valerosos, lucharon por la libertad de nuestro país.

En este mes tan especial para todos los mexicanos, recordemos el significado de nacionalismo, el cual se traduce en orgullo por lo nuestro y nuestros orígenes. Es el arraigado sentimiento de identidad y pertenencia para con nuestro país. Es el amor por nuestra patria.

Es estar conscientes de las grandes riquezas que nuestra nación posee comprometiéndonos como mexicanos a presérvalas y a trabajar arduamente por el futuro de nuestra nación.

Por lo antes expuesto, este artículo está dedicado al Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla, quien nació en la Hacienda de Corralejo, en Guanajuato. Su nombre completo era: Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga y Mandarte y Villaseñor. Sus padres fueron, Cristóbal Hidalgo y Ana María Gallaga. Miguel Hidalgo, después de iniciar la gesta libertaria y de múltiples avatares fue aprehendido el 21 de marzo de 1811 en el desierto de Monclova, en un lugar llamado Nuestra Señora de Guadalupe de Baján. Durante su encarcelamiento fue objeto de múltiples vejaciones y humillaciones. Finalmente se le condenó a morir, no sin antes de que se le hiciera la degradación sacerdotal.

Fue fusilado el 30 de julio de 1811, murió a las siete de la mañana, y ese mismo día le cortaron la cabeza a las tres de la tarde; posteriormente la cabeza fue exhibida en la Alhóndiga de Granaditas.

En el mes patrio, recomiendo a nuestros lectores viajar por la Ruta de la Independencia, de la que desde mi infancia a la fecha conservo y variadísimas fotografías y “recuerdos” de diversos lugares.

Para mí, es inevitable recordar las excursiones que mis padres el Ing. y Dr. Armando Castillo Soler y la Lic. María Bertha Espinosa de los Monteros de Castillo Soler (ambos q.e.p.d.), organizaban para que junto con mis hermanos recorriéramos lugares históricos, museos, teatros, entre muchas otras actividades. Realizamos en familia interesantes e ilustrativas travesías a todo lo largo y ancho de nuestra patria; mismas que nos permitieron conocer interesantes lugares, sus usos, costumbres, la geografía, sus trajes típicos; estos recorridos fortalecieron nuestro orgullo por MÉXICO y nuestro acervo cultural.

Lo anterior, aunado a las actividades periodísticas y las actividades de labor social que mis entrañables padres desarrollaron por espacio de 60 años, y en las que a través de sus colaboraciones periodísticas y de sus acciones asistenciales, transformaron de manera positiva y progresista la vida de muchas personas.

Y bien, volviendo a nuestro tema que les dedico hoy, les comentaré que: En el presente, es impresionante visitar pueblos históricos y como en un sueño mágico, evocar el pasado que nos hace vibrar de emoción al conocer los sitios que recorrieron y en los vivieron hace 208 años, los próceres de nuestra Independencia. Este recorrido es un importante encuentro con nuestras raíces.

Es de gran interés conocer estos lugares históricos, y les recomiendo que al igual que una servidora viajen por la Ruta de la Independencia o Insurgencia la que conforman las ciudades de: Guanajuato (“Quanaxhuato” palabra que significa “Lugar de ranas”, y a la cual se le denomina “Patrimonio Cultural de la Humanidad”), Dolores-Hidalgo (denominado de manera oficial como “Cuna de la Independencia Nacional”), Atotonilco, San Miguel de Allende, Comonfort, Empalme Escobedo, Celaya y Apaseo el Grande en el estado de Guanajuato. Sin faltar por supuesto Querétaro y Morelia; todos estos lugares llenos de historias y leyendas, son rincones donde los héroes de la patria desarrollaban su vida tan común y similar a la de cualquier ciudadano mexicano.

Comentaré a nuestros lectores que después de “leer acerca de nuestra historia” y analizarla, reflexiono y me doy cuenta de lo importante que es mi patria, de lo mucho que nos ha dado, de lo mucho que debemos cuidarla y preservarla y entonces pienso que TODOS LOS MEXICANOS TENEMOS UN GRAN COMPROMISO CON MÉXICO. Es nuestro deber y responsabilidad prepararnos al máximo, para de esta forma enfrentar los retos del futuro.

Recordemos aquí, que: “El movimiento por la Independencia, surgió en el complejo Sierra-Bajío, su numerosa población criolla dirigió sus intereses hacia la obtención del poder político y hacia la reorganización social y esto redundó en la primera expresión del sentimiento de nacionalidad.”

