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Magdalena, la capital mundial del ópalo y la obsidiana

Maravíllate con la famosa obsidiana arcoíris, un tesoro jalisciense para el mundo. Cada pieza labrada por las y los artesanos de esta tierra está llena de creatividad, talento y amor

Ciudad de México, 14 de marzo de 2024.— El estado de Jalisco es literalmente una tierra llena de joyas, ya que entre todos los municipios que lo conforman, existen algunos que brillan con luz propia. Tal es el caso del municipio de Magdalena, considerado la capital mundial del ópalo mexicano y la obsidiana.

Magdalena es un lugar de extracción de piedras preciosas, así como la fabricación de joyería. Para empezar, la obsidiana se forma a partir de las erupciones volcánicas que se enfrían con rapidez. A diferencia de lo que muchas personas piensan, esta piedra no solo es negra, también hay de color azul, verdes, rojas y hasta arcoíris, una joya jalisciense única y hermosa.

Jalisco posee el cuarto sitio de yacimientos de obsidiana más grandes en el mundo, solo después de Sudáfrica, Oregón y Rusia. Se tienen registros de que los antiguos pobladores la utilizaban como moneda de cambio, ya que era considerada el “oro negro” en esta región del estado. Incluso se sabe que la tradición Teuchitlán desarrolló una tecnología única para fabricar joyería con obsidiana. Se sabe que ninguna otra cultura prehispánica tuvo algo similar, ya que las navajas de obsidiana se usaban para la jima y corte del agave, algo realmente sorprendente para la época.

Otro dato a resaltar es que este municipio forma parte de la famosa Ruta del Tequila, así que la diversión está más que asegurada. Gracias a su ubicación, este destino es una maravillosa opción turística para los amantes de la aventura, la arqueología, la minería y por supuesto, las joyas.

Así que solo es necesario preparar la mochila, usar ropa cómoda y atreverse a recorrer las más de 200 minas de ópalo que existen en esta pequeña ciudad, razón por la cual ostentan el título del segundo productor más importante de esta piedra a escala mundial. Además, esta joya es reconocida por sus colores únicos e indiscutible belleza que conecta con la tradición y el legado de las tierras jaliscienses.

Como era de esperarse, gran parte de los habitantes de Magdalena se dedican a trabajar estas piedras preciosas. En el pueblo hay de todo: mineros, pulidores, comerciantes y artesanos. Así que la calidad, precio, diseño y belleza están garantizadas en cada una de las piezas que se venden en las tiendas y joyerías del lugar. A su vez, el recorrido por este pueblo debe incluir una visita por alguna de sus galerías, donde se puede apreciar el proceso por el que pasa el ópalo para convertirse en preciosas figuras, esculturas y muchos artículos más.

¿Qué hacer en Magdalena?

Para aprovechar al máximo la visita al pueblo de Magdalena, una excelente recomendación es visitar la Parroquia El Señor Milagroso, donde su fachada de cantera en barroco sobrio, que data del siglo XVII, se roba todas las miradas.

Otro sitio imperdible que hay que conocer es el Museo Interpretativo del Paisaje Agavero y la Minería (MIPAM), donde se puede apreciar a fondo decenas de piezas labradas en ópalo y obsidiana, artesanías que le dan identidad a este municipio. Este recinto abre de martes a domingo de 10 de la mañana a 3 de la tarde y la entrada es gratuita.

Y para consentir el estómago, en los restaurantes de este destino se puede pedir un rico pozole, unos chiles rellenos, una exquisita birria o un sabroso mole. Para el postre unos churros dulces con café.

Ya sea por ser la tierra de la obsidiana, sus atractivos turísticos y la magia que emerge en cada uno de sus rincones, ¡Magdalena está espectacular!

Fotografía: Prensa Jalisco

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