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Chihuahua otorga adopciones internacionales

El estado mexicano de Chihuahua es el único de las 32 entidades federativas de México, que cuenta con un sistema de adopción internacional.

Los menores que llegan al DIF estatal por circunstancias de desintegración familiar, tienen la oportunidad de reincorporarse a un verdadero hogar, aseveró el coordinador del Departamento de Trabajo Social de la Procuraduría de la Defensa del Menor, Luis Carlos Ruiz Sánchez.

A pesar de haber recibido alrededor de tres mil niños en resguardo durante el 2006, entre los cero y 18 años, el DIF estatal recibió 694 solicitudes de adopción, de las que 213 fueron resueltas y con ello 15 pequeños acogieron una nueva nacionalidad, comentó.

Explicó que el convenio de adopción sólo se tiene con Estados Unidos y España, de tal forma que de las 694 peticiones, 613 correspondieron a mexicanos y 81 a ciudadanos de los dos países señalados.

Sin embargo, de este total 308 casos están en proceso judicial para otorgar la patria protestad, de los que 279 fueron tramitados por mexicanos y 29 por españoles o norteamericanos, en tanto que 213 fueron «adopciones plenas», es decir, que se completó efectivamente el trámite, para asignar 198 a tutores nacidos en México, así como a 15 de Estados Unidos o España.

La diferencia entre tales situaciones, la representa la lista de espera que integran 173 casos pendientes, aproximadamente, pues hay situaciones como la de una pareja que pidió a un recién nacido y que actualmente no lo tienen en la Procuraduría de la Defensa del Menor, que no se puede definir.

Ruiz Sánchez precisó que no existen criterios que favorezcan a una u otra nacionalidad de los adoptantes, mas a lo largo del proceso sí se ha comprobado que los extranjeros son más flexibles respecto a las características que piden de los niños.

El proceso para adoptar a un menor se tramita ante las oficinas de la Procuraduría de la Defensa del Menor, ubicadas en la calle Tamborel con 12, número 4800, de la colonia Santa Rosa, donde las trabajadoras sociales se encargarán de integrar un expediente.

Para éste se piden al adoptante una serie de requisitos sicológicos, socioeconómicos y de papelería personal, entre los que resalta el comprobar que es solvente y fija en lo monetario al tener en promedio un año en el mismo trabajo, así como ser una persona paciente y estable emocionalmente, a fin de que no se altere o sea agresivo debido a lo que implica criar a un hijo, señaló.

«Sin embargo, el trámite no es difícil, esa es una idea errónea que se tiene de los procesos de adopción, pero la gente debe saber que es muy fácil; sí hay una lista de espera considerable, pero ni el procedimiento ni la resolución es tan complicada, además de que le están dando una gran oportunidad a los menores que por alguna situación están aquí, de volver a un verdadero hogar que los cuide y los haga felices, sobre todo a los grandes, porque también ellos son niños», enfatizó.

Al respecto mencionó que las edades que más solicitan las personas para acoger a un infante, son desde recién nacidos hasta los tres años, pero no hay diferencias en cuestión de sexo, pues se solicita por igual a los varones como a las mujeres.

No obstante «es el adoptante quien especifica en el expediente qué edad, sexo y raza quiere en el niño que va a recibir, porque hay algunos que no quieren indígenas, por ejemplo, pero a muchos otros no les importa, al igual que el si tienen discapacidad o defectos genéticos», destacó.

Una vez que el DIF resguarda a un menor detectado en situación de violencia intrafamiliar, con omisión de cuidados, maltratado, abandonado, huérfano o cuya madre lo cedió en adopción, las trabajadoras sociales buscan contactar a algún familiar que se pueda hacer cargo de él, mas de no ser así y existe una solicitud para adoptarlo, se inicia la integración de un expediente que tarda sólo el tiempo que les lleve a los solicitantes entregar la papelería requerida, puntualizó.

Después el Consejo de Adopciones cita al o a los interesados a una nueva entrevista, cuyos integrantes evalúan de nueva cuenta la petición para precisar los criterios disponibles, pues en caso de que haya algún menor con cierta edad o característica distinta a la que fue solicitada, la propuesta se plantea y en caso de aceptarse, los datos son modificados, agregó.

El tiempo promedio en que se resuelve un trámite de adopción es de seis meses, pero a todos los casos se les da un seguimiento especial, que incluye asistir a una terapia sicológica permanente cada mes en promedio, al igual que llevar un Taller de Escuela para Padres Adoptivos, en el que se instruye a los padres acerca de las consecuencias de tener a un niño que fue maltratado, mismo que es requerido como condicionante para otorgar la patria protestad, resaltó.

Dijo que no es necesario que quien adopte sea un matrimonio, pues para la Procuraduría de la Defensa del Menor del DIF estatal, legalmente lo puede hacer una mujer o un hombre soltero, divorciados o adultos mayores.

Añadió que con base en las características de quien será el nuevo tutor del menor, se asigna la edad de éste, pues «un adulto mayor ya no puede cuidar tan fácil a un recién nacido».

Con relación a los casos de adoptantes extranjeros, recalcó que también para ellos existe un seguimiento de supervisión posterior a que se otorgue la patria protestad, que corre a cargo del Gobierno ya sea español o norteamericano, a través de la dependencia equivalente al DIF estatal en Chihuahua.

Esto, a razón de que las solicitudes internacionales que llegan al descentralizado para acoger a un niño chihuahuense, están respaldadas y previamente autorizadas por sus respectivos gobiernos, mismos que habrán de monitorear el bienestar de los niños, al tiempo que están obligados a enviar un reporte sobre tal situación a Chihuahua.

«Los extranjeros tienen que cumplir aquí mismo un determinado tiempo de adaptación, en el que se constata de que se presente ese ‘click mágico’ que nosotros llamamos, pues a los niños se les prepara para que asimilen que van a ser adoptados.

De tal forma el coordinador invitó a quien desee adoptar a un menor, a acercarse a la Procuraduría de la Defensa del Menor para que niños de cero a 18 años que han padecido una situación de violencia, puedan tener una oportunidad para sentirse queridos y protegidos dentro de una familia.

Fuente: El Diario de Chihuahua.

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