Nuestra majestuosa e imponente Bandera Mexicana, catalogada como “La más bonita del mundo”, fue muy emocionante verla desplegada y captarla en el Campo Marte de la CDMX

«Es precisamente un criollo, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, originario de la región agrícola de Guanajuato, quien la madrugada del 16 de Septiembre de 1810, inicia en Dolores-Hidalgo, Guanajuato, un movimiento armado sin paralelo en el continente. Las huestes de Hidalgo crecen en solo un mes de 700 hombres a 800 mil; quienes son en su mayor parte trabajadores rurales y urbanos de las clases más bajas, que ven en el cura Hidalgo la única posibilidad de expresar su descontento; así pues, las acciones de estas masas constituyen el momento más violento y espontáneo de la guerra, a la vez que asocia a la región con el espíritu de la Independencia.” (Texto tomado en el museo de la Alhóndiga de Granaditas.)

De la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, Guanajuato, les comentaré que dicha construcción es ahora un museo. En el pasillo que lleva al patio central, es inevitable leer las frases escritas a los costados. Del lado derecho, a la letra dice: “Esta Alhóndiga de Granaditas fue edificada entre los años 1807 y 1809 por el Intendente Juan Antonio de Riaño y Barcena y su función fue la de almacenar cereales para el control de su comercio”. Del lado izquierdo, dice: “Durante la Guerra de Independencia, este edificio sirvió de fortaleza a los súbditos de la Corona Española, y el ejército insurgente comandado por Don Miguel Hidalgo y Costilla, dio y ganó aquí su primera batalla por la libertad de México”. En otro de los pasillos, se lee: “Desde 1864 hasta 1949, la Alhóndiga se convirtió en cárcel, por dictado de Maximiliano de Habsburgo, y después en Penitenciaría del Estado, siendo rescatada de esa indebida función y convertida en museo, por lo que su restauración y readaptación museográfica se efectuó en 1967”.

Al estar ahí… en la puerta principal, recordé que: “Juan José de los Reyes Martínez (el Pípila), natural del Pueblo de Mellado, es el símbolo de los mineros guanajuatenses que incorporados a las huestes de Hidalgo, gracias a la participación de Casimiro Chowell y Mariano Jiménez, entregan a la causa sus armas y sus instrumentos de trabajo y las técnicas propias de su oficio: La figura del Pípila entrando a la Alhóndiga representa la irrupción de miles de hombres que con arrojo y valentía alcanzan una de las victorias más importantes de la Guerra de Independencia”.

En el museo de la Alhóndiga de Granaditas, le pedí al señor Ezequiel Almanza García quien trabaja ahí, que desde su punto de vista, me describiera el momento en el que el Pípila se aproxima a la puerta, a lo que me respondió: “Dentro de la Alhóndiga, se encontraban muchos españoles, por afuera era inútil acercarse a la puerta ya que desde arriba les disparaban o aventaban toda clase de proyectiles con los que mataron a muchos insurgentes, de tal forma que el Pípila al colocarse la losa en su espalda se protegió y fue así como llegó a la pesada puerta principal de madera y con un ocote la incendió, lo que permitió el acceso de los insurgentes iniciándose un encarnizado ataque al mediodía del 28 de septiembre de 1810. Se dice que por las calles que rodean la Alhóndiga (que en la actualidad se llaman Mendizábal, Juárez, 5 de Mayo y 28 de Septiembre) corrió la sangre a mares, al grado de que las patas de los caballos se entintaron”. Don Ezequiel Almanza me comentó que a diferencia de los desfiles que se realizan el 16 de septiembre en todo el país, en Guanajuato, Gto., se lleva a cabo el 28 de septiembre.

Del pueblo de Dolores-Hidalgo, en Guanajuato, les comparto que mención especial tiene la fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Recordemos que: “En la madrugada del 16 de septiembre de 1810, ahí nació el movimiento de independencia. Y es, precisamente en el atrio de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en donde el cura Hidalgo, convocó a sus fieles a iniciar la guerra de Independencia, exhortándolos a liberarse del yugo español y terminó su breve discurso al grito de: ¡Viva la Independencia!, ¡Viva América!, ¡Muera el mal gobierno!”.

En mi fantástico recorrido por dicha ruta, en Dolores Hidalgo, Gto., visité el museo de la ciudad que antiguamente fuera cárcel; así como el museo de la casa de don Miguel Hidalgo que fue convertida en monumento nacional, en cumplimiento del Decreto expedido por don Benito Juárez García, presidente de la República en el año de 1863. Ahí, previa autorización de la administración de los museos, capté fabulosas imágenes. En el museo de la ciudad, fui recibida por la señora Olga Hernández, quien es la guía y junto con un grupo de 180 turistas escuché atenta la explicación del momento del inicio de nuestra Independencia.

