Como dicta la tradición presidencial al término de cada sexenio, se colocará una estatua del presidente saliente en la que fuera la residencia oficial y una pintura en la Galería de los Presidentes del Palacio Nacional
Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
A un día de concluir su sexenio, desde el jueves 29 de noviembre, luce en uno de los jardines de la todavía residencia oficial de Los Pinos, una estatua de Enrique Peña Nieto (EPN).
Es una figura de bronce de 2.20 metros de alto y de un peso de casi 200 kilos realizada por el escultor mexicano Antonio Castellanos Basich, quien entre otros trabajos, es el autor del relieve de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la Basílica de San Pedro, en El Vaticano.
La imagen muestra al presidente (ex primer mandatario a partir del 1 de diciembre) de pie, vestido de traje con la banda presidencial, sosteniendo en su mano derecha la bandera de México y su mano izquierda tocando su corazón.
Al igual que sus antecesores, Peña Nieto también será recordado en la Galería de los Presidentes en el Palacio Nacional con una pintura de 1.50 metros de alto, en la que aparece vestido de traje negro, zapatos negros, camisa blanca, corbata roja y con la banda presidencial puesta, recargando su mano izquierda sobre la Constitución en un escritorio, mientras su mano derecha a la altura de su corazón, sostiene un bolígrafo cuya punta dirige hacia el lado izquierdo.
Atrás del titular del Ejecutivo, se aprecia la bandera de México y un relieve de madera de una mujer, en la que aparenta ser la Oficina Presidencial.
Aún no ha sido revelado el autor de la obra de arte.
