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Vivas razones para celebrar el Día de Muertos en Campeche

Del 30 de octubre al 2 de noviembre los campechanos celebrarán a las almas de sus seres queridos con actividades que la cultura maya les heredó como el Hanal Pixán

Revista Protocolo

Ciudad de México, 8 de octubre de 2019.— En Campeche, se tiene la creencia popular de que el alma que muere obtiene permiso para seguir acompañando a los seres vivos, estos a su vez cada año les demuestran que siguen siendo parte fundamental en sus vidas.

Del 30 de octubre al 2 de noviembre, los campechanos celebran a las almas de sus seres queridos con actividades místicas que la cultura maya les heredó como el Hanal Pixán, o comida tradicional que se ofrece a los muertos.

De esta manera Campeche es una opción para visitar durante la conmemoración del Día de Muertos y conocer más de las tradiciones al sureste de México.

A continuación, se comparten cuatro peculiares razones:

La Comida de las Ánimas, celebración maya a los muertos
Consiste en la bienvenida que los vivos le dan a los pixanes o ánimas visitantes, recibiéndolos con ofrendas florales, aromatizantes y luminosas, pero sobre todo, con mucho sabor.

Los espíritus que llegan hasta el altar son atraídos por los rezos familiares y luces de velas. Al llegar hasta las ofrendas, los pixanes tienen la capacidad de despojar a la comida de sus “almas”, por ello los alimentos se deben colocar frescos, calientes y olorosos, pues será lo que “comerán” las ánimas. Al enfriarse y perder su frescura, será turno de los vivos, quienes disfrutarán de la gastronomía.

En el caso de los pixanitos o almas de los niños, se les ofrece juguetes y silbatos de aves o animales hechos de barro o arcilla y pintados con colores por los niños de la casa, dulces como cocadas, dulce de papaya y calabaza.

El pibipollo
Es una metáfora maya y una experiencia gastronómica única. Es un platillo a base de maíz y xpelón (frijoles tiernos), relleno de carne, envuelto en hoja de plátano y horneado bajo tierra y que es el elemento principal del altar del Hanal Pixán.

Para las familias campechanas no hay altar de muertos sin pibipollo. Es una comida sagrada e intocable para la población peninsular, pero lo que hace único al platillo es la simbología que tiene dentro de la cosmovisión maya, sus ingredientes al ser cocinados representan un difunto: la masa del pibipollo simboliza carne del muerto, las entrañas son el guiso de carne con el que se rellena el platillo. Los frijolitos de xpelón figuran la putrefacción del cuerpo humano al morir, mientras que las hojas de plátano son las mortajas. Finalmente, el hoyo de tierra donde será cocinado, llamado pib en maya, es la tumba.

Pomuch y la Limpieza de Huesos
En la localidad de Pomuch se realiza un ritual maya único en el mundo: la Limpieza de Huesos.

Esta práctica consiste en sacar de sus tumbas los restos de los parientes y “bañarlos” para dejarlos listos para el Hanal Pixán. Las familias se visten con ropas de fiesta y se dan cita en el cementerio y con una brocha, sacuden cuidadosamente el polvo de las vértebras, cráneo y todos los restos óseos de su familiar fallecido. Mientras se realiza el ritual, los familiares hablan con sus muertos relatándoles los acontecimientos del año.

Esta tradición milenaria, lejos de ser macabra, es símbolo de amor por los seres queridos que se adelantaron y que viven en la memoria del pueblo maya de Campeche.

Hanal Pixán en el corazón de Campeche
En la Calle 59, corazón de la antigua ciudad amurallada de Campeche y hoy corredor peatonal, se lleva a cabo una muestra de altares tradicionales, así como concursos infantiles, degustaciones de platillos típicos y venta de postres campechanos, todo cobijado por las casonas del siglo XVIII del viejo puerto colonial.

Esta fiesta se realiza del 29 al 30 de octubre, y reúne a más de 100 participantes, entre comunidades mayas, organizaciones civiles, instituciones educativas y negocios particulares que construyen típicos altares con elementos auténticos que serán exhibidos por la noche ante más de diez mil visitantes, quienes desfilan por más de cinco calles para contemplar las ofrendas del Hanal Pixán con su pibipollo y su limpieza de huesos.

La experiencia del Hanal Pixán es completa, colores, olores y sabores en una tradición milenaria única en el mundo que los campechanos custodian y viven año con año con mucha alegría. Una experiencia sobre la muerte que vale la pena vivir una vez en la vida.

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