Por cierto, ¿sabe usted en dónde se encuentra la campana original que tocara el cura Hidalgo en la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores en el pueblo de Dolores Hidalgo, Guanajuato? La campana original se llama San Joseph y se encuentra en Palacio Nacional, además se hicieron 33 copias fieles de la original con la misma aleación metálica, campanas de las cuales una está en la Iglesia de Dolores Hidalgo, y las otras en las capitales de los estados de la República Mexicana.

Ya en la casa de don Miguel Hidalgo, ahora museo, fue fabuloso pasear por las recámaras, salones y jardines en donde se exhiben toda clase de objetos, incluso personales.

Antes de salir de esta población, admiré la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, así como los jardines de la plaza central en la que vi una escultura académica de bronce sobre un alto pedestal neoclásico que retrata a un Hidalgo victorioso, y también existe un árbol “ahuehuete”, el cual es retoño del Árbol de la Noche Triste, mismo que fue sembrado en 1921 para conmemorar el centenario de la victoria de Independencia.

En Atotonilco, visité el Santuario de “Jesús Nazareno” el cual se construyó en el periodo de 1746 a 1765, ahí en la sacristía de la iglesia existe una réplica del estandarte original que utilizara Miguel Hidalgo y Costilla, ya que fue precisamente de ahí de donde tomó el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Esta parroquia en la actualidad es cuidada por una orden de monjas dominicas y quien me atendió fue sor Gloria. Por cierto, que la Parroquia de “Jesús Nazareno” ha sido restaurada y he de comentarles que es una verdadera joya, se ve fabulosa. ¡No dejen de visitarla!

Por otra parte, estimado lector, ¿sabe usted, cuáles son nuestros símbolos patrios oficiales? El Himno, el Escudo y la Bandera nacionales.

El Himno:

El señor Francisco González Bocanegra es autor de la letra y la música es de Jaime Nunó, ambos ganadores de la convocatoria publicada el 14 de noviembre de 1853, en lo que era en ese entonces el Diario Oficial de la Federación. El Himno fue cantado por primera vez el 15 de septiembre de 1854.

El Escudo:

Tiene su origen en el relato del pueblo mexica sobre la fundación de Tenochtitlan, según se relata: el dios Mexitli les había prometido hacerles poderosos al establecerse en un lugar donde encontraran un águila posada en un nopal, devorando una serpiente.

Este relato fue tomado para plasmar el Escudo Nacional Mexicano y se adoptó por decreto el 14 de abril 1823.

La Bandera Nacional:

Tenía entonces como ahora, tres franjas, pero colocadas en forma diagonal, cuyos colores simbolizaban el verde (la religión), el blanco (la unión) y el rojo (la independencia). La Bandera Nacional con lienzos verticales verde, blanco y rojo, como la conocemos actualmente, ondeó por primera vez en el Palacio Nacional el día 15 de septiembre de 1917. Ante la Bandera debe guardarse obligado respeto: niños, hombres y mujeres debemos permanecer de pie y debemos tener la cabeza descubierta. Cuando se conmemoran hechos gloriosos, la Bandera se iza a toda asta y cuando se conmemora duelo nacional se iza a media asta.

Ya para finalizar el tema que abordamos hoy, comparto con ustedes dos interesantes oraciones del connotado reverendo padre José de Jesús Aguilar Valdés, dedicadas al 208 aniversario de nuestra Independencia de México, las cuales nos invitan a reflexionar:

 Señor, te doy gracias por el don de la libertad que me permite elegir entre diversas opciones. Ayúdame a elegir correctamente para que mis decisiones nunca me hagan esclavo de cosas, situaciones o personas, ni que me hagan esclavizar a los demás. Te doy gracias por todos los que con su lucha lograron la Independencia de este país. Enséñame a amar a mi patria, serle fiel y dejar a las nuevas generaciones un mundo mejor. Amén.

 Te doy gracias, Señor, por el país donde nos tocó nacer. Gracias por la alegría de su música y sus danzas, la riqueza de su cultura y lo variado de sus alimentos. Pero, especialmente te agradezco por cada uno de los mexicanos que, con su esfuerzo cotidiano, van construyendo un país mejor. Amén.

Me uno a estas oraciones: ¡Que así sea!

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